LA PARTICIPACIÓN DE ESPAÑA EN LA MISIÓN DE NN.UU. EN EL LÍBANO

LA PARTICIPACION DE ESPAÑA EN LA MISIÓN DE NN.UU. EN EL LÍBANO.

 

  1. INTRODUCCIÓN y CONTEXTO HISTÓRICO

Cuando este año 2018 se van a cumplir 40 años desde el comienzo de la FINUL (Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano), o más comúnmente denominada en sus siglas en inglés UNIFIL, es una buena ocasión para repasar la participación de las Fuerzas Armadas Españolas en esta Operación de Naciones Unidas. España está presente desde el año 2006, cuando la misión se “revitaliza” tras la última guerra llevada a cabo entre Israel y el Líbano −o, mejor dicho, entre Israel y Hezbolá−, durante 34 días del verano de ese mismo año. Se van a cumplir por tanto 12 años de presencia española ininterrumpida en el sur del Líbano, durante los cuales han desplegado en 28 rotaciones casi todas las Brigadas del Ejército de Tierra, con participación de la Infantería de Marina y de la Guardia Civil.

Pero antes de abordar el tema de la participación española, es necesario dar una breve pincelada sobre el contexto histórico y geopolítico alrededor del cual gira este país, con una organización política, diversidad cultural y religiosa singulares, lo cual hace difícil de entender para cualquiera.

Líbano se encuentra en el Mediterráneo oriental, y constituyó una zona de paso de diferentes civilizaciones. Ya en la antigüedad (3.000-2.500 a. C), comienzan a desarrollarse ciudades como Biblos -donde nace el primer alfabeto-, Sidón, Tiro o Beirut. Los habitantes de esta zona serán denominados por los griegos como “fenicios”, es decir “rojos”, probablemente debido al tinte rojo con el que comerciaban. Precisamente, la fama de los fenicios como comerciantes no ha decaído a lo largo de la Historia.

Foto 2: Líbano se encuentra en el Mediterráneo Oriental

Entre los años 2.000 a 539 a. C., la zona sufre invasiones de diferentes tribus y pueblos como los amorreos, tribus nómadas muy belicosas que ocuparon Siria, Canaán y la región al oeste del río Éufrates; los hicsos procedentes de Egipto, y los arameos procedentes de Mesopotamia. Los israelitas también llegan desde la actual Jordania a la zona de Canaán y zonas montañosas del sur del Líbano. Pero, por otra parte, los propios fenicios comienzan la colonización del mediterráneo buscando nuevas oportunidades para el comercio a través del mar, fundando ciudades como Gadir (Cádiz) y Cartago (Cartagena). Los asirios y babilonios, procedentes de la meseta norte y sur de Mesopotamia, respectivamente, también ocuparon y dominaron esta zona hasta que en 539 a. C., Ciro II el Grande de Persia conquista Babilonia, haciendo de Fenicia una satrapía, con un gobernador nombrado directamente por el Rey.

En torno al 333 a. C. Alejandro Magno conquista Fenicia, y tras su muerte, el territorio correspondiente al actual Líbano, Anatolia, parte de Siria y Mesopotamia, será administrado por Seleuco I Nicátor, y posteriormente por la dinastía que fundará: los seléucidas.

Posteriormente vendrían las dominaciones del Imperio Romano del 27 a. C. al 395 d. C.; el Imperio Bizantino del 395 al 632; el Imperio Árabe que inicia su dominación en el año 632, al que le sucede el califato Omeya 661-750, y el Califato Abbasí del 750 a 1250; el sultanato mameluco de 1250 a 1517; y posteriormente, el Imperio Otomano de 1517 a 1920. En plena Primera Guerra Mundial, es el momento en el que tiene lugar la proclamación del “Gran Líbano” por el General Gouraud, comandante de las fuerzas francesas, el 1° de septiembre de 1920, con la derrota y desintegración del Imperio Otomano, después de 400 años de dominio sobre la región. Con anterioridad a tal derrota, había tenido lugar un hecho de trascendental importancia para la reciente historia del Líbano y de la región: los Acuerdos Sykes-Picot. Tales acuerdos firmados el 16 de mayo de 1916 e inicialmente secretos, dividían el legado del Imperio Otomano en Asia Menor entre Francia y Gran Bretaña, definían las esferas de influencia y control de los dos países en el Próximo Oriente en caso de que la triple entente −conformada por la Entente Cordiale franco-británica de 1904, la alianza franco-rusa de 1907, y el acuerdo ruso-británico de 1907−, obtuviera la victoria en contra del Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial, como hemos visto que así sucedió.

Foto 3: Acuerdos Sykes-Picot

El 23 de mayo de 1926 fue proclamada la República Libanesa bajo dominio francés, el Parlamento aprobó una constitución y se eligió al primer presidente de la República, Charles Debbas. Esta constitución tuvo influencia del sistema parlamentario francés de la Tercera República con un presidente, un primer ministro y el parlamento integrados en una sola cámara, y con la autoridad del alto comisionado francés sobre las instituciones libanesas.

Cuando Líbano consiguió finalmente su independencia del mandato francés en 1943, (la cual se celebra el 22 de noviembre de cada año), se reformó la constitución, eliminando del texto toda referencia a la autoridad francesa, alcanzando los libaneses un pacto nacional según el cual se acordó que el presidente de la República sería cristiano maronita, el presidente del Parlamento, musulmán chií, el primer ministro musulmán sunita, y todas las comunidades libanesas estarían representadas de manera proporcional en el parlamento, el gobierno y los puestos de administración pública. Esto ha determinado el devenir de este país y de sus habitantes…

Durante los años cincuenta, sesenta y setenta, el Líbano fue uno de los países más prósperos de la región, debido al alto nivel de educación de su élite y a la mano de obra cualificada de sus trabajadores, lo cual llevó a denominar al Líbano como “la Suiza del Medio Oriente”. Sin embargo, desde 1975 hasta 2005 se producen simultáneamente tres sucesos, íntimamente ligados entre sí, que contribuyen a aumentar la complejidad del escenario libanés:

  1. La Guerra Civil (1975-1990). Todos contra todos es la consigna que resume este conflicto, ya que los diversos grupos religiosos y políticos se enfrentaron de forma sangrienta. La masiva llegada de guerrilleros palestinos de la OLP, expulsados de Jordania, subvirtió el equilibrio en la zona y arrastró al Líbano al enfrentamiento del mundo árabe, solidario con los palestinos, frente al mundo occidental, favorable a Israel. Los sectores izquierdistas musulmanes y el Partido Socialista Progresista (PSP), dirigido por la familia drusa Jumblatt apoyaban la lucha palestina, mientras que el derechista partido cristiano Falange (Kataeb), dirigida por la familia Gemayel, recelaba de este alineamiento y formó milicias propias. La Falange se asoció con otras milicias cristianas creando las Fuerzas Libanesas (LF), que controlaban el este de Beirut y grandes zonas del Monte Líbano, tradicionalmente cristianas, mientras que la OLP y sus aliados libaneses —drusos, suníes e izquierdistas— controlaban Beirut Oeste, el sur del país y el valle de La Bekaa. La Guerra civil finalizó tras la firma de los acuerdos de Taif en 1989.
  2. Diversas ocupaciones y conflictos con Israel (1978-2006). El conflicto entre Israel y el Líbano ha consistido históricamente en una serie de enfrentamientos militares entre Israel, el Líbano, y las diversas milicias paramilitares que actúan dentro de este país. En 1968, la OLP (Organización para la Liberación de Palestina dirigida por Yasser Arafat), e Israel se enfrentan en ataques que tienen lugar en la frontera con Jordania. En 1970 la OLP es expulsada de Jordania y se desplaza y asienta en El Líbano, desde donde se incrementan sus ataques desde el sur del país hacia el norte de Israel, de tal manera que Israel, ante la pasividad de las autoridades libanesas involucradas en su propia guerra civil, decide invadir el sur del Líbano en 1978, mediante la Operación “Litani”, destruyendo las bases de la OLP y forzándolos a retroceder al norte, dejando como límite el río Litani. En este momento es cuando se crea UNIFIL I, a través de las Resoluciones 425 y 426 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la cual insta a Israel a la retirada inmediata del sur del Líbano.

