Manifiesto de 177 militares retirados por «el soldado de España»

Manifiesto de 177 militares retirados por «el soldado de España»

Estos militares «de todas las graduaciones en situación de retiro y por tanto con pleno derecho de libertad de expresión» –la Ley no se lo permitiría de continuar en servicio activo–, han decidido dar un paso al frente ante los «permanentes ataques a la persona del general Franco» por parte de «la izquierda política y todos sus medios afines», que «han desatado una campaña sin medida y difícilmente comprensible, salvo por su empeño visceral de revancha para borrar medio siglo de nuestra Historia», reza el texto, «mediante el intento final de hacer desaparecer definitivamente al principal artífice de que esa Historia no desapareciera».
Los generales, jefes y oficiales –aunque figura también un sargento primero– dicen expresarse «amparados» en las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, como «herederos y depositarios de la tradición militar española», que les insta a homenajear «a los héroes que la forjaron» como «deber de gratitud».
Los 29 generales, 1 amirante, 105 coroneles, 15 tenientes coroneles, 12 comandantes, 2 capitanes, 11 capitanes de navío, 1 capitán de fragata y un sargento primero se apoyan en la hoja de servicios de Franco como eje de la defensa de su legado. Por ello recomiendan a los «empeñados en descalificar de forma absoluta y sin paliativos la conducta de un militar ejemplar» su «lectura sosegada y objetiva» para comprobar «cómo siempre solicitó los puestos de mayor riesgo y fatiga, disciplinado, subordinado y siempre preocupado por los soldados a sus órdenes». Recuerdan en su declaración que, a la llegada de la II República, «independientemente de cómo se proclamara, fue leal, cerró por mandato la Academia General Militar» que estaba a su cargo «y a las órdenes del Gobierno de la República dirigió la acción militar que sofocó la sublevación de Asturias en 1934».
Posteriormente, aseguran, Franco «asumió la responsabilidad que le entregaron sus compañeros de armas para ejercer el mando único de la España agredida y asediada por el comunismo internacional aceptado y adoptado por el Frente Popular».
Estos militares ya retirados del servicio consideran que «de los años posteriores a la contienda se cuentan ahora sucesos que sacuden la sensibilidad de los más fuertes» al «criminalizar cualquier actitud por justa que fuera». Es por ello que insisten en defender «la imagen militar del general Franco, claramente definida en su hoja de servicios», y lamentan las «acusaciones» actuales «con el único fin de que las nuevas y futuras generaciones ignoren y si es posible desprecien un periodo importante de su propia Historia, tratando de justificar con ello un falso progreso que oculta la realidad del actual desmoronamiento territorial de la nación y la manifiesta desigualdad de los españoles».
Por todo ello, los firmantes del manifiesto solicitan «a los directores y actores de esta campaña infame retomar la verdad histórica» y «terminar con su perversa pretensión de exhumar los restos de Franco y la posterior transformación o destrucción del símbolo de la reconciliación que le alberga junto a tantos combatientes de la Guerra Civil», en referencia al Valle de los Caídos, del que se ha hablado convertir en un «centro para la Memoria».