DEFENDER A ESPAÑA ¿PUEDO, DEBO? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

«Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España» (Constitución española).

No desde las Fuerzas Armadas. El derecho lo tiene, la posibilidad de hacerlo realidad no. Un derecho constitucional menos.

-Aznar se equivocó. Trillo también, y con menos estilo.

Fue una concesión más al independentismo catalán. Al 3% en definitiva.

-Ministro de Defensa Trillo en 2001: ‹‹Señoras y señores, se acabó la mili››. Nadie tembló.

-‹‹La tierra no pertenece a nadie. Sólo al viento››. Nadie se inmutó.

-«Sobra el ministerio de Defensa». Todo se resquebrajó.

Quedaron al descubierto.

A España no la defiende Europa. Tampoco la OTAN. No sé si la defienden los españoles. Sé que los porcentajes de los dispuestos se mantienen en cifras preocupantes. En disminución.

En alguna ocasión me han preguntado: ¿De qué o de quién hay que defender a España? No les falta razón. Es muy difícil contestar.

En Europa dan refugio a un presunto delincuente en busca y captura por la justicia española.

En España puedes presidir el Gobierno gracias al apoyo del «presunto de Waterloo» mientras al Parlamento aún llega el olor a goma 2.

Un delito, que lo era, el de sedición, una vez delinquido ya no lo es.

También conceder la amnistía puede ser delictivo y no serlo. Esto es España.

Disfrazamos el muñeco. Se trata de la autodeterminación ya en marcha. El proceso es imparable. No hay defensa posible. Imposible. Fijar fronteras. Acabar con la nación española. Para este progresismo no hay defensa.

Al hablar de los derechos y deberes de los ciudadanos nuestra Constitución dice en su artículo 30.1: «Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España». La cruda realidad es que ni lo uno ni lo otro.

En España todo ese deber y derecho queda reducido a algo testimonial, insuficiente y que no cumple el mandato constitucional.

Servir desde las Fuerzas Armadas es casi imposible. Según los datos del ministerio de Defensa (Secretaría General Técnica) disponemos de 3112 reservistas voluntarios, y 3.017 reservistas de especial disponibilidad. En la actualidad no existen reservistas obligatorios. Eso es todo.

Parece que la pregunta no es retórica: ¿De qué o de quién hay que defenderse? La contestación que más se aproxima es la que da la Constitución: «Artículo 8. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional».

Un galimatías no fácil de entender cuando gobierna quien lo hace para romper con la integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Pues eso: se puede ser atacante y defensor a la vez y hacer como que haces mientras te dejan hacer una cosa y la contraria.

Los derechos y deberes acaban reduciéndose a mantenerse en posición de firmes. Dígalo la Constitución o su porquero.

Todo está sujeto a la interpretación que tiene dos vertientes: delincuente o progresista. Interpretar la Ley es el arte de la política y al interpretarse, por interpretadores de algo y su contrario, no dice nada, o dice una cosa y la contraria. Todo depende del momento. Nadie dice nada. El villano de ayer hoy es un héroe; y viceversa.

Aznar se equivocó y claudicó. Trillo se pavoneó. Hoy es irreversible. «Señoras y señores, se acabó la mili». ¿Para qué la queremos? El 3% fue su bajo precio.

El sábado pasado, día 7 de octubre 2023, fijemos bien la fecha, la Princesa de Asturias juró ante la Bandera de España. ¿Qué es lo qué juró?

Repasen las palabras: « ¡Damas y Caballeros Cadetes! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?».

Las obligaciones militares ya las hemos anotado de acuerdo con la Constitución.

Pero este juramento no está cerrado a la exclusividad de los militares ya que cualquiera puede prestar juramento ante la Bandera, algo que parece lógico cuando todos los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España, aunque hoy por hoy no se les permita hacerlo –a todos– como miembros de las Fuerzas Armadas.

Pasito a pasito, desde el progresismo a la autodeterminación.

Ante este panorama llama la atención que todo institucionalmente funcione en apariencia a la perfección. Ahí radica el mal. Es estructural.

No hay nada que defender. Todo está consumado.

Todo son palabras. A los españoles nos han burlado el derecho de defender a España y no solo desde las Fuerzas Armadas.

Esto se ha acabado.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

20 octubre 2023