MAR NEGRO: INTERSECCIÓN CRÍTICA

Qué ocurre en el Mar Negro y cómo afecta a la OTAN

La región del Mar Negro posee un significado crucial para Europa al ser un importante cruce y una intersección crítica de los corredores este-oeste y sur-norte. Son muchos expertos los que creen que quien lo controle o domine puede proyectar fácilmente su poder sobre el continente europeo, principalmente en los Balcanes y Europa central pero también en el Mediterráneo oriental así como el sur del Cáucaso y el norte de Oriente Medio.

La región es el lugar donde se encuentran tres miembros de la OTAN (Bulgaria, Rumanía y Turquía) y varios socios, de modo que cualquier situación de inestabilidad u hostilidad en la zona repercute directamente sobre la Alianza. Las acciones de Rusia fueron el centro de la Cumbre de Varsovia en 2016, donde se declaró claramente que “las recientes actividades y política de Rusia han reducido la estabilidad y seguridad aumentando lo imprevisible y modificando la situación de seguridad”.

Durante los últimos años Rusia ha incrementado constantemente su posición militar acompañándola de una campaña intransigente y clara de información. La mayor parte de los expertos sobre Rusia estiman que Moscú lo hace primariamente persiguiendo su estratégico objetivo de una mayor situación de poder y el establecimiento de zonas de privilegiada influencia.

Los hechos apoyan esta afirmación. Las últimas y posiblemente más graves amenazas a la situación de seguridad europea, en abierto desafío al orden mundial, han tenido lugar en la zona del Mar Negro: el conflicto de Rusia con Georgia en 2008, su ilegal anexión de Crimea en 2014 y su continuada actividad desestabilizante en Ucrania oriental. Aparte del empleo del armamento convencional, Rusia está aplicando medios asimétricos de guerra destinados a perturbar e incapacitar las decisiones de soberanía de los países y sus procesos de democratización e integración euroatlántica.

Principales problemas para la OTAN

Los problemas de seguridad en la zona del Mar Negro se hallan interconectados e inextricablemente ligados en el más amplio contexto de la seguridad euroatlántica.

La posición militar rusa y A2/AD

Anti-Access/Area Denial (A2/AD) es un término militar para describe la situación en la que un país despliega sistemas de armamento, con frecuencia de largo alcance, para impedir a las tropas adversarias la libertad de movimientos en el teatro de operaciones. Misiles tierra-aire, misiles tierra-tierra balísticos o de crucero y misiles contra barcos constituyen la capacidad más usada para constituir un A2/AD. Se pueden añadir elementos adicionales al sistema –por ejemplo aviones avanzados, barcos y submarinos así como capacidad de superioridad aérea y control de las aguas del mar. Unas mejores comunicaciones, sistemas de vigilancia y ciberguerra contribuyen también a esta amplia red A2/AD que intentará afectar al espectro electromagnético y privar de su uso a las tropas adversarias.

El concepto A2/AD no es nuevo, pero el despliegue de cantidades sustanciales de este nuevo equipo militar plantea interrogantes sobre el propósito e intenciones ocultas en la actuación de Rusia. Ya en 2010 el programa de armamento de Rusia concedía prioridad a una mejora significativa de la capacidad de la flota del Mar Negro. En 2015 y 2016 esa flota recibió el primero de seis submarinos clase KILO mejorados y la primera fragata de la clase Admiral Grigorivich. Vinieron a añadirse al complejo sistema A2/AD con sus misiles de largo alcance contra barcos así como los misiles crucero de largo alcance de tierra.

La perversa influencia de Rusia

Algunos países de la OTAN y ONG han mostrado su inocencia sobre las perversas actividades rusas destinada a erosionar las instituciones democráticas explotando las características de las economías y sociedades libres. Numerosos informes describen los instrumentos y las opciones que Rusia emplea. Entre las acciones más visibles se sitúa la campaña de propaganda activa que intenta crear, o reproducir, nuevos contenciosos históricos que afecten a la cooperación en la región mientras, al mismo tiempo, socava la confianza en las instituciones euroatlánticas –incluyendo tanto a la OTAN como a la UE-.

El resultado es que toda la zona, incluyendo a los países individuales, es más débil, menos abierta a la integración y peligrosamente inclinada a la subversión. Un instrumento regular elegido es la difusión de noticias falsas y teorías de la conspiración, muchas de las cuales sugieren una agenda oculta occidental. Más frecuente la intención es alimentar agravios que afectan a la sociedad, incluyendo el apoyo a los partidos políticos anti-OTAN y antieuropeos, fomentando el euroescepticismo en general. Una tendencia reciente revela esfuerzos para polarizar más a las sociedades que han mostrado ya signos de división sobre la inmigración o los valores democráticos liberales.

