CONTRATERRORISMO CON PAÍSES SOCIOS

Tras ocho años de dirigir el equipo contraterrorista OTAN, Juliette Bird se prepara para ceder el mando. Comparte sus reflexiones sobre la evolución del papel de la Alianza en la respuesta internacional al terrorismo –y rinde tributo a algunos de los que han ayudado al avance de OTAN en este camino-.

En 2011 aterricé en contraterrorismo OTAN y ahora me retiro voluntariamente. Al prepararme a dejar OTAN me siento satisfecha y frustrada –¡situación totalmente normal en una organización multinacional!- Trabajando para la Alianza he visto mejoras importantes en los niveles de ambición y preparación entre los aliados y unión entre la plantilla civil y militar de OTAN. Trabajar con una multitud de naciones, cada una con sus intereses y prioridades internacionales en continuo cambio, supone con frecuencia un problema. Significa tratar con niveles siempre variables de ambición, recursos, intereses y deseo de usar a la OTAN. Sin embargo, estoy satisfecha de que, en su 70 aniversario, la respuesta de la Alianza al terrorismo no sea vista como algo nuevo sino como un tema importante.

La OTAN puede estar orgullosa del progreso logrado en el contraterrorismo. Elementos importantes incluyen desarrollo de directrices políticas (2012), concepto militar actualizado (2015), plan de formación e instrucción (2015) y planes de acción (2014, 2017, 2018). También hemos visto un creciente énfasis en proclamar el impacto contraterrorismo de las misiones OTAN y nuestra interacción con países y organizaciones asociados.

En tanto que no una función primaria de OTAN el contraterrorismo se admite como aportación a las tres tareas fundamentales de la Alianza –defensa colectiva, gestión de crisis y cooperación en la seguridad-. También se ve como parte del trabajo sobre la actual prioridad para reforzar la postura de OTAN de disuasión y defensa en la imprevisible situación de seguridad y proyección de estabilidad, profundizando la asociación con países claves y perseguir medidas de gestión de crisis.

Sería prolija una retrospectiva de los pasos que nos han traído hasta aquí. No obstante, tal vez se podrían ilustrar algunos campos enfocando a algunas personas que han ayudado a OTAN a avanzar. Tienen poco en común salvo su deseo, compartido con el equipo de contraterrorismo de OTAN, de usarlo para un mejor efecto contra el problema internacional que es el terrorismo. Todos admitimos que OTAN no es sino un actor más en el problema global en el que su fuerza única, especialmente en el aspecto cívico-militar, posee un valor particular en esta guerra a largo plazo, sobre todo cuando se usa en coordinación con otros.

Una constante característica de mi época, estando tanto en UE como en OTAN, ha sido la figura del Coordinador Contraterrorismo de UE, el belga Gilles de Kerchove. A mi llegada ayudaba a los aliados a entender que tenían sitio en la respuesta internacional al terrorismo. Antes de cualquier debate sobre una política en este campo de OTAN De Kerchove había informado en varias ocasiones al Consejo del Atlántico Norte y fue invitado a explicar a los aliados la postura de UE y los muchos campos en los que la Alianza podría complementar su tarea, principalmente Justicia e Interior.

En aquella época las relaciones con la mayor parte de UE sobre contraterrorismo eran informales y personales. Hasta que se adoptaron medidas para reforzar la cooperación UE-OTAN en campos claves en 2016 y luego en 2018, fueron muchos los cafés tomados juntos para asegurar ausencia de conflictos y complementariedad.

Ahora existe una relación firme y las reuniones formales entre las plantillas incluyen asuntos de la Comisión Europea, la división contraterrorismo del Servicio de Acción Exterior creada recientemente y, por supuesto, la plantilla de De Kerchove.  De modo creciente nos comprometemos con el personal que trabaja en misiones exteriores de UE que tienen un mayor conocimiento de los proyectos sobre este tema de los socios. Los muchos desplazamientos de De Krechove y su compromiso con los socios han producido gran parte de este documento y OTAN puede apoyar y complementar el esfuerzo de UE con su propio esfuerzo.

UE y OTAN –así como todos los países y socios de la Alianza- operan dentro del contexto de la Estrategia Global Contraterrorismo de ONU, sus relacionados instrumentos y, más recientemente, su postura sobre los terroristas extranjeros y prevenir y contrarrestar el extremismo violento. ONU es un complicado organismo con el que operar y tiene los elementos contraterrorismo divididos geográficamente (cuartel general en Nueva York, oficina en Viena, etc.) y burocráticamente (Asamblea General y Consejo de Seguridad). Históricamente OTAN ha sido un torpe interlocutor con ONU, no formalmente una organización regional y, en ocasiones, considerada como un elemento destructivo que no cuida sus cosas. Por tanto, el trabajo sobre terrorismo con ONU tendió a ser una interacción práctica con su Agencia para las Drogas y el Crimen Organizado de Viena más que una cooperación estratégica y operativa con Nueva York. También esto ha cambiado.

