DEL GLOBO AL DRON: ANTECEDENTES HISTORICOS.

 

Desde la más remota antigüedad todos los avances tecnológicos e inventos han tenido su aplicación militar o bien, un desarrollo puramente militar ha tenido su versión civil. Así ocurrió con el ferrocarril, el automóvil, el telégrafo, el teléfono, la radio, y finalmente con los globos aerostáticos y los aeroplanos. Es obvio que los “vehículos aéreos no tripulados con control remoto” o DRONES han sido la última aportación tecnológica al campo de batalla.

Y como todos estos “inventos” citados, los Drones tienen también su antecedente histórico, los globos aerostáticos. Fueron los hermanos Montgolfier los que en junio de 1783 elevaron por primera vez un globo de aire caliente y dos meses después Jacques Charles realizó la primera ascensión en uno de hidrógeno. En 1849, Venecia fue bombardeada por loa austriacos con globos no tripulados que contenían hasta 33 libras de explosivo. La verdad es que no fue muy exitosa la experiencia, pero días después Venecia se rindió. Este hecho histórico es internacionalmente admitido como el antecedente más antiguo de vuelos no tripulados, es decir de los actuales drones.

En España, en 1792, el capitán y físico Louis Proust con oficiales y cadetes del Real Colegio de Artillería realizo una ascensión experimental en El Escorial ante Carlos IV. El Primer Ministro, Conde de Aranda, dirigió una carta al coronel director en la que exponía la importancia de esta experiencia, ya que … permitía disponer en campaña de una atalaya fija o móvil para descubrir la forma del contorno de un ejército y los movimientos en la disposición de un ataque y durante el mismo… Efectivamente, en los siglos XVIII y XIX, el único medio de observar al enemigo era la elección de puntos altos del terreno. Esta fecha adelantaba a la realizada en Venecia antes citada o al empleo de globos de observación por la recién creada Aerostación francesa en la batalla de Fleurus en 1794. Por consiguiente, podemos afirmar que España fue la primera nación que, de hecho, hizo una ascensión de tipo militar para empleo militar.

Sin embargo, no fue hasta 1884 cuando se organiza una unidad de Aerostación dentro de nuestro Ejército, en virtud del R.D. de 15 de diciembre, que ordenaba la formación de la 4ª compañía en el Batallón de Telégrafos, dotándola de un globo esférico YON que recibió El nombre de María Cristina. En 1896 se crea, como unidad independiente el Servicio de Aerostación en Guadalajara, al mando del comandante de Ingenieros Pedro Vives Vich y en 1900 comienzan los cursos de piloto de globo y observador.

El Reglamento del Servicio de Aeronáutica en Campaña (1929) y el Reglamento del Empleo de la Aeronáutica en la Observación del tiro de la Artillería y reconocimientos de objetivos (1926) recogen las misiones de los globos de observación y que fundamentalmente fueron las de reconocimiento del terreno y del movimiento de las tropas en el campo de batalla, así como la corrección del tiro de artillería y la valoración de las obras de fortificación.

A éstas se añadieron la “misiones de enlace”, misiones puramente operativas y que permitían que el Mando conociera, en lo que podríamos hoy llamar en “tiempo real”, la situación de la maniobra, ofensiva o defensiva, y la posición de las tropas, mediante una línea telefónica desde la barquilla al Puesto de Mando. La Observación era practicada por oficiales de todas las Armas y Cuerpos formados en la Escuela de Observadores de Guadalajara. Se complementaban con fotografías aéreas obtenidas desde la barquilla, destacándose, en la campaña de Marruecos de 1909, el teniente de Ingenieros José Ortiz de Echagüe.

 Estas misiones fueron las que la Doctrina de Empleo solicitaba de las tecnologías existentes en aquellos años y que se ampliaron a medida que la Aeronáutica  progresaba. En ningún caso la Aerostación incorporó armamento a sus globos y empleó técnicas de ataque, que si lo fueron en los aeroplanos cuando nació la Aviación Militar en 1910.

Globos y aeroplanos convivieron juntos hasta desaparecer, los primeros, en la guerra civil española. La limitación de ellos fue rápidamente superada por la Aviación. Para realizar una efectiva observación desde un aeróstato, realizar croquis o emplear cámaras fotográficas era preciso mantener estable la barquilla, imposible con globos esféricos y vientos superiores a los 10m/s. Ello dio lugar a la aparición de los globos-cometa con forma cilíndrica o elipsoidal. Eran estáticos, anclados al terreno mediante un cable de retención, a una altura variable, si bien no menor de 800 m. La maniobra era dificultosa y las condiciones de seguridad escasas pues ofrecían un objetivo fácil de alcanzar, tanto desde tierra como en el aire.

No obstante cumplieron su misión como Unidad del Ejército y en la Armada. La Aerostación Militar tuvo otras facetas, científicas y deportivas, en las que destacó la experiencia y preparación técnica de sus hombres, como la participación en la Comisión Internacional de Aerostación Científica y en la Copa Gordon-Benet.

El motivo de estas líneas  no ha sido otro que, afirmar, tal vez nostálgicamente, que los Globos fueron los que abrieron paso a la innovación y futuros desarrollos en el campo de la Aeronáutica tanto convencional como la de los vuelos no tripulados que conlleva a pensar que todo adelanto tecnológico tiene siempre un antecedente histórico.

 

JOSE IGNACIO MEXIA ALGAR.  Coronel de Ingenieros (R). Asociación Española de Militares Escritores (AEME).  Asociación de Estudios Históricos y Tradiciones de Ingenieros (CEHYTING)

 

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