REVISIÓN DE LA POLÍTICA NUCLEAR DE EEUU 2018

 

DECLARACIÓN DEL SECRETARIO DE ESTADO DE EEUU,  Jim Mattis

PRÓLOGO DEL SECRETARIO DE ESTADO

El 27 de enero de 2017 el Presidente ordenó al ministerio de Defensa realizar una nueva Nucelar Posture Review (NPR) para asegurar una disuasión segura y efectiva que proteja al país, dé seguridad a los aliados y, sobre todo, disuada a los adversarios. Esta revisión llega en un momento crítico de la historia de nuestro país porque EEUU se enfrenta a una situación de seguridad internacional que es más compleja y exigente que nunca desde el final de la Guerra Fría. En tal situación no es posible retrasar la modernización de nuestras fuerzas nucleares si es que queremos preservar una disuasión nuclear creíble –asegurando que nuestros diplomáticos continúen hablando desde una posición de fuerza sobre la guerra y la paz.

Durante décadas EEUU han dirigido los esfuerzos del mundo para reducir la cantidad de armas nucleares. El 1991 Strategic Arms Reduction Treaty (START) estableció un límite superior de 6.000 cabezas nucleares estratégicas –una fuerte reducción de las cifras de la Guerra Fría-. El armamento nuclear de menor alcance quedaba casi eliminado totalmente de los arsenales nucleares de EEUU a primeros de los años noventa. El 2002 Strategic Offensive Reduction Treaty y el 2010 New START Treaty redujeron todavía más los niveles de la fuerza nuclear hasta 1.550 cabezas. Durante este tiempo el stock de armamento nuclear de EEUU disminuyó en más del 85% de los niveles de la Guerra Fría. Muchos esperaron que se habían establecido las condiciones para reducciones todavía mayores en los arsenales nucleares mundiales y, en último extremo, su eliminación.

En tanto que Rusia siguió inicialmente la postura de EEUU y llevó a cabo reducciones similares en sus fuerzas nucleares estratégicas no obstante mantuvo gran cantidad de armamento nuclear no estratégico. Hoy día Rusia está modernizando ese armamento así como sus otros sistemas estratégicos. Todavía más preocupante ha sido la adopción por Rusia de una estrategia y capacidad que descansan para su éxito en la escalada nuclear. Estos acontecimientos, junto con la ocupación por Rusia de Crimea y la amenaza nuclear sobre nuestros aliados, marcan la decidida vuelta de Moscú a la carrera por Gran Potencia.

También China está modernizando y ampliando su ya considerable fuerza nuclear. Como Rusia, China está persiguiendo una capacidad nuclear absolutamente nueva ajustada a sus objetivos de seguridad nacional mientras igualmente moderniza su potencia militar convencional desafiando la superioridad de EEUU en el Pacífico Occidental.

Por doquier el cuadro estratégico aporta preocupaciones similares. Las provocaciones nucleares de Corea del Norte amenazan la paz mundial y regional no obstante la condena universal por la ONU. Las ambiciones nucleares de Irán siguen siendo una preocupación no resuelta. Globalmente, el terrorismo nuclear continúa siendo un peligro real.

Debemos contemplar la realidad nos nuestros propios ojos y ver el mundo tal y como está, no como quisiéramos que fuera. La NPR refleja la actual y pragmática evaluación de las amenazas a las que nos enfrentamos y las incertidumbres con respecto al futuro escenario de seguridad.

Dada la gama de adversaros potenciales, su capacidad y objetivos estratégicos, esta revisión exige una estrategia de disuasión flexible, ajustada al armamento nuclear. Exige la diferente serie de capacidad nuclear que proporciona al Presidente flexibilidad para adecuar su posición para disuadir a uno o más posibles adversarios en diferentes circunstancias.

Para cualquier Presidente el empleo del armamento nuclear se contempla únicamente en las más extremas circunstancias para proteger nuestros intereses vitales y los de nuestros aliados.

La fuerza nuclear, junto con nuestras fuerzas convencionales y otros instrumentos de poder nacional, van, por tanto, dirigidos, primera y fundamentalmente, a disuadir la agresión y mantener la paz. Nuestro objetivo es convencer al adversario de que no tienen nada que ganar, y todo que perder, por el empleo de la fuerza nuclear.