Cierta mejora es muy reciente debida a la creación de una nueva Subsecretaría General en la Agencia Contraterrorismo, ocupada actualmente por Vladimir Voronkov. Es un antiguo conocido de la actual Delegada del Secretario General de OTAN, Rose Gottemoeller. Juntos suponen un impulso para el primer proyecto conjunto EU-OTAN contraterrorismo que operará con Jordania para mejorar su preparación en caso de ataque terrorista NBQ.

Durante gran parte de mi permanencia en OTAN un funcionario que facilitaba el compromiso productivo con ONU en Nueva York ha sido el muy profesional funcionario egipcio, Seif el Dawla. Se ha esforzado en apoyar a varios presidentes del Comité Contraterrorismo del Consejo de Seguridad y asegurado el compromiso con OTAN de la Dirección Ejecutiva Contraterrorismo (que asiste al Comité y es dirigida ahora por Michèle Coninsx, persona muy conocida en Eurojust). Confío en que la mejora en la relación UE-OTAN y la interacción sobre terrorismo esté clara tanto aquí como en Nueva York.

Mi destino original en la OSCE ha subido pero todavía tiene relación con OTAN. El norteamericano Tom Wuchte está ahora en Malta a cargo del Instituto Internacional de Justicia y Ley que trata, entre otras cosas, del uso de la evidencia de campañas y datos biométricos, impulsado por la ONU y temas de actualidad para el futuro en OTAN. Mientras estuvo en Viena pudo asegurar que OTAN podría aprovecharse del trabajo de OSCE sobre contraterrorismo, principalmente su esfuerzo para seguridad de fronteras en Asia Central y los Balcanes, y facilitar el acceso a importantes organizaciones internacionales amparadas por sucesivas presidencias.

Han surgido nuevas organizaciones de importancia clave para el esfuerzo contraterrorismo, incluyendo el Global Counterterrorism Forum (GCTF), que salieron a la luz en 2011 bajo la copresidencia de EEUU y Turquía. Como entidad estrictamente civil es buena para UE (que es miembro) pero no un interlocutor ineludible para OTAN. Sin embargo, como GCTF es una buena fuente de mejores prácticas recogidas en todo el espectro de países miembros (29+UE), es fundamental que el equipo de contraterrorismo OTAN sea capaz de fijarse en su aspecto más esencial y avisar a aliados y socios cuándo centrarse en aquellas áreas en las que OTAN se encuentra peor. Por ejemplo, GCTF antepone la constitución de capacidad civil en áreas tales como el imperio de la ley, gestión de fronteras y contrarrestar el extremismo violento.

En mis primeros días en el Forum, mis contactos con los representantes de los copresidentes, Raffi Gregorian y Ceren Yazgan, fueron muy útiles y tuve la satisfacción de poder facilitar la presentación de su trabajo a OTAN en 2015. El siguiente presidente holandés también pudo informar a OTAN. Conforme la presidencia es traspasada ahora a Canadá y Marruecos, confío que estas y futuras presidencias seguirán comprometidas con OTAN para asegurar que nuestros esfuerzos son parte de lo que trabajan para constituir el marco internacional de lucha contra el terrorismo.

Una organización socio de GCTF que ha sido un apoyo académico de incalculable valor para OTAN durante muchos años, es el International Centre for Counter-Terrorism (ICCT) y sus instituciones en La Haya. Han contribuido a proyectos y actos patrocinados por el NATO Science for Peace and Security Programme. Incluyen un proyecto para comparar transiciones a programas de contraterrorismo bajo dirección civil en varios teatros de operaciones, trabajos con Egipto sobre contraterrorismo y lecciones en cursos de la NATO School en Oberammergau y el Centre of Excellence for the Defence Against Terrorism en Ankara. Bibi Van Ginkel, investigador de ICCT trabaja muy bien tanto para UE como OTAN, estando fuertemente implicado en el campo relacionado con lo militar.