Foto 4: Despliegue de UNIFIL en 1978

Las fuerzas de la UNIFIL llegaron al Líbano el 23 de marzo de 1978, estableciendo su sede en Naqoura, desplegando 6.000 soldados con el fin de mantener desmilitarizada la zona de seguridad al sur del río Litani. Aunque la eficacia de UNIFIL fue escasa, supuso un segundo filtro para Israel ante las incursiones terroristas. En 1982, ante los persistentes ataques de los milicianos palestinos ahora provenientes del centro del Líbano, las tropas israelíes lanzaron una nueva campaña, denominada “Paz para Galilea”, hacía el norte, derrotando tanto a los palestinos como a sus aliados izquierdistas y sirios. La OLP es evacuada de Beirut al tomar el ejército israelí la ciudad. Ante la intervención israelí y la alianza de éstos con los cristianos, las tropas sirias pasaron a apoyar a los grupos islámicos. Tras la ocupación israelí, los palestinos y sus aliados inician una campaña de guerrillas y ataques suicidas con los que fuerzan a los israelíes a retroceder de nuevo al sur del río Litani, dejando solos a sus aliados cristianos. Frente a la situación del país, tropas de la ONU se establecen en el Líbano, principalmente en el sur y tratan de reorganizar el gobierno y las fuerzas armadas libanesas, además de una fuerza de coalición formada por EE. UU., Francia, Italia y Reino Unido que intenta restablecer la paz en la capital, pero termina fracasando. Es entonces en 1982 cuando surge un movimiento de resistencia contra esta ocupación israelita denominado Hezbolá, con carácter islámico, chií y patrocinado por Irán. En 1993 y 1996 se producen dos operaciones de castigo israelíes contra Líbano, denominadas Operación “Ajuste de cuentas” y Operación “Uvas de la Ira”, respectivamente. En 2000 Israel se retira del Líbano (aunque después de la guerra de 2006 ocupa la parte Norte de la población de Gadjjar, reclamada por el Líbano, así como la zona de las Granjas de Shebaa).

  1. La ocupación siria (1976-2005). Siria inicialmente intervino en el Líbano en 1976 con el argumento de que quería proteger la minoría cristiana ante lo que parecía la “inminente victoria de los radicales palestinos y los panarabistas”. Siria veía este triunfo como una amenaza a su estabilidad y decidió quedarse para ejercer presión en el conflicto con Israel, según algunos analistas. En opinión de observadores, se trataba de que la presencia militar siria en el Líbano constituyera un contrapeso a la presencia militar israelí en el sur libanés. Con la retirada de las tropas israelíes en 2000, la presión se incrementó para lograr también la retirada de Siria siguiendo los términos de los acuerdos de Taif de 1989. El 14 de febrero de 2005 se produjo el asesinato del Primer Ministro libanés Rafiq Hariri del que muchos culparon al Régimen sirio. La presión internacional y libanesa para que Siria retirara sus tropas aumentó notablemente en la que se conoció como la Revolución de los cedros. Finalmente, Siria se retiró del Líbano en 2005.

Continuaremos con un breve relato de los hechos acaecidos en el verano de 2006, que dieron lugar a la última guerra en el Líbano, resolución posterior del Consejo de Seguridad de NNUU y el inicio de la participación española en UNIFIL.

El conflicto se desencadenó el 12 de julio de 2006, cuando combatientes de Hezbolá lanzaron cohetes sobre las poblaciones fronterizas israelíes, con un subsiguiente ataque con proyectiles antitanque a dos vehículos blindados ligeros “Humvee” que patrullaban en la frontera vallada. La emboscada dejó tres soldados israelíes muertos y otros dos fueron hechos prisioneros, siendo trasladados al interior del Líbano. ​Cinco soldados más israelíes murieron en el Líbano al intentar rescatarlos. Hezbolá pidió a Israel la liberación de prisioneros libaneses a cambio de los dos militares.​ Israel se negó y respondió llevando a cabo la Operación “Recompensa”, mediante bombardeos aéreos y de artillería contra objetivos libaneses que incluían, además de los objetivos militares de Hezbolá, la infraestructura civil del país y el aeropuerto de la capital, Beirut.​ El ejército israelí (IDF en inglés) desencadenó una invasión terrestre del Sur de Líbano, a la vez que imponía un bloqueo aéreo y naval.​ Hezbolá, a su vez, incrementó los disparos de cohetes “Katiusha” sobre el norte de Israel y se enfrentó con las IDF en una guerra de guerrillas mantenida desde sólidos baluartes. En los últimos dos días del conflicto que duró 34 días hasta el 14 de agosto, ante el anuncio de un acuerdo para una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que llamaba a un alto al fuego, ambos bandos intensificaron sus acciones bélicas. Hezbolá intensificó sus ataques con misiles sobre la ciudad de Haifa, bombardeando instalaciones civiles de forma indiscriminada. Por su parte Israel procedió a desplegar una amplia operación de invasión terrestre hasta el río Litani, 24 horas antes de la vigencia del cese al fuego. El 11 de agosto de 2006, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó unánimemente la Resolución 1701, aceptada tanto por Israel como Hezbolá en los siguientes días. Recordemos que, en un principio, el Consejo de Seguridad creó UNIFIL (“UNIFIL-I”) en marzo de 1978 −después de la Operación “Litani”, que constituye la primera invasión de Israel al Líbano−, con la finalidad de confirmar la retirada de Israel del Líbano, restaurar la paz y la seguridad internacionales y ayudar al Gobierno del Líbano a restablecer su autoridad efectiva en la zona. Tras la crisis de julio y agosto de 2006, el Consejo aumentó los efectivos de UNIFIL y decidió que, además de su mandato original, UNIFIL, entre otras cosas, supervisase el cese de las hostilidades; acompañase y apoyase en el sur del Líbano a sus Fuerzas Armadas; y extendiese su asistencia a ayudar a garantizar el acceso humanitario a las poblaciones civiles, y el regreso voluntario y seguro de las personas desplazadas (Resolución 1701). El ejército libanés comenzó a desplegarse en la zona el 17 de agosto, y el bloqueo israelí fue levantado el 8 de septiembre. ​El 1 de octubre de 2006, la mayoría de las tropas israelíes se retiraron a su frontera, aunque algunas unidades continuaron ocupando la aldea de Gadjjar, que se extiende a ambos lados de ésta. La 1701 contempla una significativa ampliación del techo de efectivos, hasta un límite máximo de 15.000 militares. Francia, Italia y España decidieron entonces aportar nuevas fuerzas a UNIFIL (“UNIFIL-II”). El 1 de septiembre de 2006, el Consejo de Ministros del Reino de España acuerda la participación de hasta 1.100 militares en UNIFIL, ratificando el Congreso de los Diputados tal decisión el 7 de septiembre. El primer contingente español estuvo formado por la Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina. Desembarcó en las playas libanesas el 15 de septiembre de 2006.

Foto 5: Área de Operaciones de UNIFIL con dimensiones y Sectores: Oeste liderado por Italia; y Este por España

 

  1. UN FACTOR Para TENER EN CUENTA: LAS PRINCIPALES CONFESIONES RELIGIOSAS EN EL LÍBANO.

Para poder entender la complejidad del escenario en el que se mueven nuestras tropas, a todo lo anterior hay que añadir el factor religioso. En el Líbano no existe una religión oficial. El Estado reconoce el culto de 18 confesiones religiosas: 12 son cristianas, 5 musulmanas y finalmente una pequeña comunidad judía. En medio de este auténtico mosaico, la religión deja de ser un asunto espiritual para convertirse en la principal seña de identidad del libanés. La vida social y política libanesa se desarrolla en torno a este rasgo diferencial. Como ya se indicó más arriba, los principales cargos políticos están repartidos por confesiones, según dicta la propia constitución libanesa: el presidente de la república debe ser cristiano maronita, el primer ministro debe ser musulmán suní, y el presidente del parlamento debe ser musulmán chií. Pero en realidad este hecho abarca toda la vida pública libanesa. En el parlamento debe haber el mismo número de diputados cristianos y musulmanes, en el consejo de ministros debe respetarse la representación confesional. También en las fuerzas armadas debe respetarse el reparto confesional y los puestos de la cúpula van asociados a una determinada confesión. Las confesiones religiosas más importantes en el Líbano son:

