El Ejército quiere echar a la cabo que denuncia el acoso a las militares

La secretaria de Igualdad de la asociación mayoritaria difundió sus críticas en tuits

El Ejército del Aire ha abierto expediente para expulsar a la cabo Teresa Franco, secretaria de Igualdad de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), la asociación profesional mayoritaria en los cuarteles. Más de la mitad del expediente se dedica a analizar su cuenta personal de Twitter y a recriminar a la cabo por sus críticas al acoso sexual y laboral en el Ejército o a la falta de chalecos antibala femeninos.

Lo lógico es que para expulsar a la cabo Franco, si hubiera motivos para ello, se le hubiera abierto un expediente disciplinario, pero el Ejército del Aire ha recurrido a otro procedimiento menos garantista: una evaluación extraordinaria sobre insuficiencia de facultades profesionales. Se trata de determinar si la cabo, que ingresó en 2001, ha perdido sus facultades para ser militar.

Aunque pertenece al escalón más bajo del Ejército, Franco tiene

dos diplomaturas universitarias, un máster en Género e Igualdad y cursa estudios de Derecho. Forma parte de la dirección de AUME y es vocal del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, un organismo asesor de Defensa en el que se sientan representantes de las asociaciones y altos cargos del ministerio.

No obstante, en el informe que ha servido de base al expediente se le atribuye “una escasa fortaleza anímica ante la adversidad y poco control y dominio de sus emociones”; así como una “grave falta de lealtad y nulo compromiso y colaboración con los propósitos del mando”. En concreto, se le reprochan sus “habituales expresiones de disconformidad (…) en temas de distribución horaria, jornada y conciliación”. No solo la acusa de haber presentado numerosas reclamaciones (un derecho reconocido por ley a todos los militares) sino que la culpa de que

esta actitud “haya calado” entre sus compañeros, que elevaron 12 escritos de queja al coronel.

También es criticada por haber intervenido sin permiso en La Sexta, donde denunció la falta de chalecos antifragmentación para mujeres militares. Este mismo problema fue denunciado por Pilar Villacorta, dirigente asociativo de la Guardia Civil, que lo ha resuelto comprando más de 4.700 chalecos femeninos.

“Carencia de virtudes”

El expediente dedica más de un centenar de folios a reproducir y comentar los tuits de la cabo, de los que deduce “su carencia de virtudes y cualidades militares, su errónea actitud ante el servicio y ante la institución militar, así como su falta de competencia y prestigio profesional”.

Aunque ella no se identifica como militar en su cuenta de

Twitter, donde aparece fotografiada de civil, el informe asegura que sus más de 2.000 seguidores conocen su profesión y le echa en cara que no respete su deber de neutralidad política. “Las opiniones de partidos del espectro ideológico de la izquierda siempre son recibidas con agrado y buen ánimo pero, en cambio, las del espectro ideológico contrario son siempre denostadas, tachadas o tildadas de ejemplos de mal hacer, quedando claro las ideas políticas de la cabo Franco”, alega el informe.

Aunque el expediente asegura que “muchos de los mensajes vertidos en la red [social] por la cabo serían susceptibles de corrección disciplinaria por falta grave y otra mayoría bordean la disciplina y la neutralidad política y las normas de conducta militar”, nunca se le ha sancionado por su actividad en Twitter. Ahora sí se utiliza para expulsarla del Ejército.

  • 7 mar. 2018  El País  MIGUEL GONZÁLEZ, Madrid