El Ministerio, preocupado por el contagio de la tensión a la Guardia Civil y a Prisiones

Fuentes de Interior califican como «inaceptables» los métodos de Jusapol

Las Fuerzas de Seguridad –en especial la Policía– viven momentos de tensión sin precedentes desde la irrupción de Jusapol (Justicia Salarial Policial) y la posterior creación de un sindicato policial, Jupol, y una asociación de guardias civiles, Jucil, para presentarse a las elecciones de ambos Cuerpos. Aunque al parecer formalmente son independientes, ambas fueron creadas por personas que pertenecen a la asociación. También la tensión se ha extendido a Prisiones con el movimiento «Tu abandono me puede matar», que según algunas informaciones comparte despacho de abogados en Madrid con Jusapol y que ha conseguido gran penetración en su ámbito.

La capacidad de movilización de esta asociación es indudable y los sindicatos con representación hasta ahora temen que tanto Jupol como Jucil se conviertan en los mayoritarios.

«Tanto los postulados de Jusapol como sus métodos son inaceptables, pero la verdad es que hasta ahora nadie sabe cómo frenarlos», admiten fuentes de Interior consultadas por ABC, que reconocen que la preocupación en el ministerio es grande. Entre otras razones, porque ahora la más afectada es la Policía, pero tarde o temprano la tensión alcanzará a la Guardia Civil y ya ha llegado con mucha fuerza a Instituciones Penitenciarias.

Las relaciones con los sindicatos son fundamentales en cualquier administración y la previsible irrupción en junio de Jupol en el Consejo de la Policía va a suponer un punto y aparte en las mismas. «No reparan en nada; en la campaña se creó un perfil de Twitter llamado “candidato Marlaska” como un canal más de comunicación con los electores de Cádiz, por donde se presentaba el ministro, y hubo que cerrarlo a los diez días porque estaba lleno de insultos y amenazas», lamentan las mismas fuentes de Interior. Escraches a políticos, incluso una convocatoria de rodear el Congreso cuando se celebraba el debate parlamentario para aprobar la Iniciativa Legislativa Popular sobre la equiparación salarial, no tienen precedentes en las Fuerzas de Seguridad y recuerdan acciones protagonizadas por grupos radicales.

Con todo, lo más grave para Interior es que los que así actúan «se olvidan prácticamente de todo lo que debe ser un servidor público, de sus obligaciones y de los límites que deben regir su actuación. Los sindicatos deben ser un contrapoder, luchar por mejoras para los trabajadores; lo que no pueden caer es en actitudes y comportamientos de esa naturaleza, mucho menos personas que forman parte de un colectivo armado, que por ley tiene el monopolio para ejercer la violencia».

El escenario para el departamento de Fernando Grande-Marlaska es incierto. Gestionar un ministerio tan delicado con este ambiente de crispación es muy complicado. Interior es muy consciente de que tiene que tomar medidas para reconducir la situación. Le va en ello el éxito o el fracaso de la legislatura.

16 de mayo. 2019    ABC    P. MUÑOZ MADRID