Un militar ni se quita el uniforme ni sus insignias. No se pone de rodillas, muere con las botas puestas.
Un ejemplo:
Nuestros oficiales fueron golpeados en los campos de prisioneros rusos por no quitarse sus insignias. El Capitán Palacios se negó a abrir la boca ante sus captores si no le devolvían el uniforme…
Hoy, otro ejemplo:
Sin peligro, más allá de la multa ilegal, ante la amenaza de una alcaldesa y un juez que debiera colgar la toga, el Gobierno, el Ministerio de Defensa o el Capitán General de Cataluña, no sé si uno o los tres al unísono, han ordenado que los militares vayan sin uniforme, sin el uniforme de España, a una Expo Joven en Cataluña para no molestar.
¿A qué han ido? ¿A explicarle a los jóvenes que sean Patriotas que entren en el Ejército a servir a la Patria para, a las primeras de cambio, sin tiros, dejen el uniforme en el armario?
Vergüenza.