Sevilla y las Fuerzas Armadas

El Ejército de Tierra, al igual que la Armada, está vinculado a Sevilla desde el mismo día de su reconquista al mando del Rey Santo, Fernando III, patrón de Sevilla y del Arma de Ingenieros

No es de extrañar, pues, que Sevilla tenga ese color y calor especial con sus Ejércitos, y se siga volcando con los mismos como lo viene haciendo desde tiempo inmemorial»

El pasado fin de semana se celebraron en Sevilla los actos centrales del Día de las Fuerzas Armadas, cuya implantación se remonta a 1978, cuando se estableció la conmemoración anual de carácter nacional para homenajear a las Fuerzas Armadas y, a su vez, para fomentar su conocimiento e integración en la sociedad.

BARRIO

Cada año los actos centrales, con asistencia de SM El Rey y las más altas autoridades de la Nación, tienen lugar en una ciudad diferente, y en todas las plazas militares se organizan actividades para que los ciudadanos participen de esa celebración.

Pocas ciudades como Sevilla tienen una relación tan estrecha con cada uno de los tres Ejércitos, estando vinculados y enraizados por la Historia común. Sevilla no se concibe sin las Fuerzas Armadas y estas no pueden entenderse sin Sevilla. Desde el mismo instante de su reconquista, las Fuerzas Armadas y Sevilla sellaron una unión que aún perdura.

La relación de la Armada con Sevilla se remonta a esa fecha, donde la intervención de Ramón Bonifaz al frente de una escuadra fue esencial en la capitulación de la musulmana Ishbiliya. La ruptura del puente de barcas unidas por cadenas que enlazaba Sevilla con Triana (Al Troyana) permitió tomar la Torre del Oro en mayo de 1248 y asi, el resto de la ciudad. Previamente, la escuadra de Bonifaz había subido por el Guadalquivir escoltada por tropas de la Caballería cristiana, curiosa acción de protección de la Caballería a buques de la Armada, imposible en mar abierto… A Ramón Bonifaz se le otorga el titulo de primer Almirante de Castilla, aunque no consta su formal nombramiento.

De Sevilla partió la expedición Magallanes-Juan Sebastián Elcano hace ahora 500 años, que circunnavegó el mundo. La vocación marinera de Sevilla continuó desarrollándose, a través del tiempo, tras el descubrimiento de América, quedando como cabecera del tráfico entre España, el Atlántico, el Pacífico y el Índico, hasta el fin de la Carrera de Indias. La Torre del Oro, símbolo de Sevilla y patrimonio nacional donde se ubica un coqueto museo, y la Comandancia Naval siguen siendo fuertes lazos entre Sevilla y la Armada.

El Ejército del Aire desde su creación también está íntimamente unido a Sevilla, especialmente a través de las diversas unidades y centros ubicados en el aeródromo de Tablada, que fue testigo de algunas de las proezas mas importantes de los pioneros de la Aviación española, como la primera tripulación que unió por aire a Sevilla y Madrid, o el primer sobrevuelo del estrecho de Gibraltar por el general y científico Emilio Herrera, o el enlace Aéreo Sevilla-Larache. Es necesario recordar el vuelo SevillaCamagüey en 1933 en el celebre avión Cuatro Vientos del capitán de ingenieros Barberán y el teniente de Caballería Joaquin Collar, quienes tienen un monumento en Camagüey en memoria de su hazaña.

En Sevilla se desarrolló una incipiente industria aeronáutica con el nacimiento de la vieja Hispano-Suiza, convertida más tarde en Hispano-Aviación y que fue absorbida por Construcciones Aeronáuticas SA, creada por el ingeniero militar y aviador Ortiz de Echague, y finalmente integrada en Airbus. En definitiva, el origen de la actual industria aeronáutica sevillana.

El Ejército de Tierra, al igual que la Armada, está vinculado a Sevilla desde el mismo día de su reconquista al mando del Rey Santo, Fernando III, patrón de Sevilla y del Arma de Ingenieros, cuyo cuerpo incorrupto se guarda celosamente en la Catedral de Sevilla, y a quien nuestros ingenieros militares rinden honores cada 30 de mayo. Muchas han sido las unidades del Ejército de Tierra que han tenido su guarnición en Sevilla, continuando al día de hoy algunas de ellas. Mientras tanto, aún queda el recuerdo de otras, desplazadas o disueltas, como el Regimiento de infantería Soria 9, el Regimiento de Artillería 14, o el de Caballería Sagunto 7, cuyo acuartelamiento, otrora distinguido, vive el presente con la tristeza de su abandono, consecuencia de las reorganizaciones que reclama la modernidad. Al igual que la Real fábrica de Artillería, creada en 1565 y cuya línea de tiro se transformó con el tiempo en el sevillanísimo barrio de «Tiro de Línea». Sevilla ha sido sede de Capitanía General desde que éstas se crearon en 1705, cuando la Monarquía Hispánica ajustó su organización a los antiguos reinos que la constituían. Se trataban de trece regiones, entre ellas Andalucia. Con el tiempo sufrió diversos cambios de denominación hasta el actual de Cuartel General de la Fuerza Terrestre, aunque para Sevilla era y es «su» Capitanía General. No es de extrañar pues, que Sevilla tenga ese color y calor especial con sus Ejércitos, y se siga volcando con los mismos como lo viene haciendo desde tiempo inmemorial. Por ello, en Sevilla, resulta de lo más natural que se quiera y se requiera la presencia y participación de «sus» Fuerzas Armadas en los actos de la vida social, política, deportiva o religiosa. Un ejemplo es la relación del Ejército con las Hermandades sevillanas, entre ellas, la Hermandad de La Paz, cercana a Capitanía, cuya advocación no puede ser más adecuada.

Me resulta imposible escribir de Sevilla y las Fuerzas Armadas sin mencionar al Teniente General Don Juan Gómez de Salazar, actual «Capitán General de Sevilla», con quien compartí aulas en la Academia General Militar de Zaragoza, autentico valedor de esa fusión entre Sevilla y las Fuerzas Armadas, un militar de enorme prestigio para una suntuosa y grandiosa Sevilla.

4 jun. 2019    La Razón    Tomás Torres Peral Comandante de Caballería Abogado y Economista