Conflictos latentes

Los conflictos postsoviéticos latentes (con frecuencia denominados “congelados”) se concentran en el Mar Negro. Dan lugar a “zonas grises” que potencialmente podrían, o lo hacen ya, fomentar el crimen, el contrabando y la radicalización. No es difícil ver cómo Rusia los explota para intimidar a los antiguos países de la Unión Soviética ahora independientes.

Para la OTAN esto es claramente un desafío dado que todos los conflictos esconden posibilidades de desestabilizar rápidamente la región. La Global Strategy de la UE, adoptada en 2016, identifica igualmente estos conflictos latentes como problemas “para el orden de seguridad europeo”.

(In)seguridad de la energía

Como el Mar Negro es un corredor clave de recursos para la energía, un asunto importante es la seguridad del suministro. La actual situación de seguridad plantea también preocupación sobre la capacidad de explotación de crudos fósiles en las costas. Al mismo tiempo, la interdependencia de las importaciones de gas crea implicaciones políticas inevitables, por lo que esas importaciones son usadas con intenciones políticas. No obstante, los países de la UE y otros han tomado medidas sobre el asunto, de modo que el mercado del gas natural está empezando a parecerse al del petróleo, donde es el precio –más que el emplazamiento- determina las operaciones. Por supuesto, existe una gran necesidad de conexión entre las redes locales de gas en Europa.

Seguridad de las líneas de comunicación

Durante miles de años la región del Mar Negro ha sido la intersección de las comunicaciones entre Europa y Oriente Medio, desde los Balcanes orientales al sur del Cáucaso. La seguridad de estas comunicaciones es fundamental para el comercio y la prosperidad de la región y zonas próximas. En este contexto es evidente que la actual inestabilidad afecta al desarrollo económico y el potencial de la región que el comercio marítimo y una más intensa integración económica podría destapar.

Respuesta de la OTAN

La OTAN ha dejado claro en muchas ocasiones que la Alianza no tenía intención de desplegar tropas en el este o el sureste de Europa. No obstante, la ilegal anexión por Rusia de Crimea ha inducido a la Alianza a meditar sobre su tarea fundamental –la defensa colectiva- y asegurar su crédito. Se han tomado unas medidas para reforzar la presencia de la OTAN en la región del Mar Negro que suponen una respuesta defensiva y proporcionada al empleo por Rusia de las tropas contra sus vecinos del Mar Negro. Al mismo tiempo, los aliados han acordado mantener canales de comunicación abiertos con Rusia, demostrando así su voluntad de asegurar la previsión y la transparencia.

El punto de vista dual

La región del Mar Negro es el flanco suroriental de la Alianza. A la vista de la realidad regional y los problemas de seguridad, la OTAN ha reforzado su posición de disuasión y defensa con medidas adecuadas de presencia temprana. Suponen una demostración en tiempos de paz de la resolución de la OTAN a asegurar una disuasión efectiva y una defensa colectiva creíble.

Las medidas incluyen un componente tierra –una brigada multinacional para instrucción integrada- así como otras para reforzar la presencia marítima y aérea en la región.

Entre las anunciadas lo siguiente ha sido ya desarrollado:

La brigada multinacional en Craiova, de la que Rumanía es la nación marco, forma el componente tierra. Actualmente diez aliados –Bulgaria, Canadá, Alemania, España, Hungría, Italia, Luxemburgo, Holanda, Polonia y Portugal- se han comprometido contribuyendo al cuartel general y coordinando una mejor instrucción.

En la presencia aérea Canadá e Italia están reforzando el esfuerzo de Rumanía y Bulgaria de vigilancia aérea.

En el mar está presente una fuerza marítima de la OTAN con más barcos y maniobras navales. Dentro del Mando Marítimo de la OTAN se ha establecido un centro funcional del Mar Negro que se centra sobre aspectos de seguridad regional específica y mantiene lazos intensos con las marinas regionales.

Por último, pero no lo menos importante, una nueva iniciativa mejorada de instrucción intenta lograr más coherencia en el esfuerzo.

A la vista de la nueva actitud militar rusa y no obstante la de disuasión y defensa que la OTAN ha desarrollado en respuesta, la Alianza se ha comprometido a seguir una vía dual. De acuerdo con la Cumbre de Varsovia, mientras refuerza la capacidad de disuasión y defensa, la Alianza sigue abierta a un diálogo concreto y significativo con Rusia basado en la reciprocidad. El Consejo OTAN-Rusia se ha reunidos seis veces desde abril de 2016 concediendo a los laidos la oportunidad de debatir abiertamente con Rusia asuntos relativos a actividades militares, transparencia y reducción.

