NATO: JUVENTUD COMPROMETIDA

MÁS “ME GUSTA” POR DEFENSA Y SEGURIDAD: COMPROMETER A LA JUVENTUD

La desinformación no es cosa nueva pero hoy –gracias a los medios sociales- los actores malignos, de dentro y de fuera, pueden manipular la verdad y llegar a millones de personas con un “click”. Una tal táctica tuerce la información, evade la crítica, distrae la atención de las cuestiones reales y defrauda a la audiencia con idea de minar la recuperación completa de la sociedad. Es fundamental contrarrestar eta amenaza híbrida educando y preparando a los habitantes de la comunidad trasatlántica –especialmente a los más jóvenes-.Con los Aliados celebrando el LXX Aniversario de OTAN y subrayando su continuada relevancia frente a la amplia gama de problemas de seguridad, este año ofrece una oportunidad excelente para estimular un mayor interés de la juventud en asuntos de defensa y seguridad. Un prometedor comienzo fue el primer “NATO Engages” celebrado en los flecos de la Cumbre OTAN de julio de 2018. Se experimentó con un nuevo formato de compromiso y el 35% de los participantes del mundo trasatlántico fueron menores de 35 años (yo asistí como “Futuro Líder”). La juventud fue también uno de los contenidos de la segunda celebración de “NATO Engages”, que tuvo lugar en Washington, en abril, para celebrar el LXX Aniversario. Item más, la tercera celebración, que debe ser en la futura reunión de dirigentes OTAN en Londres en diciembre, espera aumentar la participación al 50%.

Aparte de estas prometedoras iniciativas, más se podría hacer para atender las expectativas de la juventud así como aumentar la conciencia de la situación y estimular la contribución a la seguridad trasatlántica. Un proceso de compromiso más orientado a la juventud como estilo de vida podría estar diseñado para ofrecer oportunidades de mejora profesional y oportunidades sociales para cultivar una relación personal con asuntos de defensa y seguridad. Sólo estimulando la propiedad e incentivando la participación en este campo se tomará la juventud de hoy un serio interés por estas cuestiones mañana.

Aunque totalmente conectados a los medios, los jóvenes y la Generación Z (la que serán adultos en la segunda década del siglo XXI) no están por lo general bien informados sobre defensa y seguridad. Demasiado jóvenes para recordar la existencial amenaza de las armas nucleares durante la Guerra Fría, los horrores de las guerras de Yugoslavia, su introducción a la seguridad se ha visto conformada principalmente por las postrimerías de los ataques terroristas sobre EEUU el 11 de septiembre que llevaron a la intervención en Afganistán así como a la más reciente aparición de ISIS/Daesh.

Los problemas de seguridad hoy tienen poco que ver con los del pasado. Aunque se han reproducido algunos, tales como las rivalidades entre las grandes potencias y el valor disuasorio del armamento nuclear, la aparición de actores que no son países y la guerra híbrida están volviendo a configurar la arquitectura global de la seguridad. No obstante, permanece una constante: en su nivel más básico la seguridad es un tema inclusivo que puede reunir a diversos grupos de personas para trabajar conjuntamente en asegurar seguridad y estabilidad. Este concepto es una poderosa herramienta de compromiso y una oportunidad que no se debería malgastar.

Introducir la seguridad en el quehacer diario

Los asuntos actuales de seguridad tienen que ocupar más espacio en los medios diarios así como los canales de los sociales. Incontables ejemplos globales justifican su mayor visibilidad y los dirigentes políticos en todos los escalones de gobierno del ámbito trasatlántico podrían hacer más para promoverlos. Aunque esto no es cosa de una noche, aumentar el estado de los asuntos de defensa y seguridad podría filtrarse en los medios sociales metiéndolo en el radar de la juventud.

A tal efecto, OTAN y Aliados podrían aumentar el esfuerzo en sus comunicaciones para comprometer a más jóvenes y civiles en seguridad y defensa así como presentar un rostro más humano de la Alianza. Esto equilibraría las imágenes más tradicionales de tropas y equipo (en ocasiones denominadas “military porn” o “milporn” que tiende a atraer a algunos jóvenes, pero puede producir rechazo en otros).

