La Armada Española

Que se llame Real Armada Española, en vez de quitarle lo de Española

PUES en la Armada Española no soplan «serenas las brisas», como arranca cantando su himno, el que tiene música de Germán Álvarez Beigbeder, el padre de Manuel Alejandro, y letra de José María Pemán, y que de esto último no se enteren en Cádiz, porque es lo que faltaba que le quitasen. No soplan serenas la brisa porque ruge «amenazas la ola» de modernidades y ocurrencias en esta España donde lo que más gusta es cambiar lo que está bien y funciona perfectamente, y en cambio no enfrentarse a los verdaderos problemas que preocupan a los contribuyentes, a su bolsillo y a sus cuentas para llegar a fin de mes.

Así que cuando la OTAN refuerza sus efectivos desplegados por el Este de la Unión Europea ante el peligro de la invasión rusa de Ucrania y nosotros enviamos ya a la fragata Blas de Lezo, lo único que se le ocurre al Ministerio de Defensa es cambiarle el nombre de la gloriosa Armada Española. Están los tiempos como para estas chorradas, pero en el Ministerio de Defensa están ocupadísimos en la preparación del ‘Manual de Imagen Corporativa de la Armada’. Donde se ordena que a la hora de nombrar a nuestra heroica Marina de Guerra, la de Lepanto y la de Trafalgar, se le quite lo de Española y se diga Armada a secas. En total contradicción con lo que ocurre con todas las marinas del mundo, que llevan a gala el nombre de su nación. La de Estados Unidos es la U.S. Navy, o sea, la Marina de los Estados Unidos. La británica es la Royal Navy. La francesa es la Marine Nationale, y así sucesivamente. Pero aquí, no. Aquí da vergüenza ser español, salvo cuando juega la selección nacional de fútbol y gana, y este complejo ha llegado a un semillero de hombres de honor y de abnegados servidores de la Patria como la Armada Española. No solamente me parece mal lo de quitarle Española, sino que es poco llamarla así. Ese caprichoso manual de Defensa debería decir que de aquí en adelante se llame Real Armada Española, en vez de quitarle lo de Española. Porque nos da tanta vergüenza reconocer que España es constitucional e históricamente un Reino que lo ocultamos cada vez que podemos, ¿no van a pedir la desaparición de la Institución Monárquica los partidos que apoyan al Gobierno en el Pacto de Investidura o que están de socios con ellos dentro del Consejo de Ministros (y Ministras)?

Si tuviéramos el orgullo patrio que nos falta, el Ministerio de Defensa se estaría en todo caso ocupando de un Manual de Imagen Corporativa en el que el Ejército del Aire se denominara oficialmente Reales Fuerzas Aéreas Españolas. Mientras que debería ser Real Ejército de España el que tiene por comandante supremo a S.M. Don Felipe VI. Pero todo esto da alipori y estamos en la época del ‘sin’, del ‘light’, que llegan a la forma de llamar a nuestras constitucionales Fuerzas Armadas. Lo que no podrán quitar nunca es el espíritu y los valores de los hombres de la Armada Española, como cantan en su himno: «Soñando victorias, diciendo cantares,/ marinos de España crucemos los mares,/ delante, la gloria, la leyenda en pos,/ debajo las voces de nuestros caídos,/ y arriba el mandato de España y de Dios».

ABC   ANTONIO BURGOS