Proyección de estabilidad y compromiso con socios

En la Cumbre de Varsovia los aliados manifestaron que unos vecinos de la OTAN más estables significan más seguridad para ella y que “… frente a los antecedentes de una situación de seguridad global inestable… la OTAN intenta contribuir más al esfuerzo de la comunidad internacional para proyectar la estabilidad y reforzar la seguridad fuera de su ámbito, contribuyendo con ello a la seguridad absoluta de la Alianza”.

Para ello los aliados han aumentado su atención sobre zonas de mayor riesgo y comprometido con socios de la región del Mar Negro mediante todo un espectro de sus instrumentos de seguridad cooperativa. Esto incluye consultas regulares sobre la evaluación estratégica de la situación de seguridad en el Mar Negro, planeamiento de las maniobras correspondientes y apoyo práctico acelerado a Georgia, Moldavia y Ucrania.

La OTAN se ha mantenido firme en no reconocer la ilegal anexión de Crimea, reiterada durante la visita del Consejo del Atlántico Norte a Kiev en julio de 2017. Además de su apoyo político la OTAN ha aumentado en grado significativo su apoyo práctico a Ucrania facilitándole apoyo adecuado a la reforma de su sector de seguridad y defensa así como desarrollar su capacidad mediante un Comprehensive Assistance Package acordado en la Cumbre de Varsovia. Algunos de los elementos del mismo están directamente relacionados con la seguridad en el Mar Negro. Por ejemplo, gracias a un proyecto regional de seguridad del espacio aéreo Ucrania mejora su capacidad para gestionar sus incidentes de seguridad aérea. Otros proyectos apuntan a mejorar su capacidad para asegurar el mando y control y la conciencia de la situación. La OTAN contribuye también al desarrollo de la Escuela Naval de Ucrania, que fue mudada a Odesa tras la anexión ilegal de Crimea.

Georgia es uno de los Enhaced Opportunities Partners de la OTAN que permite una amplia interacción política y práctica. Item más, el Substantial NATO-Georgia Package de cooperación en el campo de constitución de la capacidad de defensa, iniciada en la Cumbre de Gales de 2014, ha ido evolucionando para atender la evolución negativa de seguridad en el Mar Negro. La iniciativa incluye el apoyo a 13 áreas que abarcan los tres ejércitos. Implica asesoramiento y enlace estratégicos, constitución de capacidad de defensa, actividad de instrucción y maniobras multinacionales.

El compromiso de la OTAN con Moldavia también ha aumentado, a solicitud de su gobierno, para apoyo a la constitución de defensa y reformas. En la Cumbre de Gales se acordó un Defence Capacity Building Package y establecido una Liaison Office en Chisnau a finales de 2017.

Mejorar la seguridad en la región

La OTAN tiene la confianza política de sus 29 miembros y la capacidad de defensa más avanzada a su disposición para la defensa de cada uno. El apoyo político a sus socios y la ayuda a constituir unas instituciones correctas de defensa generan la capacidad de proteger sus soberanías nacionales.

La OTAN tiene todavía ciertas limitaciones. En particular está resultando difícil adaptarse y responder a las tácticas y amenazas híbridas, analizar con detalle las perversas operaciones rusas. Tales actividades bordean la guerra tradicional si bien que fuera del campo de la defensa. Por tanto, es responsabilidad de cada país desarrollar su capacidad de recuperación institucional y de la sociedad para contrarrestar tales tácticas.

No obstante, la OTAN cuenta con un socio natural que puede suponer un tremendo valor añadido para resolver todos los problemas mencionados –la Unión Europea-. Veintidós aliados son también países de la UE. Por consiguiente, lo natural en ambas organizaciones es trabajar juntos para promover el desarrollo de la región del Mar Negro y atender sus problemas de seguridad. Por supuesto, que ambas organizaciones han acordado reforzar la cooperación en vista de los problemas comunes en el este y el sur, incluyendo contrarrestar las amenazas híbridas, mejorar la capacidad de recuperación, constituir la de defensa, ciberdefensa, seguridad en el mar y maniobras. En particular, la UE puede ser un valor añadido en promover la democracia y el buen gobierno –ésta es el fundamento básico para lograr una estabilidad duradera y a largo plazo en la región del Mar Negro-.

Pavel Anastasov es titulado en ciencias políticas que fue Head of Unit for Strategy and Analysis en el gobierno del presidente de Bulgaria Rosen Plevneliev (2012-2017) y Viceministro de Defensa de Bulgaria (2014). En la actualidad está en la División de Asuntos Políticos y Política de Seguridad de la OTAN.

NATO Review, 25 de mayo de 2018

Por la trascripción:

Leopoldo Muñoz Sánchez

Coronel de Intendencia ET (R)