Los agentes, siempre dispuestos a acudir allá donde les llaman, aunque su vida corra peligro.
Dos agentes de la Guardia Civil fueron asesinados este jueves entre los municipios turolenses de Albalate del Arzobispo y Andorra en acto de servicio. Víctor Romero nació en Teruel en 1987, estaba casado y había sido padre hace unos meses, mientras que Víctor Jesús Caballero era natural de Cádiz, nacido en 1979 y soltero, aunque con pareja estable.
Habían ingresado en la Guardia Civil en 2006 y 2004, respectivamente, para servir con valentía, eficacia, profesionalidad y honor a España y salvaguardar la seguridad y los derechos y libertades de todos los españoles a veces en condiciones muy desfavorables.
La Benemérita es una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos, que destacan su indiscutible lealtad y compromiso con nuestro país. Y todo en condiciones precarias, cobrando menos que las Policías autonómicas y reclamando“desesperadamente medios de autoprotección” como “chalecos antibala de calidad”.
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