En absoluto reduce esta postura el umbral nuclear. Más bien, convenciendo al adversario de que incluso un empleo limitado de armamento nuclear le resultará más costoso de lo que puede soportar ello incrementará de hecho ese umbral.

A tal efecto, esta revisión conforma las conclusiones de anteriores NPR de que la triada nuclear –apoyada por la aviación con doble capacidad de la OTAN, y un sistema nuclear potente de mando, control y comunicaciones- constituye el medio más efectivo de coste y estratégicamente correcto de asegurar la disuasión nuclear. La triada proporciona al Presidente flexibilidad mientras le resguarda contra cualquier sorpresa tecnológica o cambios súbitos en la situación geopolítica. Sin embargo, para seguir siendo efectivos, debemos recapitalizar las fuerzas nucleares legado de la Guerra Fría.

En la época en que completemos la necesaria modernización de esta fuerza habrá quedado por detrás de su expectativa inicial de uso. Esta revisión confirma los programas de modernización iniciados durante la pasada Administración para sustituir nuestros submarinos de misiles balísticos nucleares, bombarderos estratégicos, misiles nucleares crucero aire-aire, ICBM y mando y control nucleares asociados. La modernización de nuestros caza-bombarderos de doble capacidad con la próxima generación de cazas F 35 mantendrá la capacidad de disuasión de la OTAN y mantendrá nuestra capacidad para el despliegue avanzado de armamento nuclear en el caso de que una situación de seguridad lo exigiera.

La recapitalización del complejo de laboratorios y plantas de armamento nuclear es también algo necesario desde hace ya mucho tiempo; es vital que aseguremos la capacidad de diseñar, producir, evaluar y mantener este armamento el tiempo que necesiten. Debido a una falta de recursos durante las próximas décadas será precisa una significativa y sostenida inversión para asegurar que la National Nuclear Security Administration pueda proveer el armamento nuclear al ritmo necesario para apoyar la disuasión nuclear en los años 2030 y posteriores.

Mantener una disuasión nuclear efectiva es mucho menos caro que librar una guerra que no pudiéramos disuadir. Mantener el coste de la disuasión nuclear hoy es aproximadamente el 3 por ciento del presupuesto anual de defensa, Se necesitará una aportación adicional de otro tres o cuatro por ciento, a lo largo de una década, para sustituir estos sistemas anticuados. Ésta es una prioridad máxima del ministerio de Defensa. Somos conscientes del sostenido compromiso financiero y reconocemos el apoyo del pueblo y el Congreso de EEUU a esta importante misión.

En tanto continuamos sin pausa asegurándonos de que nuestra capacidad sea efectiva, EEUU no renuncia sus dilatados objetivos de control, no proliferación de armamentos y seguridad nuclear. Nuestro compromiso para los objetivos del Treaty on the Non-Proliferation of Nucelar Weapons (NPT) sigue firme. No obstante, debemos reconocer que la situación actual, que supone un progreso mayor hacia la reducción del armamento nuclear a corto plazo es extremadamente preocupante. Asegurar que nuestra capacidad de disuasión nuclear sigue siendo fuerte nos proporcionará la mejor oportunidad para convencer a otras potencias nucleares de que se comprometan en iniciativas concretas de control de ese armamento.

La presente revisión descansa sobre una base indiscutible: el armamento nuclear desempeña, y lo seguirá haciendo, un papel fundamental en la disuasión de ataques nucleares y prevenir la guerra a escala convencional entre potencias nucleares en el previsible futuro. El armamento nuclear de EEUU no sólo defiende a nuestros aliados contra las amenazas nucleares y convencionales sino que les ayuda a evitar la necesidad de desarrollar sus propios arsenales nucleares. Esto, a su vez, aumenta la seguridad mundial.

No sería justo si no reconociera el papel fundamental que nuestros soldados y civiles juegan en el mantenimiento de una fuerza nuclear segura y presta a la acción. Sin sus incesantes y nunca bien reconocidos esfuerzos EEUU no dispondría de disuasión nuclear. En último extremo la disuasión se debe a la tropa –en silos, en el aire y allende los mares-.

A todos y cada uno de ellos quiero expresar mi sentimiento personal de respeto y el de un país agradecido y seguro.

Jim Mattis

Secretario de Estado

2018 NUCELAR POSTURE REVIEW

IEEE, Boletín de Novedades 14/02/2018

Por la trascripción:

Leopoldo Muñoz Sánchez

Coronel de Intendencia ET (R)