El desmantelamiento de Hamás en el tercio norte de la Franja de Gaza permite a Israel recuperar parte de sus Fuerzas de Defensa (FDI) allí empleadas, para reforzar y acelerar sus operaciones en el resto de ese territorio. Continúan las acciones de limpieza en Nuseirat, Bureij, Maghazi y Deir el Balah (tercio central), así como en Jan Yunis (tercio sur).

Asimismo, tras el abatimiento del considerado número 2 de Hamás, Saleh al Arouri, el 2 de enero, por un dron israelí lanzado contra una oficina de Hamás en Beirut, se han recrudecido los bombardeos recíprocos entre Hizbolá y las FDI a ambos lados de la Línea Azul (separación entre fuerzas libanesas y de FDI). Sigue la tensión contenida en Cisjordania, mientras los hutíes de Yemen prosiguen atentando contra el tráfico marítimo en el sur del mar Rojo y el estrecho de Bab el Mandeb. Acciones atajadas en su mayoría por los buques de la operación Guardián de la Prosperidad liderada por EE.UU. También proliferan las acciones de diferentes milicias islámicas contra intereses occidentales en Irak y Siria.

Metástasis bélica

Esa metástasis bélica, alimentada por Irán, amenaza con incendiar todo Oriente Próximo. Simultáneamente, se acrecienta la presión, tanto doméstica como internacional, sobre el Gobierno de Israel. La doméstica, de los familiares de los más de 135 secuestrados todavía en poder de Hamás, que propugnan una negociación urgente para su liberación al precio que sea. Y la internacional, para que Tel Aviv modere la tensión en la Franja de Gaza.

De ahí el incremento de la ayuda humanitaria que, ahora, está entrando voluminosamente en l a Franja por el paso de Kerem Shalom. Particularmente elocuente es el periplo, en curso, del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en función de bombero, por Turquía, Grecia, Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Israel y Egipto. Tal peregrinaje resulta muy significativo, tanto por lo que apunta como por lo que omite. Porque, insólitamente, el ministro norteamericano no pasará por Kiev que, hasta ahora, era etapa obligada en sus viajes por esta zona del mundo. Es una muestra incuestionable del proceso de gradual desenganche de Washington de la guerra en Ucrania. Pero eso es otra guerra…