  • Cristianos maronitas. La Iglesia católica proviene de dos raíces principales: la oriental y la latina, llamada también occidental. En la historia de la raíz oriental existen cuatro importantes sedes de patriarcas: Jerusalén, Alejandría, Constantinopla y Antioquía de Siria. Dentro del mismo grupo de Iglesias que arrancaron de Antioquía, existen dos subgrupos: sirio-occidental y sirio-oriental. La Iglesia maronita forma parte del grupo sirio-occidental. Los maronitas eran originalmente cristianos agrupados en torno a Marón, personaje que vivió cerca de Antioquía. Marón quiso mantenerse al margen de la polémica referida a la naturaleza de Cristo y se fue a vivir a la montaña. Tras un tiempo de meditación, formó una comunidad de fieles en torno suyo, que tras su muerte en el 410 tomaron el nombre de maronitas. En cuanto a las controversias teológicas, los maronitas hicieron radicalmente suya la doctrina del Concilio de Calcedonia (451), que sostenía que Cristo era a la vez Dios y hombre que tenía dos voluntades, humana y divina. En el siglo XII, debido al contacto con los cruzados, la Iglesia maronita se aproximó a la Iglesia católica, en la que se integró en el siglo XVI. La Iglesia cristiano maronita está en plena comunión con la Sede Apostólica de Roma, sin renunciar por ello a sus estructuras y rituales propios. Las principales comunidades maronitas están hoy en Siria y Líbano, aunque dado que ha sido una comunidad propensa a la emigración, hay numerosos maronitas también en Australia, Francia, Estados Unidos, Brasil, Canadá, México, Colombia y Argentina. El jefe de la Iglesia maronita lleva hoy el título de “patriarca de Antioquía y de todo el Oriente de los maronitas” y tiene su sede en Bkerke (Líbano). El patriarca tiene un vicario patriarcal en Roma y un visitador apostólico patriarcal en Europa. Los cristianos maronitas constituían la mayoría de la población libanesa. Sin embargo, desde hace décadas, están siendo superados en porcentaje por la población musulmana; incluyendo entre éstos a chiíes y suníes. Representan un 23% de la población libanesa.
  • Otros grupos cristianos son los ortodoxos, Melquitas, Evangélicos, Latinos y Católicos (todos ellos representan aproximadamente un 15% de la población)
  • Chiíes. Cuando murió Mahoma en el año 632, un grupo de sus compañeros decidieron ignorar la proclamación de Ghadir al-Jumm en la que Mahoma proclamó a su primo y yerno Alí (se casó con Fátima, hija de Mahoma) como su sucesor y califa, y nombraron de entre ellos sucesivamente califas a Abu Bakr, Ómar y Uthmán como sucesores del Profeta. No obstante, parte de los creyentes tomaron partido por Alí, ya que consideraban que éste era su único sucesor legítimo. Tras la muerte del califa Uthmán, Alí es finalmente elegido califa. Sin embargo, acusado de haber instigado la muerte de su predecesor, su poder será contestado por Mu’awiya, gobernador de Siria y miembro de la familia de los Omeyas, iniciándose así una guerra civil entre ambas facciones. En el campo de batalla de Siffín ambos líderes aceptaron someter sus diferencias al dictamen de un árbitro independiente. Sin embargo, de las filas de Alí surgirá una tercera facción, la de los jariyíes, que no aceptaron el arbitraje. Esta facción asesinó a Alí en el 661, y el mismo día trataron de acabar también con Mu’awiya y con el árbitro, sin lograrlo. Los partidarios de Alí pusieron entonces sus esperanzas en su hijo Hasan, que presionado y engañado por Mu’awiya renunció al poder. El segundo hijo de Alí, Husáyn ibn Ali, se negó a jurar lealtad a Mu’awiya, debido a su corrupción, y fue muerto junto a 72 seguidores en la Batalla de Kerbala (Irak) contra el ejército de Yazid, hijo de Mu’awiya, compuesto por más de treinta mil hombres. Su muerte en el campo, en 680, marcará el principio del cisma entre los chiíes y aquellos a quienes se llamará más tarde suníes. Los chiíes conmemoran este suceso el día de la Ashura. Los chiíes reconocen un clero que actúa de intermediario entre el fiel y Dios. El chiismo es profesado por alrededor del 15 % de los 1.600 millones de musulmanes existentes en el mundo. Los chiíes apoyan masivamente a Hezbolá, y desde el año 2011 con el inicio de la guerra en Siria, combatientes de Hezbolá están apoyando militarmente al Régimen de Assad. Constituyen un 29% de la población libanesa.
  • Suníes. Los suníes, que representan el 85% de los musulmanes en el mundo, consideran que la sucesión de Mahoma corresponde a un árabe miembro de la tribu de Quraish, de la que procedía Mahoma. Los suníes reciben su nombre debido a la importancia que dan a la Sunna, colección de dichos y hechos atribuidos a Mahoma y transmitidos en forma oral. O sea que no solo se basan en el Corán, sino también en la Sunna. Los suníes no reconocen ninguna autoridad religiosa concreta; no obstante, algunos teólogos pueden adquirir gran prestigio personal y ejercer cierta influencia sobre la sociedad. Constituyen un 25% de la población libanesa.
  • Su origen se encuentra a finales del siglo X y principios del XI cuando algunos de sus seguidores consideraron al califa fatimí Al-Hakim como una manifestación de Dios, lo que los apartó de los otros ismailíes (una de las corrientes del islam chií, cuyos miembros sólo reconocen a los siete primeros imanes chiíes). El fundador de la religión fue el persa Hamza ibn Ali ibn Ahmad. Constituye una religión, monoteísta, acepta la legitimidad de los profetas de las tradiciones griega, judeocristiana e islámica, incorpora elementos gnósticos, y según algunas fuentes, creen en la reencarnación. Los principios de la fe drusa son: Amar y Proteger sus tierras así les cueste la vida; criarse con principios como el honor, costumbres, tradiciones, dignidad, ética, entre otros; no mentir; proteger a la hermana(s) y madre sobre todas las cosas y al prójimo; no adorar estatuas; alejarse de la maldad; ser monoteísta; aceptar la Voluntad de Dios. Los drusos mantienen en secreto buena parte de los detalles de su fe (practicando la taqiyya, tomada del islam chií), no aceptan conversiones y desaconsejan firmemente el paso de una religión a otra. Esto se debe en parte a motivos históricos, ya que los drusos fueron violentamente perseguidos durante siglos por otras comunidades religiosas. Los drusos respetan y reconocen tanto la liturgia musulmana como la cristiana y pueden practicar cualquiera de ellas si la situación lo requiere. Es decir, se permite la disimulación de la fe. Los drusos son una minoría religiosa que habita, principalmente, en Siria, el Líbano, Jordania e Israel. Existen pequeñas comunidades de emigrantes drusos en otros países. Hablan el árabe y el idioma del país donde residen. Existe alrededor de un millón de drusos en el mundo, la gran mayoría de los cuales residen en el Oriente Próximo. Constituyen un 5,5% de la población.

 

 

 

  1. PRINCIPALES ACTORES EN EL ESCENARIO LIBANÉS:

A los diferentes grupos religiosos presentes en el Líbano hay que añadir la complejidad de los diferentes actores presentes y que juegan un papel importante en el escenario libanés. No hay que olvidar que en cada uno de los grupos de actores nos podemos encontrar a maronitas, chiitas, sunitas y drusos, además de otros cristianos; cada uno de ellos afectado por el papel que la religión juega en sus vidas. Esto es así en la organización Hezbolá que, aunque es principalmente chiita y apoyada por Irán, puede ser apoyada por cristianos o por musulmanes sunitas, en función de sus intereses. En este país, no se puede decir que “los amigos de mis amigos son mis amigos” … En el Líbano, los que hoy son amigos, mañana pueden ser los acérrimos enemigos…

Sin ánimo de ser reiterativo, la situación de complejidad en el escenario libanés se ve aumentada por factores como la situación de la frontera entre Líbano y Siria como consecuencia de la guerra civil en este último país; las crisis de Iraq y Yemen; el dualismo chiismo-sunismo de todo el Oriente Medio; las relaciones que subyacen entre Irán, Rusia, Israel y Estados Unidos; el problema palestino y los refugiados palestinos presentes en el Líbano con medio millón de refugiados; y la situación de los Altos del Golán. Todos estos factores merecerían estudios independientes, aunque todos ellos están interrelacionados.

Principales actores en el escenario:

  • Fuerzas Armadas Libanesas (LAF): incluyen la fuerza aérea, la marina y el ejército, y sus miembros son todos profesionales. Las Fuerzas Armadas Libanesas están lideradas por un general cristiano maronita. El Ejército de Tierra está desde el año 2011 implicado en labores de protección fronteriza con Siria, y combatiendo al DAESH en el Este del país, con lo que están aumentando su prestigio interno y recibiendo un gran apoyo mayoritario por parte del pueblo libanés; pero por este motivo, el despliegue en el Sur del Líbano es muy limitado y hay muy poca densidad de ocupación de Unidades en el terreno. Con la aprobación de la Resolución 2373 en septiembre de 2017, y con el posible final de la guerra en Siria, se ha obligado al Líbano a aumentar el despliegue de su Ejército en el Sur del Líbano con un Regimiento de Intervención Rápida. El Ejército libanés respeta la Resolución 1701 en términos generales; así como a las Fuerzas de Naciones Unidas, con quien mantiene una relación cordial y fluida a todos los niveles. La colaboración es permanente y se materializa en la realización de patrullas conjuntas en la Zona de Operaciones de UNIFIL. El material con el que está dotado es antiguo y está mal mantenido, aunque Líbano está recibiendo ayuda de diferentes países para dotar a sus FFAA con materiales más modernos, dirigido sobre todo a las Unidades desplegadas en la frontera con Siria y a la lucha contra el DAESH. No por ello se puede subestimar a las FFAA del Líbano, ya que muchos de sus miembros tienen experiencia de combate, y además pueden llegar a tener vínculos con Hezbolá a todos los niveles. Esto hace que las patrullas de NN.UU. no puedan discurrir por lugares sospechosos de albergar depósitos de municiones, con lo que ni la misión se cumple en su totalidad, ni existe una verdadera libertad de movimientos para las Fuerzas de UNIFIL.

