Las maniobras Trident Juncture 2018 se celebran en Noruega, Atlántico Norte y Mar Báltico hasta el 23 de noviembre. Participan los 29 aliados y las mayores maniobras desde la Guerra Fría e intenta demostrar la capacidad colectiva de la Alianza con unas maniobras de gran visibilidad ajustadas a una situación de defensa colectiva (Artículo 5). Probará la capacidad de la OTAN para planear y realizar una importante operación desde la capacidad para desplegar y recibir refuerzos de tropas instruidas a nivel táctico hasta el mando de una gran fuerza. Durante las maniobras la Allied Command Transformation actúa también con socios en más de 20 nuevas situaciones. Una de ellas intenta construir la capacidad de la OTAN para analizar la información.
Con Trident Juncture a OTAN vuelve a asegurar al mundo que se encuentra operativamente preparada, capaz y presta para defender el territorio aliado frente a cualquier ataque. Las maniobras son una demostración constatable –reforzadas con un estratégico mensaje sobre disuasión y defensa- de la unidad de la OTAN. El escenario de las maniobras no es real. Pero las lecciones que aprenderá la Alianza son muy reales.
Adaptación a nuevas amenazas y tecnologías
Las combas han cambiado desde que comenzaron las importantes maniobras conjuntas de la OTAN y, especialmente, desde las Trident Juncture 15. En la Cumbre de Bruselas en julio de 2018 los aliados declararon su determinación de reforzar la conciencia y la comprensión de apoyar una toma de decisiones y acción aceleradas de la OTAN. También acordaron fomentar la innovación para estar a la altura de de las nuevas tecnologías incluyendo del adicional desarrollo de asociación de todos los aliados con la industria y el mundo académico.
Por otro lado, los adelantos tecnológicos en la guerra híbrida, técnicas disruptivas e inteligencia artificial, han creado un situación de seguridad internacional crecientemente compleja. Los aliados deben aprovechar, comprender y actuar sobre más información que jamás anteriormente.
La era de la información obliga a la OTAN a continuar adaptándose para aprovecha la cada vez mayor cantidad de datos que se está generando con la “internet de las cosas”. En una situación fluida de seguridad la toma de decisiones tiene que ser sobre objetivos y a tiempo tanto en el espacio informativo físico como virtual. La alianza necesita evolucionar en respuesta a esta combinación de circunstancias y factores, actuando y adaptándose a la vez.
Junto con los numerosos socios nacionales e industriales de la OTAN el Allied Command Transformation está trabajando en una serie de experimentos durante las Trindent Juncture 18.
Estos experimentos incluyen probar la futura capacidad de los sistemas autónomos dentro de la logística militar; impresión en 3D (llamado también fabricación aditiva en campaña); un nuevo sistema de mando y control terrestre; respuesta de la OTAN a brotes biológicos; y compartir inteligencia, vigilancia y reconocimiento conjuntos. También se incluye un nuevo punto de vista médico modular en caso de bajas masivas así como concepto de relación médica cívico-militar para mejor compartir el aspecto operativo. En gran medida los experimentos refuerzan los adelantos tecnológicos del sector privado dentro de un contexto militar. Sus resultados podrán ser usados para informar el desarrollo de la capacidad y, en último extremo, hacer avanzar el la evolución bélica de la Alianza.
Uno de los experimentos implica el desarrollo de una capacidad “Information Environmente Assessment”. El objetivo es ampliar la capacidad de la OTAN para analizar la información para ser capaces de proporcionar a los altos cargos políticos y militares análisis y recomendaciones sobre cómo se reciben las comunicaciones de la OTAN en diversos estamentos. No consiste sólo en analizar las propias comunicaciones de la OTAN en Trident Juncture –también es entender lo que cualquier adversario potencial dice de OTAN lo que “cualquier otro” dice durante las maniobras-. Evaluar la información en general.
Por tanto, ¿qué es “información en general”? El espacio virtual y físico en el que se recibe, procesa y transmite la información. Consiste en actores, redes, fechas, información y sistemas de información. Es la situación de la confección y toma de decisiones. Las deseadas audiencias de OTAN se encuentra en un ámbito ruidoso, lleno de mensajes que compiten entre sí y voces alternativas.
Las nuevas tecnologías y canales mediáticos quieren decir que todas las organizaciones deben comunicar constantemente a sus correspondientes audiencias o se arriesgan a que sus mensajes no se entiendan por el ruido u otros contrarios.
