- La ‘Cristóbal Colón’ encara la semana más dura de su calificación operativa enfrentándose a todas las amenazas y situaciones posibles de sus próximas misiones
- Personal del Centro de Evaluación y Certificación para el Combate (CEVACO) llevan al personal y al barco al límite para estar preparados
Y en estos días se centran especialmente en la fragata más moderna de la Armada, su punta de lanza, que tiene base en Ferrol pero que está en Cádiz para afrontar este exigente examen que les ponen los miembros del Organismo de Evaluación y Calificación de Cádiz (EVADIZ), cuya función es calificar a los buques más grandes, y a las unidades de Infantería de Marina, con una “exhaustiva” comprobación del rendimiento de los sistemas y la dotación. Al buque le toca pasar CALOP (calificación operativa), con certificación A1, es decir, para un escenario de alta intensidad, la máxima exigida para un buque de guerra de la marina española, “por lo que nosotros tenemos que intentar emular todas las situaciones que le puedan pasar en ese despliegue al que van a ir y comprobar que tienen el adiestramiento suficiente”, explicaba el JEVADIZ, Miguel Jerónimo Perales Garat, jefe del organismo en Cádiz.
En una de sus jornadas por aguas de la Bahía y el Golfo de Cádiz esta semana, se comprueba cómo se enfrentan a algunas de ellas. Pasarán desde maniobras habituales y necesarias pero no por ello exentas de riesgo como es el petroleo en la mar o el aprovisionamiento de materiales pesados desde otro buque, hasta saber cómo reaccionan ante la caída de un hombre al agua, el fallo del gobierno del buque, la navegación por aguas restringidas llenas por ejemplo de minas, incendios en el interior, ejercicios de tiro, el sobrevuelo de drones o dos aviones enemigos, detección de buques sospechosos, o incluso ser alcanzado por un misil. “Sufrir un impacto y que empiece a pasar de todo y a fallar todo en el barco” -lo que se conoce como ejercicio de control de daños-: heridos simultáneos, apagón, incendio,… y tienen que dar una respuesta coordinada y eficaz” para poder aprobar ante todos estos imprevistos y adversidades. En este escenario terminaban el pasado viernes
La Armada cuenta ahora con buques en misiones como las del grupo Dédalo – con el Juan Carlos I y dos fragatas en el Mediterráneo y el Báltico con la OTAN-, la operación contra la piratería que despierta en el Índico y ante la que se ha visto actuar en los últimos meses a las fragatas con base en Rota, la infantería de Marina a punto de ir a Rumanía, o, entre otras, otros barcos se integran en las misiones de las fuerzas permanentes navales de la OTAN, en cuyo grupo SNMG-2 precisamente se irá la ‘Cristóbal Colón’ próximamente.
Son importantes despliegues y por ello el calendario de actividades para su preparación es intenso. En el caso de la ‘Cristóbal Colón’ la evaluación será la del máximo nivel. Seis semanas, exigentes, y donde se va aumentando la dificultad y también las “ventanas sorpresas”. Pintadas de ese color rojo característico, como el mismo bolígrafo que usan los profesores para corregir, el planning del examen que han preparado los expertos del CEVACO se va llenando de situaciones inventadas pero nada lejos de la realidad y que nadie de la dotación, alrededor de 200 hombres y mujeres, conocen. Como comenta el comandante, el capitán de fragata Juan Carlos Prada Pardal, de San Fernando, saben llevar el barco al límite.
Un día junto al BAC Cantabria y la fragata ‘Álvaro de Bazán’
El trabajo del personal del CEVACO, con especialistas en cada área, empieza meses antes antes de llegar a este ‘gran show’ de ejercicios. Se hace una fotografía del momento de cómo están los pilares básicos a comprobar, como son dotación -si tiene el personal que necesita en cada puesto-, organización -para hacer frente a todas las acciones-, material -que todo funcione- y se detectan las deficiencia para ir solventando con obras, solicitando material, revisando equipos,.. antes de que empiece la CALOP donde se empezarán a hacer las actividades también para el último pilar: el adiestramiento.
Para ello, en esta jornada, no contarán sólo con el buque. Por uno de los costados aparece el Buque de Aprovisionamiento Cantabria, también con base en Galicia, con el que realizarán una serie de maniobras habituales en zona de operaciones. También la fragata Álvaro de Bazán, que a su vez pasa calificación, con lo que las imágenes de los tres barcos juntos será espectacular.
Pero no es fácil, “desde el puente de gobierno hay que mantener la velocidad y la distancia” y una vez colocados el contramaestre dirigirá la acción, comunicándose con el otro buque de varias maneras como las paletas-con sus colores y posiciones, el shifle o de estación a estación. “Rápido, rápido, Dani aquí”. Entre el equipo chalecos de colores de cada especialidad, rapidez, en una maniobra física y muy demandante mientras que los ‘chapas rojas’ apuntan todo y con la que traerán materiales al barco, como piezas a sustituir tras una avería en zona de operaciones.
Poco después empezará otra, se necesita combustible y el Cantabria vuelve mientras que el equipo de seguridad interior espera preparado por si hubiera alguna incidencia con el combustible. Es curioso como primero analizan una muestra, porque en este caso es otro buque de la Armada pero la operación puede realizarse con cualquier otro buque de aprovisionamiento y hay que comprobar.
Diario de Cádiz verá además como actúan ante un episodio del hombre al agua. En nueve minutos el miembro de la dotación caído al mar tendrá que estar a bordo de la zodiac. “Sergio vamos a por ti”, le llaman desde el puente. Pronto han identificado al compañero en peligro, que poco antes personal de EVADIZ había escondido y cuya identificación rápida forma parte del ejercicio, fruto de que el sistema de novedades funcione.
De vuelta a Rota habrá tiempo para comprobar cómo el equipo del puente se coordina y realiza una navegación por aguas restringidas. El radar, la carta digital y el modo tradicional con las cartas hidrográficas se complementan para tomar demoras. Hay que hacer antes de llegar a la base un fondeo de precisión. “No sabemos lo que va a pasar, pero hay que estar preparados. La preparación es el 90% del éxito“, apuntan desde el barco.
La jornada no ha terminado, queda la última reunión entre el equipo de la Cristóbal Colón y los ‘chapas roja’ para comprobar cómo ha salido todo, en que se ha fallado, en qué hay que mejorar y que se ha realizado con más éxito. Porque, como examen que es, se puede suspender, y ha sucedido en ocasiones. Cada miembro del EVADIZ repasa con ellos, con su comandante al frente, el ejercicio que ha supervisado. “Objetivo conseguido”. Mañana más.
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