Foto 6: Patrulla conjunta entre LAF y GTLP

  • Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Al otro lado de la “Blue Line” −Línea de Separación de Fuerzas establecida en el año 2.000 después de la retirada definitiva de Israel del Sur del Líbano, y que hace de frontera “de facto” −, se encuentran las IDF. Compuestas por el Ejército de Tierra, la Marina y la Fuerza Aérea, constituyen una de las Fuerzas Armadas más modernas, eficaces y potentes del mundo. Consta de 187.000 soldados profesionales y personal de carrera de manera permanente. Pero las Fuerzas de Defensa de Israel se basan sobre todo en sus reservas de 565.000 soldados, que son llamadas de forma regular para realizar instrucción y servicios. Cuando se movilizan las reservas en tiempos de guerra, sus Fuerzas de defensa pueden sumar hasta 752.000 soldados combatientes, número considerable tratándose de un país con solo ocho millones de personas y cuya movilización puede llevar entre 24 y 72 horas. Las Fuerzas de UNIFIL desplegadas a lo largo de la “Blue Line” tienen terminantemente prohibido contacto alguno con los soldados de las IDF que patrullan al otro lado de aquella. Sin embargo, existe contacto de Naciones Unidas con las IDF a través de reuniones periódicas a alto nivel militar denominadas “tripartito” entre UNIFIL, las LAF y las IDF; así como mediante la “Liaison Branch” del Cuartel General de UNIFIL en Naquora que establece contacto con los miembros de una misión de observadores de NN.UU. a ambos lados de la Blue Line en apoyo a UNIFIL (El Organismo de NN.UU. para la Supervisión de la Tregua, en sus siglas en inglés UNTSO, proporciona apoyo a UNIFIL y a UNDOF −Fuerza de NN.UU. de Observación de la Separación de las fuerzas de Israel y Siria del Golán−, con dos grupos de observadores: la OGL: Observers Group-Lebanon, y la OGG: Observers Group- Golán). Al igual que las Fuerzas de UNIFIL, la Liaison Branch es fundamental a la hora de resolver cualquier incidente que se pudiera producir a lo largo de la Blue Line entre LAF e IDF.
  • Refugiados palestinos. Existen en el Líbano 12 campamentos de refugiados palestinos, y aunque las cifras no son exactas, se puede afirmar que puede haber entre 500.000 y 650.000 refugiados. Entre todos ellos, el más numeroso y que se encuentra dentro del Área de Operaciones de UNIFIL, es el de Ain al-Hilweh, con unos 50.000 refugiados, en la cuidad de Sidón. Dentro de este campamento en concreto, se producen numerosos incidentes, luchas y auténticos combates entre las dos facciones palestinas: Hamas y Fatah. Dentro de los campamentos, existen fuerzas de seguridad palestinas, que tratan de controlar una situación caótica, con apoyo de las Fuerzas de Seguridad Libanesas, quienes controlan como pueden las entradas y salidas de los campamentos. Un dato para tener en cuenta es que el Líbano no reconoce la nacionalidad de los palestinos nacidos en este país; ni si quiera si éstos provienen de matrimonios mixtos libanés-palestino.
  • Siria y los refugiados sirios. Desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011, el flujo de refugiados sirios en el Líbano no ha dejado de crecer. Aunque en 2017 ha constituido un pequeño punto de inflexión, se calcula que han llegado a estar en el Líbano un millón de refugiados sirios, con una población libanesa que no llega a los 5 millones de habitantes (a los que hay que sumar los refugiados palestinos, no lo olvidemos). Este factor, ha aumentado la inestabilidad de la situación del país. Por ejemplo, Arsal, una ciudad al Este del Líbano con una población de 40.000 habitantes se convirtió en un refugio para los rebeldes y refugiados sirios, recibiendo alrededor de 120.000 desplazados sirios. La gran afluencia de población refugiada desde el inicio del conflicto sirio ha supuesto una situación límite en la que resulta prácticamente imposible acomodar a todas las personas desplazadas. La capacidad de las infraestructuras del Líbano sobrepase su límite y hoy en día las personas refugiadas sirias compiten con los sectores más pobres de la población libanesa por los recursos básicos: agua y alimentos, por lo que el Estado libanés no es capaz de garantizar las necesidades básicas de toda la población nacional. Constituyen obra de mano muy barata, y todo ello contribuye a ser objeto de rechazo, e incluso de ataques por parte de la población local. El aumento de la xenofobia puede empujar a los jóvenes refugiados alienados hacia el radicalismo creando un círculo vicioso difícil de romper. Afortunadamente, en la zona de despliegue de la Brigada española, este problema no ha afectado con la misma virulencia que en el norte del Líbano, ya que, a esta zona del Sur, han llegado muchos menos refugiados, constituyendo un problema menor para nuestras tropas. Además, los refugiados sirios, aunque en este momento no se pueda creer, están fuera de la Resolución 1701, por lo que, en teoría, no se les debe presar ningún tipo de ayuda.

Foto 7: Refugiados sirios en la zona de responsabilidad del GTLP español

 

  • Hezbolá: es una organización islámica musulmana chií libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar. Fue fundado en el Líbano en 1982 como respuesta a la intervención israelí de ese momento y fueron entrenados, organizados y fundados por un contingente de la Guardia Revolucionaria iraní. ​Hezbolá recibe armas, capacitación y apoyo financiero de Irán​ y ha apoyado al régimen sirio de Bashar al Asad, país que apoyó a Hezbolá desde el final de la Guerra Civil Libanesa. ​Su máximo líder es Hasan Nasrallah. Es, junto con el Movimiento Amal, la principal expresión política y militar de la comunidad chií del Líbano, actualmente el grupo religioso más numeroso del país. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos, además de otros países, consideran oficialmente a Hezbolá o su brazo armado como una organización terrorista. Por el contrario, parte de los gobiernos del mundo árabe consideran a Hezbolá un movimiento de resistencia legítimo. Y con esta misma palabra “la resistencia” es como está siendo definido de manera velada en la retórica oficial de los dirigentes políticos libaneses, admitiendo que es una parte integrante de la sociedad libanesa, y que forma uno de sus tres pilares básicos de la Nación, junto con las Fuerzas Armadas y el pueblo, los libaneses. Sus miembros están presentes en todas las Instituciones de la nación y en todos sus niveles de decisión, y son apoyados no sólo por los chiitas en general, sino por muchas personas pertenecientes a otros grupos religiosos y políticos que ven en ellos no sólo la resistencia real e histórica ante el gran enemigo −Israel−, sino a la organización que en ausencia del Estado durante la ocupación israelita, fue capaz de asistir a su pueblo creando escuelas, centros de salud, ofreciendo apoyo a la población en necesidades básicas, y llevando a cabo la verdadera “resistencia” al enemigo, en ausencia de las Fuerzas Armadas libanesas.

 

  1. LA MISIÓN

La misión que llevan a cabo las Fuerzas españolas de UNIFIL parte de la Resolución 1701, y queda definida básicamente en la monitorización del cese de las hostilidades entre Líbano e Israel a lo largo de la Blue Line previendo posibles incidentes y tratando de des-escalarlos, apoyar a las LAF en su despliegue, apoyar a la población local, garantizar que el Área de Operaciones no se utilice para actividades hostiles −parte más polémica y ambigua de la misión−, y proteger a los civiles desarmados bajo amenaza inminente de violencia física; todo ello para llegar a la plena implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de NN.UU.