Estas tecnologías han modificado también las actuaciones en los procesos de toma de decisión, organización de la comunidad y estructuras sociales. Ahora, más que nunca, la influencia individual puede ser un importante factor que afecte a los cambios de la sociedad. Ahora un particular puede lograr millones de apoyos de todo el mundo para cualquier causa independientemente de su lugar o como actor de un estado o por libre. Grupos de personas pueden coaligarse con causas que modifiquen la actuación de las personas o las estructuras sociales. Piénsese en “blacklivesmatter”, “metoo”, “bostonstrong” o “prayformanchester”.
Las comunicaciones a través de la Alianza relatan la vida de la misma y contrarrestan la desinformación con hechos.
Cada vez más los actores estatales o particulares dirigen sus mensajes a una amplia diversidad de audiencia. Cualquier actividad de sus comunicaciones hostiles supone una preocupación para los aliados porque es el modo de que puedan intentar modificar la percepción y difundir propaganda y desinformación para polarizar las opiniones. Las comunicaciones de la OTAN continúan basadas en una sólida evaluación y comprensión de la información en general dentro de la que se opera.
Esta evaluación es más que un tweet, seguir el posible alcance de un mensaje, vigilar los canales digitales o leer la información disponible a todos. Todo eso es importante –como lo es vigilancia y análisis en profundidad de los medios-. Al mismo tiempo, OTAN y socios deben observar, decidir y actuar la información fuera de los medios, dentro del contexto de los objetivos y las comunicaciones de la OTAN. Es competir efectivamente dentro del ámbito de la información.
Durante las Trident Juncture este experimento intentaba validar un concepto de Initial Information Environment Assessment usando datos reales en tiempo real. Este concepto subraya una metodología, asigna papeles y responsabilidades y promueve el empleo del análisis de datos y tecnologías que colaboran en OTAN y socios.
Quienes emiten comunicaciones en la estructura de mando de la OTAN, naciones aliadas y organismos de apoyo trabajan todos los días para entender el ámbito de la información añadiendo muchos aspectos, incluyendo la ciencia de los datos en sus puntos de vista. Los analistas usan varias técnicas para vigilar las comunicaciones de las maniobras y lograr más conocimiento sobre las reacciones a cuanto OTAN dice (las comunicaciones “propias”), lo que puede decir el adversario (comunicaciones “hostiles”) y lo que dice cualquier otro (comunicaciones “imprevistas”). Todo ello se mide con los objetivos de comunicaciones de OTAN.
El Joint Force Command de Nápoles ha creado una Information Fusion Cell, en Oslo, Noruega, durante las maniobras del 25 de octubre al 7 de noviembre. Personal de los cuarteles generales OTAN, mandos conjuntos de Nápoles y Brunsum, Allied Command Transformation, naciones que han contribuido, empresas privadas y el país anfitrión han trabajado juntos en la Cell (Célula) para ejecutar esta experiencia de Information Environment Assessment.
La Célula sacó conclusiones de una red distribuida de analistas de vigilancia usando canales múltiples de información y datos vía una variedad de tecnologías. Luego, un grupo de analistas estratégicos armonizaron estas conclusiones en el contexto de las condiciones de información y objetivos de comunicación OTAN para hacer un informe al director de la Célula y mandos superiores. La validación de este concepto de Information Environment Assessment fue una experiencia operativa –prestándose una cuidadosa consideración a la efectividad de la misma, su valor añadido y lecciones aprendidas-.
Debido a que los cambios en el ámbito de la información continúan afectando a la percepción general de lo que pasa en el mundo, la Alianza continúa analizando tal ámbito de modo continuado. Quienes están a cargo de las comunicaciones en la Alianza establecen objetivos de comunicación y modos de relatar las actividades de la OTAN mientras evalúan su efectividad sobre una base continuada. En Trident Juncture hemos probado una nueva metodología de uso de los medios de colaboración para evaluar el ámbito de la información. La armonización de los resultados de la información, junto con un entendimiento holístico de los efectos y posibles futuros acontecimientos, mejorarán las decisiones que tomen los aliados y capacitarán a la OTAN para comunicar más efectivamente sobre sus actividades y valores.
Jay Paxton, jefe de Public Affaris en Allied Command Transformation de OTAN.
Nato Review, 16 de noviembre de 2018
Por la trascripción:
Leopoldo Muñoz Sánchez
Coronel de Intendencia ET (R)