A bordo del patrullero oceánico “Río Segura” de la Guardia Civil

Un letrero en madera del buque “Bucannero” expuesto en la cámara de oficiales del patrullero oceánico “Río Segura”, señala el comienzo de su dilatada hoja de servicios, desde su entrega en diciembre de 2010 a la Guardia Civil. Es el primero de su clase construido específicamente para el Servicio Marítimo de la Benemérita (SEMAR), por lo que reúne todas aquellas características que le definen para el cumplimiento de su misión.

Hasta la entrega del buque oceánico “Duque de Ahumada”, prevista para 2025, el patrullero “Río Segura” ostenta el honroso título de ser el buque insignia del SEMAR. En una reciente visita en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, hemos tenido oportunidad de conocer sus instalaciones y equipamiento y conversar detenidamente con su máximo responsable a bordo, el capitán de la Guardia Civil Eduardo Rivera.

Diseñado para realizar todo tipo de operaciones en alta mar, se trata de un buque que ha demostrado fiabilidad y eficacia en las misiones de control de fronteras en mar abierto, vigilancia de las aguas territoriales de la zona asignada, lucha contra actividades ilegales (narcotráfico y contrabando) y delitos contra el medio ambiente, así como servicios de salvamento, búsqueda y rescate.

Todo ello es posible gracias al equipamiento de que dispone el buque “Río Segura” y la preparación del personal adscrito al SEMAR. Dado su alto nivel de especialización, la Guardia Civil trata de que haya una continuidad de la dotación, ya que ello conlleva una familiarización y conocimiento que redunda en beneficio del máximo provecho de cada misión.

Los embarques tienen una duración rotatoria mensual. Por lo común la dotación oscila entre 24 y 27 personas, que se alojan en nueve camarotes individuales y quince camarotes dobles. Se ha previsto, además, el embarque de doce agentes del Grupo de Intervención. Durante la estancia a bordo se trata de conseguir que la vida sea lo más agradable posible en un barco balancero y sin estabilizadores y entre los elementos indispensables dispone de gimnasio, en el que los agentes del SEMAR y la oficialidad náutica que gestiona Gauzón Ibérica, con sede en Ferrol, tratan de mantenerse en forma.

El buque tiene varias salas para reuniones, conexiones para videoconferencias y una zona de rescate a babor para náufragos y migrantes. Dispone, asimismo, de una plataforma a popa de 14,70 x 12 m para las operaciones de un helicóptero con un puesto de control y sistema de abastecimiento de combustible JP8. En caso necesario dispone de medios para el suministro de combustible, agua potable, víveres y repuestos.

Dos embarcaciones RHIB de intervención rápida y salvamento, una propulsada por hélice y otra por water-jet, constituyen el principal punto de apoyo para las misiones de inspección y abordaje y pueden arriarse desde sus respectivos pescantes con el buque navegando. Está equipado con medios contraincendios de agua y espuma que abarcan la cubierta de vuelo –bajo la cual se estiban dos contenedores de 20 pies–, un bote de rescate capaz de alcanzar una velocidad de 32 nudos y una grúa auxiliar de 3,8 toneladas a 7,90 m.

El puente de mando es amplio, dispone del equipamiento necesario –dos radares bandas X y S, cartas electrónicas y plóter, tres sistemas DGPS, Navtex, VDR…–, más equipos de comunicaciones y tiene una gran visibilidad. Tiene capacidad, asimismo, para el manejo de un drone UAV de exploración y vigilancia aérea.

A proa tiene una amplia bodega y entrepuente para carga y material diverso. Una enfermería con sistema de telemedicina, dos oficinas, lavandería y varios pañoles completan, en líneas generales, conforman el resto de la distribución interior del buque.

El 29 de agosto de 2008, el Consejo de Ministros autorizó la construcción del nuevo buque, con un presupuesto de 15.323.600 euros. Convocado el oportuno concurso, el 18 de diciembre del citado año se adjudicó a Astilleros Gondán, de cuya factoría es la construcción número 452. El 19 de agosto de 2009 se celebró la puesta de quilla y el 30 de marzo de 2010 se procedió a su botadura. Después de verificar las pruebas de mar con resultado satisfactorio, el 9 de diciembre siguiente se firmó el acta de entrega al Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

De 1.668 toneladas brutas, mide 73 m de eslora total –63 m de eslora entre perpendiculares–, 12 m de manga, 4,50 m de puntal y 4 m de calado. Está propulsado por dos motores MTU 16V4000M61R, con una potencia de 1.520 kW cada uno, acoplados a reductoras sobre ejes azimutales Schottel sin tobera, que actúan como timones y le permite mantener una velocidad de 17 nudos. Para las maniobras en puerto dispone de una hélice transversal a proa de 320 kW. Este sistema de propulsión le permite una autonomía de 9.000 millas y una elevada capacidad de maniobra a velocidad reducida, condiciones indispensables para asegurar patrullas de larga duración y la aproximación segura en alta mar a cayucos y embarcaciones de pequeño tamaño. Código IMO 9561174.

Salones y áreas comunes

Zona de rescate

Propulsión

Medios auxiliares RHIB de intervención rápida y salvamento

Puente de mando

Imagen de la Guardia Civil en la mar

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo

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