Foto 8: Soldado del GTLP en un check-point cercano a la Blue Line

Como hemos indicado, la “Blue Line” es la línea de separación de fuerzas entre el Líbano e Israel (no una frontera como tal, puesto que ésta no está legalmente constituida; aunque la Blue Line hace de frontera “de facto”), y quedó definida tras la retirada de este último país del sur del Líbano. Su trazado está basado en los antiguos acuerdos Sykes-Picot. Obviamente, aunque en los mapas venga dibujada en azul, no se trata de una línea azul existente física y literalmente pintada sobre el propio terreno. A lo largo del tiempo fue quedando definida por medio de unos “Blue Barrels” o “Barriles Azules” cuya línea imaginaria que los va uniendo conformaría la Blue Line. Aun hoy en día existen controversias entre ambos países sobre el trazado de la Blue Line y sobe la colocación de los barriles, y en muchas ocasiones hay discusiones por unos pocos centímetros a favor o en contra de un lado o del otro, que da lugar a una interminable batalla dialéctica y burocrática, con NNUU intentando arbitrar todas y cada una de las controversias que se producen. Son disputas interminables y agotadoras para los funcionarios de Naciones Unidas, en las que se pone en juego la férrea voluntad de ambos países para no ceder ni un milímetro en algo que consideran sagrado y propio: la tierra. Los Blue Barrels fueron colocándose inicialmente muy alejados unos de otros, con la consiguiente dificultad para definir exactamente el trazado imaginario que los unía; además, en algunas zonas, el terreno es muy accidentado, por lo que la definición de la línea es compleja. Pero Israel, ante la amenaza de invasión y ataques por parte del Líbano, y particularmente de Hezbolá, comenzó a construir una valla a caballo de la Blue Line, denominada “Technical Fence” o “Valla Técnica”. Esta valla está alejada entre 300, y cero metros (sobre la propia Blue Line), hacia el lado israelí. Esto ha originado que los libaneses consideren como propio el terreno comprendido desde la Blue Line hacia la Valla Técnica, ya en Israel. Para evitar que los libaneses ocupen ese terreno, los israelíes además han construido un camino a lo largo de toda la Technical Fence que está permanentemente patrullado por las IDF israelíes, y han instalado campos de minas (CMAS) entre la valla técnica y la Blue Line. No olvidemos además que al otro lado de la Blue Line, en la parte libanesa, patrullan las Fuerzas de NN.UU., constituyendo un primer filtro para los israelíes….

Foto 9: “Blue Line”, “Blue Barrel” y “Technical Fence”

Pero no toda la Blue Line está reforzada por la Technical Fence en toda su extensión. Precisamente, en la zona de responsabilidad de la Brigada española, más concretamente, en el límite entre el batallón español y el batallón indio, la Technical Fence deja de existir, precisamente donde comienzan las estribaciones de los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel desde la Guerra de los Seis Días en 1967. Es en esta zona donde resulta más difícil la definición de la línea de separación de fuerzas (Blue Line) entre ambos países, no sólo porque ya no hay Technical Fence, sino porque hay muy pocos Blue Barrels establecidos para conformar la línea imaginaria que los uniera.

Y no toda la Blue Line es respetada por Israel. También se da la circunstancia de que, en zona de responsabilidad de la Brigada española, dentro del área del batallón español, está la población de Gadjjar, dividida en dos por la Blue Line, que pasa por la mitad del pueblo. Precisamente en 1967, con la ocupación de los Altos del Golán por parte de Israel, también ocuparon esta población de origen alauita, pero en este caso, perteneciente al Líbano. Posteriormente, con la ocupación del sur del Líbano desde 1978, esta población creció extendiéndose hacia el norte, hacia Líbano, y cuando en el año 2000 Israel se retira definitivamente del Líbano y se traza la Blue Line, ésta hace que este pueblo quede literalmente dividido en dos partes: una en el sur, perteneciente a Israel (aunque Israel integró administrativamente dentro de su territorio y unilateralmente los territorios ocupados de los Altos del Golán en 1981, incluyendo a esta población, reclamada por Líbano); y otra parte en el norte, perteneciente a Líbano. En el año 2004 y en el año 2005 Hezbolá realizó incursiones desde la parte norte del pueblo hacia la parte sur de Gadjjar, atacando a israelitas e IDF. Cuando se produjo la guerra del año 2006, Israel, después de la retirada, decidió anexionarse la parte norte de Gadjjar, y extender la Technical Fence a lo largo de toda la linde norte del pueblo. Es por ello por lo que se dice que Israel está realizando una violación permanente de la Blue Line en la localidad de Gadjjar.

  1. LAS BRIGADAS DEL EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL EN EL LÍBANO.

El 8 de septiembre de 2006, sólo un día después de la aprobación de la participación española en UNIFIL por parte del Congreso de los Diputados, España envió al Líbano el primer contingente, formado por soldados de Infantería de Marina y por 76 militares del Ejército de Tierra, pertenecientes al Cuartel General, Transmisiones, la Legión, Apoyo Logístico y una unidad NBQ. El 15 de septiembre de 2006 desembarcó una Fuerza Anfibia, denominada Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina (FIMEX-L), El 21 de octubre, con la salida de los buques Galicia y Pizarro, comenzó la segunda expedición nacional al Líbano, con la que España aportó a UNIFIL 1.100 militares. De éstos, 710 pertenecerían a la Legión, que lideró y constituyó el núcleo principal de la Brigada española de Naciones Unidas desplegada en el Este de la Zona de Operaciones de UNIFIL. El grueso del contingente contó también con un Escuadrón de Caballería del Regimiento “Lusitania”, unidades de Inteligencia, Transmisiones, Zapadores, Unidad de Cooperación Cívico-Militar (CIMIC), y una unidad de Apoyo Logístico de la Fuerza Logística Territorial 1, que fue relevada poco a poco a partir del 30 de octubre, fecha en la que La legión, con su General de Brigada D. Juan Bautista García Sánchez, tomó el mando del Sector Este de UNIFIL. Posteriormente se incorporaron otros 171 efectivos del ET, en su mayoría de la Unidad de Apoyo al Despliegue (UAD), compuesta fundamentalmente por personal del Regimiento de Especialidades de Ingenieros (RPI) de Salamanca y el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros (RPEI) de Zaragoza, con la misión de construir la Base española “Miguel de Cervantes”, cercana a la localidad de Marjayoun, donde tiene su sede desde entonces el Cuartel General de la Brigada Multinacional Este de UNIFIL. Formando parte de dicha Brigada Multinacional operaban unidades de Nepal, India, Indonesia, Malasia, Polonia y China.

 

Foto 10: Multinacionalidad y colaboración es una característica esencial en la Brigada española con sus Batallones Indio, Indonesio, Nepalí y Español.

El total de componentes de la Brigada Multinacional Este, liderada desde el año 2.006 por España, ha rondado permanentemente los 3.500 militares, y ha llegado a superar los 4.000. Las Fuerzas Armadas españolas denominaron a esta Operación en el exterior “Libre Hidalgo”, por lo que este primer despliegue de la Brigada de la Legión constituyó “Libre Hidalgo-I”, o “LH-I”. Los Batallones de la Brigada Multinacional Este de UNIFIL, procedentes de India (INDBATT), Indonesia (INDOBATT), Nepal (NEPBATT) y España (SPANBATT), realizan la misión operativa más destacada dentro la operación de Naciones Unidas. Desplegados en distintas posiciones dentro del área de responsabilidad de la Brigada, realizan patrullas y cubren puestos permanentes de observación para garantizar la vigilancia del cese de las hostilidades, el apoyo y asistencia a las Fuerzas Armadas del Líbano (LAF) para que extiendan su control entre el río Litani y la Línea Azul (Blue Line), donde ejercen su esfuerzo principal por ser la zona de mayor sensibilidad entre Líbano e Israel, y donde hay mayor probabilidad de incidentes entre ambas partes. El Batallón español, que en Libre Hidalgo I estuvo mandado por el Teniente Coronel D. Alfonso García-Vaquero Pradal, despliega desde el inicio de la misión en puntos sensibles muy próximos a la Línea Azul, de cuya seguridad y estabilidad depende en gran medida el éxito de la misión y la pacificación definitiva de esta zona de Oriente Próximo.

Libre Hidalgo II se constituyó el 15 de marzo de 2007 con un contingente que en su gran mayoría procedía de la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista “Almogávares” VI, con sede en Paracuellos del Jarama y Alcalá de Henares. El resto del personal hasta completar aproximadamente 1.100 militares correspondió a la Fuerza Logística Terrestre nº 1 cuyo Cuartel General estaba en Sevilla, Regimiento de Inteligencia nº 1, Regimiento de Caballería Ligera Acorazado nº 8 y del Regimiento de Transmisiones, estos últimos de guarnición en Valencia. Estas unidades relevaron a La Legión que inició su regreso a Almería el día 7 de marzo y lo finalizó el día 16. El Jefe de la Brigada multinacional liderada por España fue el General D. Ramón Martín-Ambrosio Merino, jefe de la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista, pasando a dirigir la Brigada Multinacional liderada por España. Fue durante este despliegue cuando el 24 de junio de 2007, día de San Juan, se produjo el atentado terrorista que mató a 6 paracaidistas españoles, siendo los primeros caídos en esta Operación.

