El servicio militar será obligatorio también para las mujeres danesas a partir del 1 de enero de 2027. El Gobierno ha logrado superar la reticencia de algunos partidos posponiendo la fecha de entrada en vigor, de manera que se legislará de inmediato pero no entrará en vigor en la presente legislatura. La primera ministra, la socialdemócrata Mette Frederiksen, había anunciado a finales de marzo su plan para cambiar el modelo de servicio militar femenino obligatorio y su intención era que entrara en vigor lo antes posible, pero los partidos Alianza Liberal y Demócratas de Dinamarca, dos de los siete firmantes del Pacto de Defensa, negociado como pacto de Estado, amenazaban con ejercer su derecho a veto.
El acuerdo final, cerrado a última hora del martes, establece que el nuevo servicio militar será introducido tras las próximas elecciones legislativas, previstas para otoño de 2026. Quedan ampliados el número de reclutas por año, de 4.700 a 7.500, y su duración de 4 a 11 meses. Contempla además un mayor uso operativo de los reclutas, que contribuirán en mayor medida a apoyar la resolución de tareas operativas de la Defensa. Estas decisiones forman parte de un marco más amplio, que supondrá un fortalecimiento histórico de las Fuerzas Armadas danesas. Además de la mayor dotación de personal, contarán con más presupuesto, 16.000 millones de cororas danesas, (unos 2.150 millones de euros).
«Lamentablemente, la situación de la política de seguridad en Europa se ha vuelto cada vez más grave y debemos tenerlo en cuenta cuando analizamos la defensa futura», ha explicado el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen. «Un reclutamiento más sólido, que incluya la plena igualdad entre los sexos, debe contribuir a la resolución de tareas, a la movilización nacional y a la dotación de nuestras Fuerzas Armadas».
Experiencia especial
Los nuevos reclutas recibirán primero cinco meses de formación básica y en los seis meses siguientes servirán en el servicio operativo y recibirán formación complementaria. Esto no se aplicará a servicios especiales como los de socorrista y Guardia Real de Húsares, que seguirán funcionando con un sistema diferente, aunque también serán posibles adaptaciones en función de la necesidad operativa. Además, una parte de los nuevos reclutas deben servir como sargentos o tenientes de servicio militar obligatorio.
«El servicio militar obligatorio es una experiencia especial, en la que los jóvenes tienen una oportunidad única de salir de su marco familiar y ser desafiados de manera significativa de una manera que no se puede hacer en ningún otro lugar», ha defendido el ministro de Defensa. «Los jóvenes aprenden más sobre sí mismos y adquieren experiencias que pueden llevar consigo por el resto de sus vidas». Poulsen está convencido de que «resolver tareas de crucial importancia para nuestra sociedad y seguridad» servirá para que las próximas generaciones tengan un mayor sentido de pertenencia.
El nuevo modelo refuerza la capacidad de movilización en caso de, entre otras cosas, guerra o desastre. Los reclutas que hayan completado su servicio militar tendrán un nivel de educación significativamente más alto que el actual, incluida la experiencia operativa, y podrán ser reclamados para cumplir misiones después de terminado. «Es crucial que consigamos un reclutamiento más sólido si queremos fortalecer nuestra defensa. Se necesita una base más amplia que incluya a todos los géneros, y ese también es el espíritu de un ejército moderno».
Los Demócratas Daneses, un partido de corte populista y xenófobo, estaba a favor del servicio militar obligatorio, pero se oponía a que se aplicase a las mujeres. Finalmente, su presidenta, Inger Støjberg, ha cedido teniendo en cuenta las encuestas. La última publicada por senest.dk, señala que el 53% de las danesas está a favor de que las mujeres sean incluidas; entre los daneses el porcentaje llega al 67%.
El servicio militar será obligatorio también para las mujeres danesas a partir del 1 de enero de 2027. Alemania y Francia meditan volver a la mili para todos. Finlandia y Suecia buscan refugio seguro en la Alianza Atlántica. Tras la invasión rusa de Ucrania, el miedo a nuevos sueños imperiales de Putin se extiende por Europa ante la imprevisibilidad del caudillo ruso, que sólo atiende a su soberbia. Nadie quiere ser el siguiente y todos, sin excepción, se preparan militarmente para evitar una nueva ‘excursión’ del Kremlin por territorio ajeno. Adiós definitivos a aquellos arcangélicos sueños pacifistas que protagonizaron las socialdemocracias del norte del europeo. Nueva era, marcando el paso.