“cautivo y desarmado el ejército rojo”

“en el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.”

Con este breve parte, el general Francisco Franco firmaba, el 1 de abril de 1939, el final oficial de la Guerra Civil Española desde su cuartel general en Burgos. Ese mismo día por la noche, el parte fue locutado y emitido por Radio Nacional de España.

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EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA EN BARCELONA

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El documento, a pesar de su sobriedad, resulta muy importante desde el punto de vista propagandístico, por los elementos elegidos cuidadosamente:

  • La denominación de los bandos, respectivamente, como “tropas nacionales” y “Ejército Rojo”, que identificaban respectivamente al bando sublevado con la nación y al adversario como un agente externo, asociándolo al Ejército Rojo de la Unión Soviética.
  • La resistencia no había terminado realmente, pero había quedado reducida a milicias no sujetas a un gobierno republicano. Dando por terminada la guerra, esos grupos serían considerados a partir de entonces como terroristas en lugar de un ejército rival.
  • La nota, junto a la fecha, que indica “III Año Triunfal”, legitimando la sublevación. El uso de esa cuenta, así como de los números romanos, es una imitación de lo que había hecho Mussolini desde la Marcha sobre Roma en 1922.
  • El título de Generalísimo, un rango militar superior a cualquier otro, solo había sido usado por anterioridad por dos autoridades españolas: Manuel de Godoy y el general Espartero. Arrogándose ese título Franco quería situarse como autoridad suprema de las fuerzas armadas, lo cual le permitía considerar insubordinados a los oficiales que habían permanecido fieles a la República y juzgarlos como traidores.