Foto 11: BMRs del GTLP patrullando en las cercanías de la Blue Line

Libre Hidalgo-III se constituyó el 13 de julio de 2007, con un contingente procedente en su gran mayoría del Regimiento de Infantería Ligera Aerotransportable “Isabel la Católica” nº 29 con sede en Figueirido (Pontevedra), y del Regimiento de Infantería Ligera Aerotransportable “El Príncipe” nº 3, con sede en Siero (Asturias), ambos pertenecientes a la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable “Galicia” VII (BRILAT). El resto del personal correspondió a la Agrupación de Apoyo Logístico nº 61 con sede en Valladolid, al Regimiento de Caballería Ligero Acorazado “Lusitania” nº 8 con sede en Valencia y en menor medida a otras unidades. El Jefe de la Brigada fue el General de Brigada D. José María Prieto Martínez, general jefe de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportada, pasando a dirigir la Brigada Multinacional liderada por España.

Libre Hidalgo IV, al mando del General D. Casimiro José Sanjuán Martínez, asumió el control del sector Este de UNIFIL el día 20 de noviembre de 2007 con un contingente procedente de la Brigada de Infantería Mecanizada “Extremadura” XI (Badajoz), junto con personal del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado “Numancia” 9 (Zaragoza), la Agrupación de Apoyo Logístico 31 de Paterna (Valencia), y en menor medida otras Unidades.

Libre Hidalgo V fue constituida nuevamente, en base a la Brigada de la Legión (Almería) al mando del General D. Juan Bautista García Sánchez, quien asumió por segunda vez el mando del Sector Este de UNIFIL el día de 30 de marzo de 2008. Desplegó junto a La Legión personal de la Agrupación de Apoyo Logístico 11 de Colmenar Viejo (Madrid) y en menor medida otras Unidades. En esta ocasión, el batallón de maniobra español, denominado Grupo Táctico Ligero Protegido (GTLP), se conformó en base a la VIIIª Bandera de La Legión, que comenzó a ser multinacional a partir de este momento por integrarse en el mismo una compañía polaca. También como novedad en este contingente de LH-V, se integró una fuerza de protección de Malasia que comenzó a dar seguridad a la Base “Miguel de Cervantes”.

Foto 12: Soldados españoles del GTLP patrullando a pie

La Brigada Multinacional Libre Hidalgo VI, al mando del General D. Juan Carlos Medina Fernández, asumió el control del Sector Este de UNIFIL el día de 11 de agosto de 2008, en base a la Brigada de Caballería “Castillejos” II, junto con personal de la Agrupación de Apoyo Logístico 41 ambas de Zaragoza, y en menor medida otras Unidades. El GTLP español dispuso de la compañía polaca, y además se le agregó a partir de este momento, una Sección de El Salvador. A partir de este contingente, el total de efectivos de la Brigada Multinacional liderada por España superó los 4.000.

La Brigada Acorazada “Guadarrama” XII, junto con personal de la Agrupación de Apoyo Logístico 11, ambas de Madrid, del Batallón de Helicópteros de Maniobra IV de Tenerife, y del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado “Numancia” 9 de Zaragoza, constituyó Libre Hidalgo VII, al Mando del General D. Alberto Asarta Cuevas, quien asumió el control del Sector Este de UNIFIL el día de 15 de diciembre de 2008.

Al mando del General D. José María Prieto Martínez, por segunda vez conformando la Brigada Multinacional liderada por España, y en base a la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportada “Galicia”, se constituyó Libre Hidalgo VIII, asumiendo el mando del Sector Este de UNIFIL el día de 17 de abril de 2009.

Libre Hidalgo IX se constituyó el 15 de agosto de 2009 al mando del General D. Ricardo Álvarez-Espejo García en base a la Brigada de Infantería Mecanizada “Guzmán El Bueno” (BRIMZ X), unidad con sede en Cerro Muriano (Córdoba) junto con personal de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 22 con sede en Granada, del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado “Farnesio” 12, con sede en Valladolid y de otras unidades.

Libre Hidalgo X se conformó en base a la Brigada de Infantería Mecanizada “Extremadura” (BRIMZ XI), unidad con sede en Botoa (Badajoz) junto con personal de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 31 con sede en Valencia, del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado “Farnesio” nº 12, con sede en Valladolid y de otras unidades. El mando lo asumió por segunda vez el General D. Casimiro José Sanjuán Martínez, el día de 15 de diciembre de 2009.

Foto 13: Soldado del GTLP vigilando la Blue Line sobre el río Wazzani

La Brigada Paracaidista “Almogávares VI” (BRIPAC), comenzó su segundo despliegue en el Líbano como Libre Hidalgo XI, junto con un escuadrón de caballería perteneciente al regimiento “España 11”, con sede en Zaragoza, y una unidad logística perteneciente a la Agrupación de Apoyo Logístico Nº 11, procedente de Madrid. El mando de Libre Hidalgo XI correspondió al General de Brigada D. Juan Gómez de Salazar Mínguez, a partir del día de 15 de abril de 2010.

El General D. Juan Carlos Medina Fernández, asumió por segunda vez el mando del Sector Este de UNIFIL el día 15 de agosto de 2010. Libre Hidalgo XII, se constituyó en base a la Brigada de Caballería “Castillejos” II de Zaragoza, junto con una unidad logística perteneciente a la Agrupación de Apoyo Logístico Nº 61, con sede en Valladolid, una unidad del Tercio de Armada procedente de San Fernando (Cádiz) y en menor número personal de distintas Unidades del Ejército de Tierra y Guardia Civil.

El segundo despliegue de la Brigada de Infantería Mecanizada “Guzmán el Bueno” X (BRIMZ X), comenzó cuando el General D. Teodoro Baños Alonso asumió el mando del Sector Este de UNIFIL el día 14 de diciembre de 2010. Este contingente, constituido como Libre Hidalgo XIII, contó además con elementos logísticos pertenecientes a la Agrupación de Apoyo Logístico Nº 21, con sede en Sevilla, una unidad del Tercio de Armada procedente de San Fernando (Cádiz) y en menor número personal de distintas Unidades del Ejército de Tierra y Guardia Civil, hasta completar un contingente de 1.040 militares españoles.

La Brigada de Infantería Acorazada (BRIAC) ‘Guadarrama’ XII, con sede en la Base de El Goloso en Tres Cantos (Madrid) volvió por segunda vez al Líbano para conformar el 2 de mayo de 2011, como unidad base generadora, la Brigada Libre Hidalgo XIV. Con la Brigada Acorazada, desplegaron, entre otras, unidades del Tercio de la Armada, de la Agrupación Logística nº11 y del Regimiento de Caballería ‘Farnesio’ 12, y la 3ª Flotilla de Aeronaves de la Armada. Además, también formaron parte de este contingente personal de la Brigada de Transmisiones y de la Guardia Civil. En total, 1004 efectivos españoles, al mando del General de Brigada D. Miguel Alcañiz Comas. El Grupo Táctico Ligero Protegido “Wad-Ras” al mando del Teniente Coronel D. José Carlos De Antonio Alcázar estuvo constituido por 614 militares del Regimiento de Infantería Acorazada nº 61 y del Tercio de la Armada, además de 47 soldados de El Salvador.

 

Foto 14: Miembros del GTLP enlazando con una patrulla.

La Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ) ‘Extremadura’ XI, con sede en la Base ‘General Menacho’, situada en Bótoa (Badajoz) volvió al Líbano por tercera vez conformando la Brigada Libre Hidalgo XV junto a personal del Regimiento de Caballería ‘España’ 11 (Zaragoza), la Brigada de Transmisiones, la Agrupación de Apoyo Logístico nº 61 (Valladolid), la Armada y la Guardia Civil. El 22 de septiembre de 2011, la Brigada Libre Hidalgo XV (BRILIB XV) comenzaba su misión en el Líbano para dar cumplimiento a la Resolución 1701 al mando del General de Brigada D. Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, jefe de la BRIMZ XI.

