SUECIA Y LA OTAN – 23 AÑOS DE COMÚN ANDADURA

Tras veinte años de cooperación con la OTAN, a partir de Partnership for Peace en 1991, Suecia ha sido uno de los cinco socios al que se le han concedido mayores oportunidades de diálogo y cooperación en la Cumbre de Gales de 2014, la primera a la que asistí como embajador de Suecia en la OTAN. La condición de Enhanced Opportunities Partner (EOP) supuso una plataforma para el desarrollo de una relación más flexible e individual además de otros formatos como socio. Coincidió con la ilegal anexión por Rusia de Crimea y su intervención militar en Ucrania Oriental así como con nuestro presupuesto de Defensa de 2016-2020. Tanto la necesidad de revisar nuestra propia política de defensa como la dramática señal de que una nación europea se preparaba a violar el orden existente de seguridad mediante el poder militar concedieron impulso a la plataforma del nuevo socio.

Reequilibrio de nuestra defensa

En Suecia, como en la mayor parte de las naciones europeas, los acontecimientos de 2014 volvieron a poner la política de seguridad y defensa en el lugar más importante de la agenda política. El final de la Guerra Fría pareció dar paso a la idea de que se había llegado a la paz permanente de modo que las siguientes décadas se caracterizaron por un menor enfoque sobre la defensa. La ausencia de amenazas claras a nuestra seguridad nos hizo abandonar gradualmente nuestro anterior concepto de una defensa fuerte destinada a prevenir y evitar una posible invasión a escala total. Los gobiernos recortaron el presupuesto de defensa. La prioridad se convirtió, primera y principal, en la contribución a misiones internacionales con el objeto de estabilizar Europa y sus proximidades. Se produjo una transición resultante en una versión más débil y peor de la defensa con enfoque particular en las fuerzas expedicionarias.

En la actualidad nuestra mayor contribución militar internacional es a Mali (MINUSMA). Con el tiempo más de 80.000 soldados suecos han servido en misiones de paz de ONU, EU, OTAN y otras en todo el mundo. Suecia ha formado parte de todas las misiones de la OTAN bajo mandato de la ONU y sigue apoyando activamente la Kosovo Force en los Balcanes y la Resolute Support Mission para instruir, asesorar y asistir a la seguridad e instituciones nacionales de Afganistán. Esto ha resultado fundamental a la hora de constituir la interoperabilidad entre las FFAA suecas y los socios internacionales, pero también se debe contemplar como un acto de solidaridad internacional.

Después de la Guerra Fría (1949-1989) y las décadas siguientes del enfoque de la OTAN sobre misiones de gestión de la crisis internacional nuestra nueva condición como EOP también coincidió con la decisión de la OTAN de adaptarse y definir su nuevo enfoque para reflejar las nuevas realidades. La cada vez peor situación de seguridad y la necesidad de que la OTAN se centre en la defensa colectiva y la de Europa subrayó nuestro mutuo interés por trabajar incluso más juntos. La necesidad de considerar el Mar Báltico como una zona estratégica se convirtió en un impulso natural para nuestra más amplia cooperación.

Suecia ha identificado tres zonas de prioridad: la consulta de carácter político, las maniobras militares y compartir información. Durante los tres últimos años hemos cubierto mucho en las tres. En la Cumbre de Varsovia de 2016 la OTAN ha resaltado la necesidad de desarrollar consultas regulares de carácter político, compartió el estado de situación y las maniobras conjuntas con Finlandia y Suecia. Ha sido rentable desde los puntos de vista de formación y rendimiento trabajar con los colegas aliados y la plantilla de la OTAN a la hora de ampliar esta agenda.

