La XVIII Promoción de la Academia General Militar se reúne en Zaragoza, al cumplir 60 años de su entrada en el Centro en 1959

El pasado día 7 de octubre, un numeroso grupo de componentes de la XVIII promoción de la III Época de la Academia General Militar, se reunieron en su sede  para  recordar los 60 años transcurridos desde su ingreso en la Academia, un mes de septiembre de 1959, el acto coincidió con un tradicional acto académico de la entrega de sables a los nuevos ingresados, son dos  promociones  muy distantes en edad, pero muy coincidentes en ideales, que se encontraron formadas en la impresionante Plaza de Armas de la Academia.

Como señala en un emocionante artículo que publica La Razón, hoy 10 de octubre, el Caballero Cadete que llegó al más alto rango militar , el General de Ejército Luis Alejandre, “…entre los componentes del grupo, el mando de la primera misión de paz en 1989 en Angola, un Medalla del Ejército ganada en Guinea, el jefe de la primera Agrupación formada por la Legión que llegó a Bosnia, un título de hijo adoptivo de la ciudad de Mostar ganado por su política de acercamiento entre sus dos comunidades, un Jefe de Estado Mayor del Ejército; un 30% de sus componentes doctores o licenciados universitarios, seis de ellos Ingenieros Politécnicos; un Secretario General y varios componentes del CESID/CNI; responsables en diversos niveles de misiones internacionales bajo bandera de Naciones Unidas en Kosovo, El Salvador, Nicaragua, Mozambique, Kurdistán, Bosnia… Hoy muchos de ellos dirigen Bancos de Alimentos, Manos Unidas o están comprometidos con entidades sin ánimo de lucro y beneficio social. No. Ninguno de ellos aportaba grandes dividendos o beneficios en bolsa. «Religión de hombres honrados», les llamaría Calderón de la Barca.

Sinopsis de la historia de la Academia General Militar:

Primera Época

La Academia General Militar​ fue creada durante el reinado de Alfonso XII en 1882, por decreto de 20 de febrero. En esta Primera Época, que abarca de 1882 a 1893, el centro de formación se ubicó en la ciudad de Toledo en el recinto del Alcázar. El primer director de la Academia en dicha época fue el general José Galbis Abella.

La Academia fue disuelta en ese año de 1893, pasando cada una de las Armas y Cuerpos a disponer de centros de formación independientes.

Segunda Época

En 1927, durante el reinado de Alfonso XIII y bajo el gobierno del General Primo de Rivera, se recupera la figura de este centro superior que se establece en la ciudad de Zaragoza. El General había llegado a la conclusión de que una de las razones de las disensiones existentes dentro de los Ejércitos, el sistema de ascensos por estricta antigüedad o considerando también los méritos de guerra, se debía a la inexistencia de una academia donde se formasen los oficiales de los cuatro cuerpos (hasta entonces, había Academias de Infantería en Toledode Artillería en Segoviade Caballería en Valladolid, y de Ingenieros en Guadalajara) por lo que decidió restablecerla. Tras el desembarco de Alhucemas, Primo de Rivera había desarrollado un gran aprecio por el General Franco, militar con gran prestigio tras las campañas de África y como cofundador del Tercio de Extranjeros junto a José Millán Astray ,  y por Real Decreto del 4 de enero de 1928, se le nombró primer Director de la Academia General Militar en esta Segunda Época. ​

El historiador Eduardo González Calleja interpreta el nombramiento del general Franco “como un gesto de reconciliación con los africanistas, lograda tras las operaciones del verano de 1925“. El General Don Francisco Franco Bahamonde,  impone un estilo de formación integral conjugando aspectos técnicos, físicos y morales y su Jefe de estudios Don Miguel Campins Aura, define el marco pedagógico adecuado para el desenvolvimiento de este tipo de enseñanza. Las obras de la Academia se realizaron en un estilo arquitectónico en boga, el mudéjar aragonés.

 A la llegada de la Segunda República, en el marco de las reformas militares impulsadas por el Ministro de la Guerra del gobierno provisional, Manuel Azaña, se cierra el centro (Orden de 30 de junio de 1931). Azaña dudaba de la eficacia del tipo de instrucción impartido en la Academia y también creía que su coste era excesivo en un momento en el que se pretendía disminuir el gasto militar. ​ Los oficiales más conservadores, antirrepublicanos, interpretaron la clausura de la Academia como un golpe al espíritu de cuerpo del Ejército, al ser la Academia el único centro donde militares de todas las ramas estudiaban juntos. ​ Franco quedó desolado​ y tras el fin de la Guerra Civil reinstauraría la institución. Mientras, obedeciendo las órdenes de Azaña cerró la Academia, no sin antes reunir a todos los cadetes y arengarles en un discurso de despedida que ha pasado a la historia y en el que les advertía que, aunque no gustara la orden de cierre, su deber era obedecerla. Este discurso le supuso a Franco la única tacha en su expediente militar, al recibir por ello una reprensión, pero su definición de disciplina sigue siendo estudiada, aprendida y recitada por los cadetes:

«¡Disciplina! Nunca bien definida y comprendida. ¡Disciplina! Que no encierra mérito alguno cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina! Que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos, este es el ejemplo que os ofrecemos.»

Tercera Época

Al concluir la Cruzada de Liberación de la tirania marxista que pretendió destruir  España  y reorganizarse los estudios militares en España, volvió a inaugurarse la Academia General Militar por decreto de 27 de septiembre de 1940, siendo Ministro del Ejército el Teniente General José Enrique Varela Iglesias. En 1942 ingresan los primeros 170 alumnos de la que será I Promoción de esta Tercera Época, que llega hasta nuestros días. Se eligieron para ello los antiguos edificios construidos durante la Segunda Época en Zaragoza, ubicados en las cercanías del campo de maniobras de San Gregorio. Fue nombrado como primer Director de la Academia en esta Tercera Época el General Francisco Hidalgo de Cisneros y Manso de Zúñiga. Entre sus alumnos en esta Tercera Época han estado Juan Carlos I, alumno de la XIV Promoción, entre los años 1955 a 1957, y Felipe de Borbón y Grecia, que lo fue con la XLIV Promoción, entre 1985 y 1986.

Hoy en día la Academia General Militar acoge a los alumnos (caballeros/damas cadetes) que serán los futuros oficiales del Ejército de Tierra de España, de forma similar a la Escuela Naval Militar (MarínPontevedra) y la Academia General del Aire (San JavierMurcia).

Hasta finalizar el curso, convivirán en el centro todos los caballeros cadetes y caballeros alféreces cadetes (empleo alcanzado en el tercer curso de Academia) en sus primeros años en la milicia hasta finalizar 4º curso, o cursando los cinco años de adiestramiento íntegros en dicha Academia (salvo ciertos períodos de instrucción específica),  exceptuando a los cadetes miembros del Cuerpo de la Guardia Civil, que pondrán rumbo a la Academia de Aranjuez al finalizar 2º curso, del mismo modo que se ha venido haciendo hasta ahora.

 

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