La Comandancia General de Ceuta lideró por primera vez la Operación Libre Hidalgo con el apoyo de personal de la Comandancia General de Melilla y de diferentes unidades del Ejército de Tierra, Infantería de Marina y la Guardia Civil. Un Escuadrón del Regimiento “Alcántara 10” de Ceuta formó parte del contingente. Casi mil efectivos españoles constituyeron la Brigada Libre Hidalgo XVI a partir del 12 de febrero de 2012, al mando del General de Brigada D. Julio Herrero Isla, General 2º jefe de la Comandancia General de Ceuta. Además de las fuerzas españolas, conformaron esta Brigada Unidades de India, Indonesia, Nepal, Malasia, El Salvador, y por primera vez, de Brunei, quienes sustituyeron al personal de Malasia para dar seguridad a la Base “Miguel de Cervantes”. Además, también se integró a partir de este despliegue una compañía procedente de Serbia, que se mantiene hasta la actualidad, dentro del Grupo Táctico Ligero Protegido. Los militares serbios que han participado desde entonces en Libre Hidalgo han mostrado permanentemente un profundo respeto por España y por el Ejército Español, y siempre han destacado por su disciplina, lealtad, espíritu de colaboración y profesionalidad.

Foto 15: Soldado español vigilando la Blue Line

El 10 de julio de 2012, la Brigada Libre Hidalgo XVII (BRILIB XVII) en base a la Brigada de Caballería “Castillejos” II comenzaba su tercera misión en el Líbano, esta vez al mando del General D. Manuel Romero Carril, contando con el apoyo de personal del Tercio de Armada (TEAR), de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 (AALOG 41) y de diferentes unidades del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil.

El 23 de noviembre de 2012, la Brigada Libre Hidalgo XVIII (BRILIB XVIII) en base a la Brigada de Infantería Mecanizada “Guzmán el Bueno“ X comenzaba su tercera misión en el Líbano, al mando por segunda vez del  General D. Teodoro Baños Alonso, con personal del Tercio de Armada (TEAR), de la Agrupación de apoyo Logístico nº 21 (AALOG 21) y de diferentes unidades del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil. Es con este contingente cuando España reduce sus efectivos nacionales por revisión de la misión, pasando de unos 1.000 efectivos, a 600.

El General de Brigada D. Fernando López del Pozo lideró la Brigada Libre Hidalgo XIX en base a la Brigada de Infantería Acorazada “Guadarrama” XII, con su tercer despliegue en el Líbano, a partir del 22 de mayo de 2013.

Libre Hidalgo XX comenzó su misión el 20 de noviembre de 2013 al mando del General de Brigada D. Francisco José Dacoba Cerviño, jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada “Extremadura” XI, con su cuarto despliegue en esta Zona de Operaciones. El Grupo Táctico Ligero Protegido que conformó el Batallón Español (SPANBATT) dentro de la Brigada Multinacional estuvo constituido en base al Regimiento de Infantería Mecanizada “Saboya” Nº 6, y formaron también parte de dicho Batallón una Sección del Ejército de la República de El Salvador, así como una Compañía Serbia.

Foto 16: Inauguración de un proyecto CIMIC por parte de la brigada española

La Brigada de Caballería “Castillejos II“ (BRC II) lideró por cuarta vez la Operación Libre Hidalgo, en el Líbano, constituyendo la Brigada Libre Hidalgo XXI al mando del General de Brigada D. Andrés Chapa Huidobro, a partir del 21 de mayo de 2014.

La Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ) “Guzmán el Bueno” X comenzó el 20 de noviembre de 2014 su cuarto despliegue en el Líbano como Brigada Libre Hidalgo XXII, al mando del General de Brigada D. Antonio Ruiz Olmos.

El General de Brigada D. José Conde de Arjona, jefe de la Brigada de Infantería Acorazada “Guadarrama” XII lideró Libre Hidalgo XXIV desde el 20 de mayo de 2015, constituyendo el cuarto despliegue de esta Brigada en el Líbano.

La Brigada de la Legión abrió la participación española en la misión de Naciones Unidas en el Líbano en 2006, a donde regresó dos años después. Pero desde entonces, no había vuelto a desplegar en este escenario, dado que las Brigadas Ligeras se concentraron en la operación de Afganistán, dejando a las Pesadas esta misión. El 20 de noviembre de 2015 volvió a constituir la fecha del retorno de la Legión al Líbano —tras casi una década—, formando Libre Hidalgo XXIV al mando del General de Brigada D. Juan Jesús Martín Cabrero. De los cerca de 600 efectivos españoles que lo compusieron, la mayoría perteneció al Tercio “Alejandro Farnesio”, 4º de La Legión, del cual se formó el Grupo Táctico Ligero Protegido al mando del Teniente Coronel D. Antonio Ferrera Arriba; pero también hubo integrantes del Grupo de Artillería de Campaña, del Batallón de Zapadores Ligero Protegido, del Grupo Logístico y de la Bandera de Cuartel General, todas ellas Unidades de la Brigada de la Legión “Rey Alfonso XIII”. Además, aquí se incluyen los contingentes serbio (con 142 miembros), salvadoreño (que supera el medio centenar de hombres), brasileño (con 7 componentes) y, por primera vez, mejicano (formado por 2 oficiales).

Foto 17: Nuestros soldados españoles siempre son queridos por la población civil, especialmente por los niños

La Brigada Paracaidista “Almogávares” VI dio inicio a su tercera misión en tierras libanesas como Libre Hidalgo XXV tras asumir el liderazgo del Sector Este de UNIFIL, al mando del General de Brigada D. Alfredo Pérez de Aguado Martínez, jefe del contingente en el que esta unidad aportó el grueso de la Fuerza, a partir del 21 de mayo de 2016.

El 21 de noviembre de 2016 Libre Hidalgo XXVI iniciaba su misión. La unidad se constituyó sobre la base de la Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ) “Guzmán el Bueno” X, llevando a cabo su quinto despliegue, al mando del General de Brigada D. Aroldo Lázaro Sáez. Cabe destacar que el contingente contó con personal de las nuevas unidades incorporadas a su orgánica (Brigada Orgánica Polivalente – BOP), procedentes del Regimiento de Infantería “Garellano” Nº 45 con base en Munguía (Vizcaya), integrados en el Grupo Táctico Ligero Protegido al mando del Teniente Coronel D. Rafael Salas Sánchez; y del Grupo de Caballería Acorazado “ALMANSA” II/10 del Regimiento Acorazado “Córdoba” Nº 10.

El Mando de Canarias generó por primera vez la Brigada del Líbano (BRILIB) con alrededor de 600 efectivos. El contingente de Libre Hidalgo XXVII se constituyó en base a la Brigada “Canarias” XVI, que tiene su Cuartel General en el Acuartelamiento “General Alemán Ramírez” en Las Palmas de Gran Canaria. En la generación del contingente de BRILIB XXVII, todas las unidades de la Brigada aportaron personal a la composición del mismo: Regimiento de Infantería “Tenerife” 49, Regimiento de Infantería “Canarias” 50, Regimiento de Infantería “Soria” 9, Regimiento de Artillería de Campaña 93, Batallón del Cuartel General, Grupo Logístico XVI, Batallón de Zapadores XV y Grupo de Caballería Ligero Acorazado “Milán” XVI. Además, también contribuyeron al contingente personal del resto de unidades del Mando de Canarias: Cuartel General, Regimiento de Artillería Antiaérea nº 94 y Batallón de Helicópteros de Maniobra VI. También hay que destacar la aportación de otras unidades con guarnición en Canarias como la Agrupación de Apoyo Logístico 81, el y el Batallón de Transmisiones VI/22, así como otras unidades de diferentes plazas de la península como el Batallón de Cooperación Cívico Militar I, las Agrupaciones de Sanidad y de Hospital de Campaña, Grupo de Operaciones Especiales III, Regimiento de Inteligencia 1, Regimiento Lusitania nº 8, Brigada de Transmisiones y Guardia Civil. Del total del personal español del Contingente BRILIB XXVII, el 88% de los efectivos procedían de las Islas Canarias.

Foto 18: Instrucción de Control de Masas por parte de miembros del GTLP.

La Brigada de Infantería “Extremadura” nº XI, genera por quinta vez la Brigada de Libre Hidalgo XXVIII, estando desplegada en este momento desde el 21 de noviembre de 2017, hasta mayo de 2018, al mando del General de Brigada D. Javier Romero Marí.

En mayo de 2018 se tendrá previsto el despliegue de Libre Hidalgo XXIX, en base a la Brigada “Aragón” I, nueva Unidad del Ejército, tras la reorganización y desaparición de la Brigada de Caballería “Castillejos”, la Brigada de Infantería “San Marcial” V, y la Jefatura de Tropas de Montaña.