Problemas sobre el orden mundial

Nuestros problemas comunes son mayores y más complejos que hace décadas. Las potencias regionales y los actores no estatales están probando su fuerza contra vecinos, otras naciones e instituciones internacionales. Las amenazas son múltiples y más complejas. Disponibilidad y capacidad militares continuarán siendo de vital importancia si bien no bastarán para responder a las amenazas terroristas, cibernéticas o híbridas. Éstas sólo pueden ser contrarrestadas mediante una mayor cooperación internacional, no menor.

A este respecto es esperanzador observar los avances recientes hacia la cooperación OTAN-UE. Suecia ha estado entre los miembros de la UE que han declarado su intención de unirse a la nueva Permanent Structured Cooperation (PESCO) – infraestructura y proceso basados en un tratado destinados a profundizar la cooperación en seguridad y defensa dentro de la UE entre aquellos miembros que sean capaces y estén dispuestos a ello-. UE, OTAN y EEUU, junto con los socios globales, deben continuar sosteniendo un orden mundial basado en las leyes internacionales y el respeto a los derechos humanos. Es importante un fuerte lazo trasatlántico para la estabilidad de OTAN y Europa. Al actuar juntos en los foros, operaciones y maniobras internacionales, elevamos el listón contra la agresión.

Junto con la Carta de la ONU los principios y compromisos de la Organization for Security and Cooperation in Europe (OSCE) constituyen los fundamentos normativos de la seguridad europea. Un elemento clave en todo esto es el derecho de todas las naciones a su integridad territorial y a poseer su propia política de seguridad, incluyendo el principio de que no se pueden modificar las fronteras por la fuerza. Suecia da la bienvenida a la European Deterrence Initiative por EEUU así como la creciente presencia de la OTAN en el Mar Báltico, lo que contribuye a la estabilidad regional en su conjunto. La respuesta de Suecia a la actitud militar agresiva y las acciones imprevisibles de Rusia comprende una defensa nacional más fuerte y una creciente cooperación en seguridad. Combinado con una diplomacia activa mediante el diálogo esto ofrece una oportunidad para reiterar nuestro continuado apoyo a las leyes, valores democráticos y principios internacionales.

 

La política sueca de defensa en transformación

Nuestra seguridad nacional es nuestra principal responsabilidad y está ligada directamente a la paz y estabilidad del norte de Europa. Este año el gobierno sueco ha adoptado una National Security Strategy, un documento marco que define los intereses y amenazas nacionales en diversos campos. La política de defensa de Suecia se centra en dos puntos: aumentar su capacidad militar nacional y profundizar la cooperación con otras naciones y organizaciones. Esta política cuenta con un amplio apoyo parlamentario.

Desde 2015 observamos una nueva tendencia en el gasto de defensa sueco. El gobierno decidió, por vez primera en más de dos décadas, aumentar el gasto de defensa en un 11 por ciento en 2020. El presupuesto se ha visto reforzado dos veces este año mediante un acuerdo entre partidos llevando el aumento total durante los cinco años al 17 por ciento.

Suecia está comprometida actualmente en construir una red de cooperaciones para la defensa. Tenemos una especial y a largo plazo relación con Finlandia, nación también no alineada militarmente y una EOP. Juntas planeamos acciones conjuntas en tiempo de paz y de otro tipo. Trabajamos íntimamente con los países nórdicos y bálticos así como con Alemania, Polonia, Reino Unido y EEUU.

Servicio militar obligatorio, capacidad y capacidad de recuperación

Este año el gobierno sueco decidió reactivar el servicio militar obligatorio. Comenzará desde el 1 de enero de 2018 y se planea alistar/movilizar aproximadamente 4.000 reclutas el primer año.

Otros ejemplos de nuestras prioridades son la renovada presencia militar en la isla de Gotland, creciente instrucción y maniobras. La participación en las más avanzadas y complejas maniobras de la OTAN es fundamental para el desarrollo de la interoperatividad y la preparación de la posible futura cooperación con los socios. Están en construcción dos submarinos de la siguiente generación. Se realizarán inversiones adicionales en guerra antisubmarina. En el campo de la defensa aérea se continuará invirtiendo en una nueva generación de cazas Gripen y recientemente el gobierno decidió iniciar adquisiciones para el sistema Patriot de defensa aérea. Es de esperar una decisión final sobre estas adquisiciones en 2018.