El video WeAreNATO de la comandante noruega de un carro, Tte Silje Johansen Willassen, como parte de la “enhaced Forward Presence” (eFP) en Lituania es un muy buen ejemplo de imagen con un mensaje positivo de presencia femenina que logra una gran audiencia. Lo efectivo de emplear una persona joven como portavoz para atraer a la juventud hacia los medios sociales con contenido sobre OTAN y sus operaciones ha sido demostrado por la Teniente noruega Lasse Lokken Malberg cuya cobertura de Trident Juncture 2018 –las mayores maniobras OTAN desde el fin de la Guerra Fría- en su cuenta de instagram se hizo viral. Otros buenos ejemplos de contenido que humanizan de modo satisfactorio OTAN son las imágenes que recogen momentos de camaradería entre aliados, tales como los militares lituanos jugando al hockey sobre hielo con los canadienses desplegados como parte de eFP o soldados de estos últimos participando en las marchas multinacionales anuales de Nimega en Holanda.

El compromiso debería también intentar un equilibrio entre las cuestiones tradicionales sobre defensa y seguridad y las prioridades de los más jóvenes. La juventud de hoy no vive bajo el inminente temor de ataques nucleares y, de modo en particular, la de la parte occidental de la Alianza (EEUU, Canadá, Europa Occidental) concede menor valor a los asuntos fuertes de la seguridad en comparación con los nacidos en el “baby boom” (esto es, los nacidos entre 1946 y 1964).

Consideremos las respuestas d los americanos preocupados por la seguridad nacional en la iniciativa Security 2040 de la Rand Corporation. Sobre el programa nuclear de Corea del Norte el 82,7% de los del “baby boom” lo estimaron como una grave amenaza en comparación de sólo el 63,5% de los jóvenes. El mismo resultado se extiende a la percibida amenaza de los extremistas islamistas tales como Al Qaeda o ISIS/Daesh, que un 80,1% de los más mayores consideraban una amenaza en comparación con un 64,5% del otro grupo. Las conclusiones de todo el estudio sugieren que el público en general de EEUU, especialmente los jóvenes, antepone la procura de recursos para asuntos de seguridad interior que para política exterior.

El éxito internacional del movimiento de estudiantes que suspenden clases para participar en un manifestación para prevenir el futuro calentamiento global, “Fridays for Future”, indica que muchos jóvenes lo consideran como la amenaza más importante. Esto abona el argumento de aumentar el esfuerzo para integrar más contenido dedicado a cuestiones de seguridad más moderadas, como la conservación del medio ambiente, operaciones para paliar desastres y ayuda humanitaria, con idea de atraer más jóvenes.

Por supuesto que no se puede generalizar en exceso –la juventud no es bloque monolítico y hay que matizar-. La percepción de la amenaza y la visión de la geopolítica varían entre las distintas partes de la Alianza. Por ejemplo, la juventud de los Países Bálticos está claro que se interesan más por una seguridad fuerte y por ver el valor de OTAN en la situación actual de seguridad que la de otros.

Atraer nuevas partes interesadas

Concretamente, el interés por la juventud tiene que lanzar una red más amplia para diversificar nuevas partes interesadas. La insistencia en reclutar mujeres subvaloraría este proceso de apoyar una mayor paridad de género en el ámbito de seguridad y defensa trasatlántica. Más consultas con Women in International Security (WIIS) así como Brussels Binder podría proporcionar una valiosa directriz sobre cómo comprometer de modo efectivo mujeres profesionales cualificadas.

Tradicionalmente el esfuerzo de compromiso se ha centrado en atraer y mantener a los jóvenes y las personas de la Generación Z que ya han mostrado interés por defensa y seguridad. Aunque atraer sólo a este segmento aseguraría una fuente de gente con interés a largo plazo sobre el tema, se corre el riesgo de disuadir a los jóvenes con antecedentes en la ciencia o economía de implicarse en seguridad y defensa debido a su naturaleza elitista. Por ello, el proceso de compromiso debe centrarse en construir una nueva serie de ecosistemas y fomentar el talento.