En resumen, los despliegues de las 28 rotaciones que desde el año 2006 han desplegado en el Líbano han sido los siguientes:

  • Con 5 despliegues: BRIMZ “Guzmán el Bueno” X, y BRIMZ “Extremadura” XI
  • Con 4 despliegues: BRIAC “Guadarrama” XII, y BRC “Castillejos” II
  • Con 3 despliegues: BRILEG “Rey Alfonso XIII”, y BRIPAC “Almogávares” VI
  • Con 2 despliegues: BRILAT “Galicia” VII
  • Con 1 despliegue: Comandancia General de Ceuta y Mando de Canarias

Foto 19: Acto en la Base Miguel de Cervantes de Marjayoun

 

  1. NUESTROS CAÍDOS EN TIERRAS LIBANESAS

Como se ha indicado más arriba, fue durante Libre Hidalgo II cuando España ofreció la sangre de 6 soldados paracaidistas, asesinados en un vil atentado terrorista el 24 de junio de 2007 a los pies de la localidad de El Khiam, auténtico bastión de Hezbolá. Un pequeño monolito de piedra rodeado por una valla de madera rinde tributo a nuestros primeros caídos en el Líbano en el mismo lugar donde fueron asesinados. Desde entonces, todas las patrullas y personal español que pasa por delante de este monumento saludan militarmente, o realizan la señal de la Cruz. Cada 24 de junio, se celebra un homenaje a los Caídos en dicho lugar al que asisten autoridades locales tanto civiles como militares, y personal de UNIFIL. Una sección española y una sección de las FF.AA. libanesas rinden honores junto al estandarte de la Brigada española, y sus Guiones y Banderines de sus Unidades subordinadas. Sean estas líneas un Homenaje a su memoria.

Foto 20: Homenaje a los Caídos Paracaidistas en el monolito construido en su memoria

Estos son los nombres, fechas y motivos de todos los españoles caídos en el cumplimiento de su deber durante la realización de la Operación Libre Hidalgo:

  • Atentado terrorista cometido el 24 de junio de 2007. Fallecen 6 soldados de la 2ª Bandera Paracaidista durante su despliegue en Libre Hidalgo II:
  • Juan Carlos Villora Díaz, de 20 años y natural de Ávila (España)
  • Manuel David Portas Ruiz, de 21 años y natural de Sevilla (España)
  • Johnattan Galea García, de 18 años y natural de Madrid (España)
  • Jefferson Vargas Moya, de 21 años y natural de Huila (Colombia)
  • Jeyson Alejandro Castaño Abadía, de 20 años y natural de Risaralda (Colombia)
  • Jhon Edisson Posada Valencia, de 20 años y natural de Caldas (Colombia)
  • El 15 de junio de 2008, el Cabo Legionario Yeison Felipe Ospina Vélez, de 22 años y natural de Antioquia (Colombia) fallece al volcar su BMR en accidente de tráfico a la salida de la Base “Miguel de Cervantes” durante Libre Hidalgo V.
  • El 28 de agosto de 2009 fallece el soldado José Antonio Godia Pi, de 21 años, natural de Lérida y perteneciente al Grupo de Operaciones Especiales III de Alicante durante su despliegue en Libre Hidalgo IX. Sufre un infarto mientras jugaba al baloncesto en su tiempo libre en la Base “Miguel de Cervantes” de Marjayoun.
  • El 31 de enero de 2011, el subteniente del Ejército de Tierra Isaías Martín Anguera, de 46 años y natural de San Sebastián fallece de un infarto en la Base “Miguel de Cervantes”. Pertenecía al Regimiento de Inteligencia 1 de Valencia y desplegaba en Libre Hidalgo XV.
  • El 23 de febrero de 2014, el soldado Abel García Zambrano, de 25 años, natural de Badajoz y perteneciente al Regimiento de Infantería Mecanizado “Saboya” nº 6, fallece como consecuencia de un accidente de tráfico en la localidad de Gadjjar Desplegaba con Libre Hidalgo XX.
  • El 23 de febrero de 2014, el soldado José Manuel Cabrera Aquino, de El Salvador, fallece junto al soldado García Zambrano en el mismo accidente.
  • El 20de marzo de 2014, el soldado Carlos Martínez Gutiérrez, de 25 años y natural de Badajoz fallece en el Hospital de Sidón como consecuencia de las heridas internas sufridas en su cabeza provocadas al caerse de la litera de su camareta. Pertenecía a Libre Hidalgo XX.
  • El 28 de enero de 2015, el cabo Francisco Javier Soria Toledo, de 36 años, natural de Málaga y perteneciente al Regimiento de Infantería Mecanizado “Córdoba” Nº 10, que desplegaba durante Libre Hidalgo XXII, fallece como consecuencia de un disparo directo de la artillería israelí sobre la torre de vigilancia en la que se encontraba, en la Posición 4-28 ocupada por una de las Compañías del Grupo Táctico Ligero Protegido español. La artillería israelí estaba respondiendo al ataque con cohetes por parte de miembros de Hezbolá, quienes una vez realizado el ataque corrieron hacia las inmediaciones de la Posición española, buscando la protección que le podría brindar acercarse a una instalación de NN.UU.

 

  1. EL FUTURO DEL LÍBANO

Según los propios libaneses, quien diga que comprende el Líbano, es que no lo conoce. La complejidad del escenario libanes, con su historia, y todos los factores que condicionan su futuro como son los conflictos por los que ha pasado, sus religiones, su particular Constitución, las alianzas que se tejen encima y debajo de la mesa entre partidos y grupos políticos y no políticos en función de los intereses de cada momento, el problema palestino, el apoyo de Irán a la causa chiita y de Hezbolá, la guerra en Siria, los refugiados sirios, la rivalidad EE.UU.-Rusia, el problema con Israel…, hacen muy difícil predecir el futuro del Líbano. Todos los libaneses, sin excepción, se preguntan cuándo tendrá lugar la próxima guerra, dando por sentado que habrá una próxima guerra, pero siendo una incógnita y la gran pregunta por resolver, saber el momento concreto del estallido. Es verdad que existe un clima de calma tensa, y de una frágil estabilidad y paz, que en cualquier momento se puede quebrar. Es verdad que una pequeña chispa en la Blue Line puede desembocar en un conflicto de alta intensidad entre Israel y Líbano. Es verdad que Hezbolá se ha convertido en una fuerza casi convencional con la experiencia que ha adquirido en su apoyo al Régimen de Bashar Al Asad, y el material y la cantidad de misiles con los que supuestamente se ha dotado… Pero también es verdad que desde el año 2006, el Líbano ha gozado del periodo más largo de su historia de paz, estabilidad y progreso. Aunque en el Líbano todo es incertidumbre; aunque su propia población se pregunte por el momento del próximo conflicto; aunque siga viendo a Israel como su verdadero enemigo, aunque considere en general a Hezbolá como la “Resistencia” del pueblo libanés ante Israel; también es cierto que los libaneses se encentran hastiados de conflictos y están deseosos de proseguir en paz y estabilidad, ya que están comenzando a ver sus mieles; los réditos de la paz. La misión de Naciones Unidas en el Líbano ha jugado un papel esencial, evitando una escalada de violencia, proporcionando estabilidad a una zona del planeta muy castigada por la guerra. Y España, ha jugado un papel protagonista en ello. Por tanto, sigue existiendo la esperanza de que, si la situación se mantiene en paz, y la paz es duradera, las próximas generaciones puedan olvidar poco a poco el odio entre ambos pueblos, se consiga llegar a un entendimiento, un armisticio entre el Líbano e Israel −aún hoy en día sin firmar−, y una definición de sus fronteras consensuada entre ambos países. En la humilde opinión del autor, el despliegue de UNIFIL sigue siendo necesario, y la presencia de España liderando un Sector de la Operación está más justificada que nunca (dada la situación interna en España). Pero el verdadero cáncer del Líbano tiene nombre: Hezbolá. Mientras esta organización no se desvincule de su brazo armado, se disuelva, o sus miembros se integren uniformados en las Fuerzas Armadas libanesas, el odio a Israel permanecerá muy vivo entre los libaneses, y la amenaza de la guerra persistirá. Aunque es cierto que esta solución para cualquier libanés se antoja un sueño ingenuo, ilusorio e irrealizable… El periodista Tomás Alcoverro Muntané, persona con gran conocimiento del Líbano, dijo en el año 2009:

“Es de manifiesta ingenuidad pretender que van a desaparecer, de un plumazo, las injerencias, los intereses de Israel, de Siria, de Irán, de los nostálgicos grupúsculos armados palestinos en esta población chií en la que está muy arraigado Hezbolá que nadie desarmará, pese a la resolución internacional, convertida desde hace décadas en la palestra de todos los conflictos del Oriente Medio”.

Es muy difícil hacer desaparecer “de un plumazo” un conflicto arraigado en la población local; pero con tiempo, poco a poco, ¿por qué no tener esperanza en su resolución? Dependerá en gran parte de los propios libaneses.

LEOPOLDO MUÑOZ SÁNCHEZ

Coronel de Intendencia ET (R)