LA INMACULADA

AME FELICITA AL ARMA DE INFANTERÍA,  A LOS DIPLOMADOS DE ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO, AL CUERPO DE OFICINAS MILITARES, CUERPO JURÍDICO MILITAR, A TODOS LOS PERTENECIENTES AL CENTRO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO DE TIERRA Y A TODOS LOS QUE CELEBREN SU PATRONA EN EL DÍA DE LA FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y RUEGA UNA ORACIÓN Y UN RECUERDO PARA LOS CAIDOS EN ACTO DE SERVICIO POR ESPAÑA

Clemente XIII  proclamó a la Inmaculada nuestra Patrona el 8-XII-1760

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En 1617 las Cortes de Castilla proclamaron a la entonces Beata Teresa de Jesús Patrona de España. Designación confirmada oficialmente por el Papa Urbano VIII. Poco después se la nombró `Co-Patrona´, junto con Santiago, quien lo era desde tiempo inmemorial.

La definición del Dogma de la Inmaculada Concepción está contenida en la bula Ineffabilis Deus, de 8 de diciembre de 1854, promulgada por el PP Pío IX. El propio papa dijo: «Fue España la Nación que, por sus reyes y por sus teólogos, trabajó más que nadie para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Concepción Inmaculada de María». Una prueba de ello es lo siguiente:

En el XI Concilio de Toledo (675) el rey visigodo Wamba era ya titulado «Defensor de la Purísima Concepción de María», como también lo fueron Fernando III el Santo, Jaime I el Conquistador, el emperador Carlos I y Felipe II.

El primer voto de defender el misterio de la Inmaculada Concepción del que se tiene constancia se hizo por primera vez en España en Villalpando (Zamora), el 1 de noviembre de 1466. Pero ya en aquel siglo XV en las puertas de múltiples casas, universidades y santuarios se podía leer:

Nadie pase este portal

sin que diga, por su vida,

que María es concebida

sin pecado original.

La Infantería Española proclamó Patrona suya a la Inmaculada Concepción fué «El Milagroso de Empel», acaecido en la isla de Bommel  (Flandes -entre los brazos de los ríos Mosa y Vakal-) el día 7 de diciembre de 1585. Al día siguiente la imagen fue trasladada a Balduc.

Todas las Ordenes Militares de nuestra Patria no sólo creían en la Concepción sin mancha de la Virgen María, sino que fueron defensoras decididas de este privilegio singular.

La fiesta de la Inmaculada fue «de guardar» en todo el Imperio español desde 1644.

El reconocimiento oficial del patronazgo de María, en su advocación como gloriosa Madre, en  Concepción sin Mancha, de nuestro Señor, sobre la gloriosa Infantería Española tuvo lugar el año 1892.