“LA MUJER Y LOS EJÉRCITOS”

La mujer se consolida en las Fuerzas Armadas con 15.864 integrantes en sus filas

35 años después de la llegada de «las pioneras», el Ejército ya cuenta con cuatro mujeres con rango de Oficial General

  • La Razón
  • 26 Aug 2023
  • Esther G. Valero.

EFE  Margarita Robles visitó la «Fábrica de Armas» de la UCLM

Corría septiembre de 1988 cuando Patricia Ortega atravesó las puertas de la Academia Militar de Zaragoza, convirtiéndose en la primera mujer en ser admitida por las Fuerzas Armadas (FAS). No fue la única. Su nombre encabezó la lista de «las pioneras», como se conoce a las primeras 27 mujeres que ingresaron diferentes academias militares y abrieron el camino a las cerca de 16.000 que están en las filas del Ejército en la actualidad.

Un real decreto publicado el 23 de febrero de ese año, permitió la incorporación femenina a ciertos cuerpos y escalas del Ejército, marcando un punto de inflexión, rompiendo muchas barreras y modernizando la institución.

Supuso un paso de gigante. Las españolas pudieron presentarse por primera vez a las plazas ofertadas por los Cuerpos Comunes de las F AS, reservadas para licenciados de Derecho, Ingenierías, Música o estudios sanitarios. A la primera convocatoria acudieron 292 tituladas y la superaron 27. Ellas abrieron camino hacia la normalización de la mujer en los cuerpos militares.

No obstante, tuvieron que pasar 11 años para que Defensa apostara por un modelo igualitario. En 1999 se reguló el principio de igualdad «con todas sus consecuencias», logrando ofrecer las mismas condiciones a todos los efectivos.

Entonces, las mujeres representaban menos de un 4% del personal militar en España. En la actualidad, 35 años después, y tras un largo periodo de estancamiento desde el año 2006, las F AS cuentan con cerca de 15.864 mujeres en sus filas, lo que supone un 13%, según datos del Observatorio Militar para la igualdad entre hombres y mujeres en las FAS del 31 de diciembre de 2022.

De un total de 122.068 militares con los que contaba España en 2022, 106.204 eran hombres y 15.864 mujeres. El porcentaje más elevado de mujeres se encuentra en los denominados Cuerpos Comunes (Jurídico, Intervención, Sanidad y Músicas), con 1.144 mujeres, un 36,9% del total de efectivos. A continuación, la presencia femenina es del 14,23% en el Ejército del Aire (3.038 mujeres), del 13,80% en la Armada (2.926) y del 11,46% en el ejército de Tierra (8.756).

Estas cifras sitúan a España –con un 13% de mujeres– dos puntos por encima de la media de los ejércitos de los países de la OTAN.

Todavía queda mucho camino por recorrer, pero las cifras demuestran que el panorama castrense ha evolucionado para las féminas. La «incorporación plena» de la mujer española a la que siempre suele hacer referencia la ministra de Defensa, Margarita Robles, queda representada por las 15.862 militares repartidas en diferentes empleos y escalas, entre ellas, las cuatro primeras oficiales generales de la historia: la general de división Patricia Ortega (2019), la general de brigada Begoña Aramendía (2021), la general de brigada interventor María Teresa Gordillo López (2023) y la recientemente ascendida a general del Ejército del Aire y el Espacio Loreto Guitiérrez Hurtado (2023).

Asimismo, otras muchas mujeres ocupan cargos de responsabilidad y cosechan logros en la carrera militar. A todas ellas se une ahora el reciente ingreso de la Princesa Leonor a la Academia General Militar de Zaragoza, que refuerza el papel femenino cada vez más relevante en los dos ejércitos y la Armada y puede atraer a más jóvenes.

El interés de la futura Reina de España por su preparación castrense contribuye a normalizar y potenciarla presencia femenina en los cuarteles. De la misma manera que lo hace la apuesta de sus padres, los Reyes, por que sea otra mujer quien la acompañe en esta primera parte de su formación. La teniente Margarita Par do de Santa ya na, un ejemplo de valores y otra pionera en las FAS, ha sido designada por la Casa del Rey como tutora de Leonor.

Durante tres años, la primogénita de los Reyes recibirá la formación militar que la convertirá, primero, en la teniente Borbón, y más adelante, cuando suceda a su padre en el Trono, en Capitán General o Mando Supremo de las Fuerzas Armadas. Mientras llega ese momento, es posible que otra mujer consiga alcanzar la jefatura de los ejércitos o del Estado Mayor de la Defensa, uno de los cargos más importantes, justo por debajo del que asumirá la Dama Cadete Borbón.