En tanto que la prioridad clave en el presupuesto de defensa es mejorar la capacidad de combatir de las FFAA, eso también incluye el objetivo de recuperar un punto de vista a escala de gobierno sobre seguridad, recuperando capacidad de recuperación en línea con los siete requerimientos básicos adoptados por la OTAN en la Cumbre de Varsovia.

Todas estas medidas comportan el mensaje de que se está tomando en serio la seguridad.

 

Militarmente no alineados, pero no neutrales

Mientras que militarmente no alineada, Suecia ha dejado de aspirar a la neutralidad en caso de conflicto, como fue el caso durante la Guerra Fría. Entonces nuestra doctrina declaraba que éramos no alineados en tiempo de pz con el propósito de mantener la neutralidad en caso de guerra. Al ser miembros de la UE en 1995 la antigua doctrina de neutralidad quedó obsoleta, principalmente con la firma en 2007 del Tratado de Lisboa y su Artículo 42.7 (que supone la obligación sobre los países de la UE de ayudar y asistir con todos sus medios a otro miembro atacado, en línea con el Artículo 51 de la Carta de la ONU).

En 2009 el parlamento sueco adoptó por unanimidad una declaración de solidaridad que desde entonces ha formado parte de nuestra doctrina sobre política de seguridad. Dice: “Suecia no es miembro de ninguna alianza militar. Las amenazas a la paz y nuestra seguridad pueden ser atendidas del mejor modo colectivamente y en cooperación con otros países. Es imposible imaginar conflictos militares en nuestra región que fueran a afectar a un solo país. Suecia no se mostrará pasiva si otro miembro de la UE o país nórdico padece un desastre o un ataque. Esperamos que esos países realicen una acción similar si Suecia se ve afectada. Por tanto, Suecia estaría en posición tanto de prestar como recibir apoyo militar”.

En 2016 el gobierno adoptó el documento “Memorandum of Understanding on Host Nation Support”. El objetivo de este acuerdo con la OTAN es asegurar que Suecia, como anfitriona, puede prestar apoyo efectivo a las actividades militares en su territorio respecto d maniobras, crisis u operaciones militares en su territorio o vecindad. En septiembre de este año hemos realizado las maniobras nacionales Aurora con participación de varios países europeos y EEUU. Han sido las mayores maniobras militares suecas en más de 20 años, con casi 20.000 soldados y más de 40 organizaciones. La transparencia fue un principio directriz a la hora de planear y realizar las maniobras. Conforme el Documento de Viena (acuerdo entre los países de la OSCE participantes que intenta implantar medidas de confianza y seguridad) se invitó a observadores internacionales, incluyendo a Rusia y Bielorrusia.

Socio fiel, pero no miembro

La evaluación positiva de nuestros primeros años como socio EOP ha resultado en una ampliación de esta condición para otros tres años. Estoy convencido de que podemos continuar nuestra cooperación más aún. En tanto que basados en los mutuos intereses y los valores compartidos, debemos tener también en cuenta las limitaciones políticas y militares que distinguen a socios de aliados. Estamos deseosos de consultar con los aliados y la OTAN los posibles pasos a dar y prioridades. ¡Permítaseme finalmente expresar nuestra gratitud por el generoso apoyo que nos han prestado los colegas aliados así como la OTAN para fomentar nuestra condición de socio!

El embajador Malmqvist ingresó en el ministerio de Asuntos Exteriores sueco en 1984. Fue nombrado embajador en la OTAN en 2014. Sus últimos destinos han sido Director General para América y embajador en Grecia.

NATO Review, 11/01/2018

Por la trascripción:

Leopoldo Muñoz Sánchez

Coronel de Intendencia ET (R)