Ley del silencio en torno a la Academia de Suboficiales de Talarn sobre el procès
Montse salía de un bar de copas de Tremp (Lérida) el viernes 6 de octubre, a las 3.00 de la madrugada, «y entonces veo a un tío intentando subir a un mástil de unos 15 metros, el que hay en una rotonda aquí al lado, la de la Harinera», cuenta.
«Pero ¡subir trepando! No dábamos crédito. Nos fuimos a decirle: ‘Pero dónde vas, hombre, que te vas a caer’. Un amigo suyo que estaba abajo nos dijo que eran soldados, de la Academia, y que iban a quitar de ahí la estelada que puso el Ayuntamiento. Estaban muy borrachos. El que intentaba trepar iba a darse un leñazo de los buenos. El otro daba vueltas a la glorieta en el coche. Luego salió y nos cantó el Cara al sol», cuenta Montse, con aire de cierta tristeza.
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