¿SE PODRÁ REAGRUPAR ISIS?

LECCIONES DE ENTREVISTAS CON SUS EXCOMBATIENTES

Como parte de una investigación más amplia sobre organizaciones terroristas, Vera Mironova ha hablado con excombatientes locales y extranjeros de ISIS (o Daesh) así como gente implicada en la trata de combatientes. Comparte sus conclusiones con los diferentes tipos de combatientes, qué les ocurrió y cuál es su futuro.

Las entrevistas fueron hechas por teléfono durante su trabajo de campo en Iraq, Siria y Turquía de 2013 a 2017, incluyendo su empotramiento en tropas de operaciones especiales de Iraq durante la batalla de Mosul en 2016-2017. La autora ha asistido a procesos relacionados con ISIS en tribunales iraquíes i sigue hablando con excombatientes extranjeros en la actualidad escondidos en Europa Oriental y Asia Central.

ISIS no es un territorio en un mapa –es un grupo de personas en busca de un hogar y, como los últimos años han demostrado, cualquier trozo de terreno desde Oriente Medio a Filipinas puede valer-. Lo único que sería necesario es suficiente gente dedicada a trabajar para ese objetivo. Por tanto, aunque la coalición anti-ISIS haya triunfado en quitarles su territorio en Iraq y Siria, una más importante consideración es si también se le ha quitado suficiente mano de obra, dentro y fuera de la zona de combate, como para ser verdaderamente derrotados. En caso contrario, ¿sería posible para ISIS remontar su contingente y empezar de nuevo?

Para poder entender ciertamente el futuro de su organización armada es necesario entender a la gente que ha constituido ISIS, qué les ha ocurrido y qué podrían hacer.

Mientras muchos de los miembros locales y extranjeros del grupo han caído combatiendo algunos han logrado sobrevivir. Los locales se encuentran ahora en prisión u ocultos. Lo mismo se puede afirmar de los combatientes supervivientes y quienes les apoyan desde el exterior. Sin embargo, muertos o vivos, los miembros de ISIS se unieron y apoyaron originariamente por diferentes razones que podrían ayudar a predecir la actuación futura de los que quedan.

Los caídos

Los caídos de ISIS durante las operaciones contra la organización en Iraq y Siria son de diversas categorías y murieron en diferentes momentos y de diferentes maneras. Según los excombatientes entrevistados, una gran proporción de los que se unieron para morir por la yihad y fueron los más apasionados del grupo fueron voluntarios para las misiones más peligrosas (o, incluso, suicidas) y cayeron al principio del conflicto. Se ha observado que los combatientes experimentados han mostrado una dedicación intensa, combatiendo en ocasiones hasta el último suspiro. En octubre de 2017, cuando ya había caído Raqqa, hablé con uno de ellos –hablante ruso del Cáucaso- que todavía estaba en Al Mayadin (Siria)-. Preguntado si pensaba escapar dijo que no, que combatiría hasta el fin. Ese fin llegó esa misma semana, cuando, junto con su familia, murieron en su casa tras un bombardeo aéreo.

La evidencia de anécdotas de los excombatientes indica que los jóvenes e inexpertos miembros del grupo cayeron en cantidades desproporcionadamente grandes, con frecuencia pagando con sus vidas los errores en los tribunales y en la experiencia-. Incluso algunos se produjeron la muerte mediante, por ejemplo, errores en la colocación de explosivos.

Sin embargo, no todo aquel que ha muerto en ISIS ha sido combatiendo. Algunos han vendido todo y abandonado sus países con destino a Siria junto a sus familias, marchando hacia lo que creían podría ser un utópico estado islámico. No obstante, una vez allí, con frecuencia eran incapaces de salir, atrapados en una situación inestable sin relaciones ni dinero. Tras la caída de Mosul y Raqqa la única salida era la de la trata de personas con un coste de entre 7.000 y 10.000 dólares por persona. Incluso en el caso de poseer ese dinero no habrían tenido ninguna garantía de que el tratante no trabajaba para la seguridad interna de ISIS (llamada Amni), que se quedaría con el dinero y los asesinaría.

Otro grupo de personas dentro de ISIS no estaba de acuerdo con el liderazgo y era considerado peligroso. Estos combatientes integristas habían crecido insatisfechos con la clase de Islam de ISIS y, o bien fueron asesinados en las cárceles de ISIS o –cuando hubo escasez de combatientes- enviados a la línea de frente más peligrosa. Entre ellos estaban los denominados takfiris “extremistas” (musulmanes que acusan a otros musulmanes de apóstatas) que acusaban a ISIS de ser kafirs (no creyentes) cuando se dieron cuenta de que el estado islámico no era la utopía que habían soñado. Según uno d estos “extremistas” que consiguieron sobrevivir, era noticia conocida que otros como ellos fueron enviados desde la cárcel al frente en Kobane, Deir ez-Zor y Hama. (Esto se vio confirmado en otras entrevistas con gente de las tres localidades).

Los supervivientes

Un grupo mucho más pequeño de miembros de ISIS sobrevivió –están, o bien en la cárcel u ocultas-. Los altos dirigentes entendieron que se arriesgaban a ser condenaos a muerte si eran cogidos, de modo que lograron escapar o eligieron caer en combate o –en el caso de quienes estaban en el exterior- renunciaron a rendirse.

Según las entrevistas en Iraq con miembros de las fuerzas armadas, jueces y abogados, aquellos en prisión son combatientes locales de baja categoría que se rindieron o fueron capturados vivos. Un ejemplo es un hombre de 30 años de Mosul, a cuyo juicio asistí en Tel Kaif en enero de 2018: sólo había sido miembro de ISIS los tres últimos meses de la ocupación del grupo habiéndose unido porque no tenía nada para su familia e ISIS le daba 5000 dinares  (unos 5$) por día.

