MACRON, FRANCIA Y ALGO MÁS Juan Chicharro Ortega. General de División de IM (R.)

Macrom: Una nueva Europa más fuerte

El reciente anuncio del Presidente Macron de restablecer el servicio militar obligatorio en Francia, si bien tan sólo de un mes de duración y con el nombre más amplio de servicio nacional universal, ha levantado no sólo sorpresa sino  ciertamente interés por estos lares; de hecho en este mismo BLOG son dos los artículos referidos a este asunto ya.

Para entender las razones de esta decisión parece oportuno profundizar en la figura de esta persona y cuál es su visión de Francia en el mundo globalizado de hoy.

Macron, convencido europeísta, tiene bien claro que el pueblo francés demanda un Estado fuerte liderado por un poder central y que Francia funciona mucho mejor cuando su Gobierno se dedica a la gobernanza de la nación en lugar de dedicarse a servir como vehículo de rivalidades ideológicas y personales. Sentimiento  nada novedoso en Francia desde los tiempos de la revolución francesa y  constante a lo largo de los últimos doscientos años. Recordemos cuando De Gaulle tras la crisis de la cuarta República instauró una Constitución mediante la cual se otorgaba al Presidente poder suficiente para dominar el desastre rupturista del antiguo sistema de partidos.

Sólo De Gaulle y probablemente Mitterrand ejercieron el poder con toda su amplitud a pesar del gran poder otorgado por la Constitución y ahora aparece Macron con la aparente ambición de ser algo más que un simple Presidente. Se intuye su ambición de considerarse destinado a perfilar como debe ser Francia en el siglo XXI. Una Francia profundamente ligada a la idea de Europa donde el liderato sea compartido con Alemania y en la que la Unión Europea tenga un rol económico crucial en un mundo multipolar.

Una Francia fuerte y unidad

Macron pretende para ello conseguir esta ambición desde la perspectiva de una Francia fuerte y unida describiendo él mismo esta estrategia como un centrismo radical con un sentido acentuado del espíritu nacional.

Desde una perspectiva económica todo apunta a que los números están a su favor y así vemos como desciende el desempleo, crece el PIB, el consumo UE. Tal parece que el denostado jacobinismo, así denominado por estos lares, en Francia tiene efectos positivos.

Francia y Alemania

La cooperación y actuación conjunta de Francia con Alemania marcan el devenir de la UE y esto sólo es posible con una Francia fuerte en todos los aspectos, algo además esperado y compartido por Angela Merkel.

Para Macron la integración europea sirve a los intereses de Francia y de ahí su profundo europeísmo y tiene clara su ambición de conseguir una UE competidora de China y los EEUU.

Macron es decididamente atlantista y fielmente comprometido por lo tanto con la OTAN más ve a Francia como mediadora entre los EEUU y los demás aliados algo sólo posible desde una Francia potente en todos los aspectos, sobre todo el militar. Pragmático y conocedor de la historia y la geopolítica se le ve deseoso de comprender la posición de Putin respecto a Ucrania, una posición en parte contraria a la de los EEUU, como es sabido.

Europeísta, y atlantista, Macron pretende colocar a Francia como eslabón fundamental de una Europa fuerte en donde conjuntamente con Alemania sea  base de la misma, algo sólo alcanzable desde una posición nacional poderosa.

El restablecimiento del servicio militar obligatorio, siquiera sea en la forma tímida apuntada, no tiene otro objetivo distinto a la de la vertebración de Francia en su espíritu nacional y para ello considera necesario imbuir en la juventud ese sentimiento nacional de la Francia unida tal como lo fue en el pasado.

Y mientras esto sucede en nuestro vecino del norte, España camina por derroteros bien diferentes enfrascada en luchas tribales y taifales debilitadoras de la fuerza de la unión de la nación. La posibilidad de la presencia de España en esa Europa futura formada en su núcleo por Francia y Alemania se difumina cada vez más por  la incompetencia y ambiciones particulares de una inmensa cantidad de políticos nacidos de la nada.

Servicio Militar obligatorio: vertebración de Francia en su espíritu nacional

El espectáculo circense observado estos días con un prófugo de la justicia deambulando como pez en el agua por Europa denota la incapacidad del Gobierno y de la oposición, atascados ambos en su corta política de miras respecto al futuro de España. Y para colmo de males vemos al prófugo Puigdemont desenvolverse con suma facilidad por los medios europeos merced a su soltura en el uso perfecto de inglés y el francés cuando vemos a nuestros últimos Presidentes incapaces de salir de sus aldeas sin intérprete.

Pues no, España no está por desgracia ahora en condiciones de emular a Macron, y a Francia, enzarzada como está en luchas de aldea muy al contrario de lo visto al norte de los Pirineos donde se busca la fuerza de la unión.

Juan Chicharro Ortega. General de División de Infantería de Marina (R.)  

Blog: generaldavila.com

25 enero 2018