Rafael Dávila Álvarez

Emiliano Gracía-Page Jura Bandera en la Academia de Infantería.

«Un Solo agüero hay que sea excelente: combatir en defensa de la patria».

Así le hablaba Héctor a Polidamante cuando este veía malos augurios para atacar a los aqueos en sus propias naves. Es necesario un corazón firme ante el enemigo y estar dispuesto a luchar.

Estamos ante la mayor de las batallas emprendidas en democracia, precisamente cuando esta se ha degradado y el poder de los enemigos de España en breve se va a mostrar en el Parlamento, sede de la soberanía nacional.

Los presagios indican que allí estarán sentados una mayoría dispuesta a firmar la traición. La defensa de la patria es algo secundario.

Creo que nunca España ha estado tan necesitada de un salvador de su pasado, presente y futuro como en el momento actual. Porque lo que es necesario salvar es la democracia. Necesitamos un héroe sin duda porque no es fácil lograrlo y en ello puede irle la vida. Pero esa vida que él podría perder políticamente le convertirá en el salvador de España y nadie como él se elevará en la Historia de la libertad. Muchos quisieran ser ese héroe nacional, pero pocos o ninguno disponen de capacidad para llevarlo a la práctica.

Hay un hombre que apunta y amaga. Hay un hombre que dispone de esa única oportunidad ya que se ha pronunciado en contra del plan que para España tiene el jefe de su partido.

Se llama Emiliano García-Page y es el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Dispone de ocho, suficientes, elementos de juicio, de ocho representantes de su palabra, la de sus votantes, que seguro esperan un paso al frente en defensa de España y de la justa y equitativa solidaridad, como la Ley ordena, entre los españoles sin distingos entre catalanes, vascos o castellanomanchegos.

En Estrategia. Una historia, Lawrence Freedman, su autor, recurre a una cita de Mike Tyson: «Todo el mundo tiene un plan… hasta que te parten la cara».

Desconocemos el plan de Emiliano García-Page, conocemos el de Pedro Sánchez y la Estrategia es un arte en el que la sorpresa manda para destrozar en un momento el plan contrario. De un solo golpe.

Se trata de ocho contra casi el doble de cien. La tragedia y la oportunidad estriba en que no es una cuestión de número sino de honradez y honor. Cumplir la Ley y las convicciones democráticas.

La traición crea un inmenso silencio y entre sus filas nadie se habla, sino que se vigilan. Cualquier palabra es un reproche y los traidores siguen un tortuoso camino lleno de venganzas y delaciones.

El señor García-Page tiene una oportunidad que no todos tenemos. Le diría que no nos quiera tanto y nos quiera mejor, que obras son amores, que no todos tenemos su oportunidad y que ello le convertirá en héroe o villano. Está ante un reto que le perseguirá el resto de su vida, de lo que tendrá que dar cuenta si no lo acepta o encumbrarse como héroe nacional si adopta la postura de defensor de la democracia.

Recurro a Jenofonte: «Si alguien les hace cambiar de actitud, de modo que dejen de pensar únicamente en lo que les puede pasar y piensen también en lo que pueden hacer, se encontrarán mucho más animosos, porque sabéis perfectamente que no es el número ni la fuerza lo que consigue las victorias en la guerra: sólo a aquellos que con la ayuda de los dioses se lanzan con ánimo resuelto contra los enemigos, la mayoría de las veces, su oponente no logra contenerlos».

Piense en lo que puede hacer por España y los españoles. La historia le ha puesto ante esa tesitura.

No la desprecie. España busca, necesita, un héroe nacional que responda en esa la última cita de los guerreros de primera fila.

España os lo agradecerá y premiará y si no, os lo demandará.

Rafael Dávila Álvarez

14 noviembre 2023

Blog: generaldavila.com