La relación positiva con ICCT empezó con Peter Knoope, su anterior director, que asesoró personalmente a OTAN con un trabajo sobre contraterrorismo y extremismo violento en Asia Central. Entre sus recientes trabajos sobre, por ejemplo, prevenir el extremismo violento en Sudán y Somalia, destaca por su relación con el embajador holandés en OTAN, de modo que, en tal caso, puede intervenir en la plantilla del Cuartel General.

Trabajar con los socios produce el mismo agrado y frustración que con los aliados pero en lugares distintos. Un socio al que tengo mucho afecto tras mis años en OTAN es Mauritania. No sólo es clave para OTAN como socio del Diálogo Mediterráneo sino que es lo más cercano a OTAN sobre el terrorismo en el Sahel. Como miembro del G5 Sahel y sede de su Secretaría es también una importante fuente de información sobre este grupo regional relativamente nuevo. OTAN está trabajando sobre lo que podría contribuir útilmente a la Secretaría y su funcionamiento si tuviera que ejercerlo.

Más allá de estas consideraciones Mauritania ha sido un buen ejemplo de cómo un socio puede comprometerse satisfactoriamente con OTAN sobre contraterrorismo. Ha pasado de señalar lo que tratar en su programa de cooperación como socio individual, vía presentaciones a los aliados de la situación local de seguridad, a un importante proyecto para un Centro de Gestión de Crisis y un Programa para Mejora Educación de Defensa (DEEP).

Gracias a un asesoramiento adecuado Mauritania está mejorando su capacidad para ofrecer cursos a sus militares sobre contraterrorismo, contrainsurgencia y gestión de crisis. Tuve la suerte de formar parte del DEEP visitando Nouakchott regularmente para formar personal y alumnos de su Escuela de Estado Mayor (ENEM). Fue muy agradable ver al coronel Bahaide Oude Nema hablando del progreso logrado por Mauritania a otros socios en un acto sobre cooperación en contraterrorismo en el Cuartel General OTAN en 2014. El capitán de navío Mohamed Cheikhna Talebmoustaph impulsó la actitud abierta para la cooperación en la formación con OTAN durante muchos años desde la jefatura de Estado Mayor trabajando muy de cerca con el finado Jean D’Andurain, anterior director de DEEP en OTAN. Junto con el director de ENEM, coronel Mohamed Moumel El Boukhary, trabajó mucho para las relaciones OTAN-Mauritania. El coronel Boukhary redactó también la política de contraterrorismo de Mauritania y ahora, oficialmente retirado, sigue siendo una mente estratégica nacional, todavía proclive a adoptar las mejores prácticas internacionales y ejemplos apropiados del exterior.

Tener un cargo en OTAN es un privilegio y mis palabras como funcionario de la Alianza inmensamente gratificantes. Aunque retirado, Jamie Shea ha desempeñado un importante papel en esto como delegado adjunto al Secretario General para la Emerging Security Challenges Division la mayor parte de mi destino. Reconocido por su capacidad para modificar la mentalidad, dentro y fuera de OTAN, y defensor a ultranza del extraordinariamente amplio punto de vista de mi equipo sobre contraterrorismo en OTAN.

Siento mucho orgullo por el progreso de OTAN en contraterrorismo aunque reconozco que queda mucho por hacer. Será increíble ver lo que sale del trabajo de OTAN en las corresponsabilidades militares y civiles. Los proyectos técnicos son, sin duda, parte del futuro de OTAN, especialmente respecto a perseguir a los terroristas extranjeros, si bien espero que se mantendrá la amplia visión global del contraterrorismo. La relación con socios y organizaciones internacionales son fundamentales para una respuesta coherente al terrorismo.

No obstante la experiencia positiva de OTAN no hay muchas ocasiones en que se pueda seguir el mismo ciclo político sin pararse a ver lo que existe en el mundo global. Mi tiempo de reflexión empieza este verano. Por tanto, he de entregar la batuta y estimular a los aliados a apoyar el excelente equipo actual con más contribuciones nacionales, en plantilla y recursos. Sin ese apoyo la Alianza no puede pensar en proyectos relacionados con el contraterrorismo en cuanto a capacidad y constitución de capacidad y cooperación con otras organizaciones internacionales. Ahora se reconoce a OTAN por su contribución al esfuerzo global contraterrorismo y debería seguir para hacer disponible su esfuerzo único cuando sea útil.

Juliette Bird ha sido jefe de la sección de Contraterrorismo de la Emerging Security Challenges Division de OTAN desde septiembre de 2011. 20 años en el ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, últimamente en la Representación ante la UE.

NATO Review, 16 de mayo de 2019

Por la trascripción:

Leopoldo Muñoz Sánchez

Coronel de Intendencia ET (R)