El bombardeo de Cabra, por José Calvo Poyato.

La Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, es paladín en los intentos de exhumar los restos del Generalísmo Franco del Valle de los Caídos. No entramos en sus razones si bien no deja de llamar la atención esa inquina con los restos de una persona bajo cuyas políticas sociales  fue posible que un  día todos los vástagos de una familia honrada cursaran carreras universitarias.
Vienen estas lineas a colación pues esta FNFF, en el estudio de la verdad histórica con todas las luces y sombras que se quieran, al estudiar el salvaje y sinsentido  bombardeo rojo de la ciudad de Cabra durante la guerra civil hemos constatado que la Sra. Calvo es oiriunda de dicha ciudad, al tiempo  que el autor de un relato de dicha salvaje acción resulta ser un hermano suyo.
Reproducimos ese articulo publicado en el ABC de Córdoba hace unos meses.
La propaganda marxista se hace eco continuamente del bombardeo alemán de Guernica pero suelen olvidarse siempre del de la ciudad de Cabra, ciudad natal de la Vicepresidenta.

Estos días aparecen numerosos comentarios sobre un hecho acaecido el 7 de noviembre de 1938. Ese día Cabra fue bombardeada por la aviación republicana, siendo algo que forma parte de la historia de la ciudad y que siempre ha sido comentado como una tragedia lamentable. Lo señalo porque algunas de las informaciones de estos días lo presentan como una especie de descubrimiento. En Cabra nunca fue así. Por aquellas fechas la Guerra Civil entraba en su última fase, una vez que las tropas franquistas, en los últimos días de octubre, habían roto las líneas republicanas en la dura batalla del Ebro y dejaba al ejército vencedor abierto el camino hacia Cataluña y la frontera francesa. Era el principio del fin de la guerra iniciada con la rebelión militar del julio de 1936.

Cabra estaba muy lejos de ser un objetivo estratégico. Distante muchos kilómetros de los frentes de batalla que permanecían activos a estas alturas del conflicto -se ha pretendido explicar como causante del bombardeo la presencia de algunas tropas italianas en la población-, resulta muy difícil encontrar alguna razón de tipo estratégico o militar que permita explicar la tragedia vivida por los egabrenses en aquel otoño de hace ahora ochenta años.

Fueron tres los aviones que llevaron a cabo el bombardeo. Eran de fabricación soviética -la URSS de Stalin fue el principal proveedor de armas al bando republicano-, conocidos como Katiuskas. El ataque se produjo en torno a las siete y media de la mañana y sobre Cabra cayeron unas veinte bombas, provocando una terrible mortandad porque la bomba de mayor potencia cayó en el mercado de abastos, que se encontraba muy concurrido a esa hora. Esa fue una de las causas por la que sus efectos fueron particularmente trágicos. Allí hubo en torno a medio centenar de víctimas mortales que o bien murieron en ese momento o como consecuencia de las heridas. También fueron particularmente graves sus consecuencias en el barrio de la Villa y en los aledaños del Cerro, en la zona más antigua de la población.

Continuar leyendo:

https://fnff.es/historia/552778089/El-bombardeo-de-Cabra-por-Jose-Calvo-Poyato.html