Fuera de Oriente Medio los defensores de ISIS están siendo también arrestados bajo la acusación de terrorismo. Algunos son verdaderos defensores, acusados, por ejemplo, de extender la propaganda de ISIS en internet o facilitar el envío de combatientes al campo de batalla. Otros no querían tener nada con ISIS pero son reos de asociación, habiendo sido arrestados, por ejemplo, por enviar dinero a familiares que estaban combatían en Siria o ir a este país para sacar a su familia.

El resto de los miembros de ISIS están ocultos. Gracias a ISIS no son muchos –su política era matar, in situ, a todo aquel que intentara escapar del grupo y encarcelar a cualquiera que discuta. Sin embargo, por autoselección, el pequeño grupo que lo hizo se mantiene vivo y es potencialmente muy peligroso.

Son combatientes extranjeros que escaparon de ISIS en diferentes momentos. Al principio, según varios de ellos con los que hablé, incluía gente que se fugó con cantidades significativas de dinero del grupo y que ISIS había dado para comprar equipo militar o ejecutar operaciones en el exterior. Uno de ellos, procedente del Cáucaso, recuerda tropas especiales instruidas de modo independiente para futuras operaciones en el Cáucaso. No obstante, según él, se unieron muy pocos combatientes –no sólo la instrucción física era muy dura sino que muchos de los componentes estaban en contra de luchar en el exterior y, en vez de ello, querían que los recursos se usaran para mejorar el nivel de vida en el Califato-.

Un grupo más amplio de combatientes extranjeros empezaron a marcharse en 2014 y 2015, cuando ISIS se encontraba en el cenit de su poder. Fueron los takfiris “extremistas” mencionados antes. Como estaban en contra de ISIS, que los percibía como una quinta columna, intentaron escapar justo para sobrevivir –muy pocos lo consiguieron-.

Con la liberación de Mosul en agosto de 2017 algunos dirigentes de ISIS, que comprendieron que su grupo no recuperaría el terreno perdido, empezaron a abandonar llevándose grandes cantidades de dinero –lo que le permitió vivir y, en el caso de los dirigentes extranjeros, hacerse una nueva personalidad-.

A consecuencia de su autonomía, muchos miembros de Amni pudieron escapar. No sólo tenían acceso a los fondos del grupo sino que muchos eran desconocidos para la coalición anti ISIS, de modo que no tenían que fabricarse una nueva personalidad. Item más, mientras actuaban para ISIS ocultaban su rostro de modo que, una vez libres, otros combatientes y paisanos locales no los reconocieron.

¿Y ahora?

Muchos de los dirigentes locales están aún vivos y en libertad y tienen los fondos. Eso les permitirá no sólo sentirse seguros sino también apoyar a las viudas e hijos de los combatientes de ISIS. Mientras, los combatientes locales que escaparon pero son conocidos se ven obligados a ocultarse en zonas rurales, incluso aun cuando pudieran haber preferidos ser desmovilizados. Algunos pueden seguir participando en la insurgencia. Los miembros desconocidos de Amni se pueden ocultar en ciudades y podrían prepararse para nuevas operaciones urbanas de importancia.

Respecto de los altos dirigentes extranjeros y miembros de Amni que pudieron escapar su experiencia y relaciones les podrían permitir reorganizar el grupo en el nuevo lugar. A causa de su acreditada efectividad, la marca ISIS todavía puede atraer a nuevos miembros para alterar la vida de sus países de origen.

Al mismo tiempo, los combatientes de bajo nivel todavía en prisión en Iraq y Siria y otros países pueden ser quedar libres en las próximas décadas según los abogados entrevistados e Iraq y Rusia. El personal de prisiones y los investigadores se muestran preocupados de que se produzca en las prisiones una mayor radicalización y coordinación, como fue el caso durante la presencia de la coalición militar dirigida por EEUU en Iraq de los campos de concentración tales como Camp Bucca (donde los militares de EEUU dirigieron unas instalaciones para detenidos de 2003 a 2009). Además, los hijos de los combatientes tendrán edad para combatir en la época en que sus padres queden libres  y podrían añadir savia nueva a cualquier grupo reorganizado de ISIS.

Aquellos miembros anteriores que abandonaron ISIS porque no estaban de acuerdo con su ideología o su táctica tienen mucho éxito al explicar a los futuros defensores de ISIS por qué la organización no sobrevivió a sus expectativas. Sin embargo, habida cuenta que están ocultos sin pasaportes u otros medios para apoyarse, sus opciones futuras son limitadas y, con frecuencia, lo único que saben es combatir. Eso les convierte en presas fáciles para las redes criminales. Según un extranjero  anteriormente combatiente, algunos de sus camaradas estaban ya en la actividad de recuperación ilegal de deudas y el contrabando.

El cuadro que surge de esta investigación sobre anteriores combatientes de ISIS indica que es preciso un punto de vista amplio para impedir el futuro desarrollo de ISIS. Ello podría incluir tomar medidas para impedir a sus miembros encarcelados organizar y radicalizar a otros internos; reforzar la cooperación y participación internacional en la inteligencia para reducir los anteriores combatientes; y elaborar programas sobre nueva radicalización y reintegración. Cuando sea posible sería aconsejable intentar estudiar algunas de las cuestiones básicas, tales como el nivel de vida y la discriminación, que pueden haber contribuido al crecimiento de ISIS y atraído a combatientes extranjeros en primer lugar.

Vera Mironova está en un International Security Program en Belfer Centre (Harvard Kennedy School) investigando las organizaciones terroristas.

NATO Review, 9 de agosto de 2018

Por la trascripción:

Leopoldo Muñoz Sánchez

Coronel de Intendencia ET (R)

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