Por ejemplo, mientras los banqueros jóvenes de Londres realizan gran parte de su negocio basado en los mercados financieros mundiales, tienen un interés material en entender la dinámica internacional actual de seguridad y cómo podría afectar al movimiento de bienes como la energía así como al comercio de productos. El mismo interés por la seguridad se podría ampliar a los emprendedores y empresas nuevas europeas, quienes deberían conocer las nacientes amenazas planteadas por actores estatales y no estatales que podrían comprometer potencialmente sus redes, logística y las nubes de sus sistemas informáticos. Por tanto, la adopción de un proceso más amplio de compromiso podría ayudar a aumentar la conciencia y el apoyo a la Alianza e, incluso, actuar como una herramienta de reclutamiento más efectiva.

En relación con una audiencia basada en la juventud en un ámbito físico, bueno será considerar y poyar más actos en los que desplegar jóvenes profesionales o expertos para hablar de seguridad y defensa. Pueden encontrar más fácil conectar con jóvenes y Generación Z y puede servir como modelos de actuación para la implicación en este campo. Con ello no se quiere decir que los anteriormente embajadores y altos cargos militares retirados no tengan un importante papel en el proceso de comprometer. No obstante, en lugar de ser el foco de este proceso, su estatus pudiera ser más efectivo si se les concede un papel complementario. Este concepto estuvo en el último “NATO Engages” en Washington, donde Karlijn Jans, anterior miembro del GLOBSEC Young Leaders Forum (GYLF) y ahora Asesor de Política de Defensa de la Embajada Británica en La Haya, compartió la tarima con en anteriormente Comandante del Ejército de EEUU en Europa, el ministro de Asuntos Exteriores lituano y el presidente de la Conferencia de Seguridad de Munich.

Establecer relaciones y resolver problemas

El circuito de conferencias sobre seguridad y defensa en Europa y América del Norte, que intenta integrar un elemento profesional joven, haría bien en considerar aumentar el papel de los jóvenes ofreciéndoles más oportunidades de realizar contribuciones con sentido. Esto incluye actuaciones como moderador o portavoz o, al menos, dejarles participar en los Coloquios. Algunas organizaciones (por ejemplo, el Consejo Atlántico de EEUU, el Foro Atlántico, el Fondo Marshall alemán, GLOBSEC y Jóvenes Profesionales en Política Exterior) lo entienden perfectamente e intentan cultivar mejor la relación de juventud a juventud. Por ejemplo, el GLOBSEC 2019 Bratislava Forum sacó satisfactoriamente la juventud a la palestra seleccionando participantes en GYLF para preparar una breve respuesta política al Informe Anual 2018 del Secretario General OTAN , que fue presentado a la audiencia antes del discurso del almirante Manfred Nielson, Deputy Supreme Allied Commander Transformation. Item más, todos los de GYLF fueron invitados a participar en un Coloquio con el Almirante, cuyo compromiso para generar el interés de la juventud por OTAN ha manifestado en muchas ocasiones. “Si pudiera, sustituiría el 30 por ciento de mi plantilla por jóvenes de menos de 30 años”.

Finalmente, el proceso de comprometer juventud no debiera subestimar el atractivo intelectual de resolver grandes problemas. Mucha de la juventud actual sueña con ser una parte más amplia en pro del bien superior. Ofrecer una participación en seguridad y defensa que sirva a su apetito intelectual podría incentivar su participación y aumentar su predisposición para personarse en la solución. La organización de un “innovation challenge” en 2018 por el Allied Command Transformation, donde diez nuevas y pymes presentaron ideas para derrotar enjambres de drones en tierra y aire, es un concepto que podría ser reiterado y ofrecido con más frecuencia por varios cuarteles generales y Centros de Excelencia OTAN. Con la marejada de complejas cuestiones de seguridad a las que se enfrenta la comunidad trasatlántica, organizar una detallada competición con implicaciones políticas reales podría ayudar a descubrir alguna solución antes descuidada a un problema importante.

Aumentar los “me gusta” en defensa y seguridad entre la juventud es un ejercicio de paciencia. No obstante, la mejora del proceso de comprometer representa una oportunidad para conectar con, y potencialmente preparar, jóvenes y Generación Z en cuestiones de seguridad trasatlántica, como desinformación, y ayudar a asegurar que son un activo, y no un pasivo, a la hora de hacer frente a las actividades amenazadoras.

Roger Hilton es Project Coordinator de GLOBESEC, foro internacional de pensamiento que tiene su base en Bratislava, Eslovaquia.

NATO Review, 14 de agosto de 2019

Por la trascripción:

Leopoldo Muñoz Sánchez

Coronel de Intendencia ET (R)