El combate del río Rápido, una de las mayores tragedias militares de la Segunda Guerra Mundial

15 de marzo de 1944: Montecasino es devastada por un intenso bombardeo angloamericano

 

El general estadounidense Clark, en un intento de atemperar el fracaso, dio la cifra oficial de 141 muertos, 663 heridos y 877 desaparecidos; sin embargo los historiadores modernos cifran hoy las bajas en unos 934 muertos, 1.085 heridos y 770 prisioneros

A finales del año 1943 el avance aliado en la península italiana se había quedado atascado en el frente de Montecasino, a lo largo de una serie de fortificaciones dentro del plan defensivo del mariscal alemán Kesselring. Los aliados se habían dado de bruces con la denominada línea defensiva Winter compuesta, a su vez, por otras tres líneas de defensa: Gustav, Bernhardt y Hitler. El desembarco de las fuerzas aliadas en las playas de Anzio tenía como objetivo el distraer tropas y refuerzos, así como material y suministros, para la línea Winter y obligar a los alemanes a dividir su atención.

Con el objeto de mantener la presión y conseguir avances territoriales que permitiera mejorar la posición táctica del general norteamericano Clark, comandante del 5º Ejército de los EE. UU., éste ordenó al general Fred Walker, comandante de la 36ª división de Infantería, que cruzara el río Gari, al sur de Montecasino, y avanzara a lo largo del valle de Liri.

El anochecer del día 20 de enero fue el momento elegido para llevar a cabo la acción. Con el objeto de ablandar la resistencia alemana se procedió a un cañoneo por parte de la artillería de campaña de la división. Al norte la 34ª división llevaría a cabo una ataque de distracción para ocultar la verdadera dirección del ataque principal.

Vista del valle de Cassino y un paracaidista alemán en Monte Cassino en febrero de 1944

Vista del valle de Cassino y un paracaidista alemán en Monte Cassino en febrero de 1944Bundesarchiv / Wikimedia Commons

 

A las 19:00 h los regimientos de vanguardia 141º y 143º recibieron orden de acercarse a la ribera y proceder a cruzar el río para establecer cabezas de puente en el otro lado. Una vez asegurada la otra orilla se levantarían puentes militares que permitiesen el cruce de la 1º división acorazada. Al sur de la posición de la 36ª división, la 46ª división de infantería británica llevaría a cabo otra acción paralela para establecerse al otro lado del río Garigliano.

A las 21:00 h el 1er batallón de 141º regimiento recibió la orden de atravesar el río. Los alemanes reaccionaron con rapidez y establecieron un fuego defensivo mortal que destruyó la mayor parte de las barcas que, trabajosamente, habían conseguido acercar al río. Al sur el intento británico de atravesar el río se encontró con una firme y decidida defensa y con la desagradable sorpresa de que la fuerza de la corriente, en ese tramo del río, era muy superior a lo calculado.

Al día siguiente, 21 de enero, los británicos cancelaron el ataque: la corriente era demasiado fuerte debido a la crecida del río y las defensas alemanas demasiado firmes. Por el lado norteamericano se reanudó el ataque. Esta vez la situación era más apremiante pues parte de las tropas norteamericanas habían alcanzado la otra orilla y urgía apoyarlas y abastecerlas. Estas eran los restos de dos compañías del 1er batallón que habían pasado una noche infernal manteniendo sus posiciones en la otra orilla del río Gari.

A lo largo del día se llevaron a cabo varios intentos de cruzar el río, mientras los ingenieros y zapadores limpiaban de minas la orilla y allanaban el camino para que los tanques pudieran alcanzar la ribera. Al tiempo, los mismos ingenieros trataban de llevar a la orilla las piezas que formaban los puentes Bailey (puentes formados por elementos modulares para operaciones de guerra) que permitirían a la 1º división acorazada cruzar el río.

El día terminó con un pequeño refuerzo de las tropas americanas en la orilla de enfrente y con la aproximación de los tanques pero sin dejar de estar en ningún momento bajo el alcance de la artillería alemana. Por cierto, esta se había mostrado mortalmente acertada en el fuego de contrabarrera y había conseguido silenciar a la mayor parte de la artillería americana.

Heridos durante el intento de cruzar el río Rapido cerca de Montecasino, Italia. 23 de enero de 1944

Heridos durante el intento de cruzar el río Rapido cerca de Montecasino, Italia. 23 de enero de 1944

 

El día 22 fue una repetición del anterior y los sangrientos resultados dieron lugar, esa misma noche, a una tensa reunión del estado mayor de la división en la que se decidió cancelar cualquier nuevo intento de atravesar el río. La prioridad ahora era la de salvar a las tropas que se habían quedado al otro lado del río Gari.

El día 23 fue triste para los comandantes norteamericanos que contemplaron como la artillería alemana barría la orilla del río y como sus tropas, agotadas tras 72 horas de combate ininterrumpido y con las municiones agotadas, no tenían otra opción que la rendición.

El general Clark, en un intento de atemperar el fracaso, dio la cifra oficial de 141 muertos, 663 heridos y 877 desaparecidos. Tanto escandalizaron estas cifras y las explicaciones que se dieron, que los veteranos de la 36º división consiguieron que se abriera una investigación sobre los hechos que quedó silenciada por cuestiones políticas.

Los historiadores modernos cifran hoy las bajas en unos 934 muertos, 1.085 heridos y 770 prisioneros. Por su parte, el regimiento alemán que protegía ese sector ( el 115º de la 15ª Panzergranadier) tuvo 94 muertos y 179 heridos. En la historiografía militar moderna a esta acción se la conoce como la batalla del río Rápido (al confundir sus mapas al río Gari con su afluente el río Rápido).

La 36ª división de infantería tuvo más bajas que las que tuvieron las tropas americanas en la playa de Omaha (llamada La Sangrienta) durante el desembarco de Normandía. Todo eso para nada. No se consiguió ganar ni un palmo de terreno en la orilla del río.

Fuente:

https://www.eldebate.com/historia/20250129/combate-rio-rapido-mayores-tragedias-militares-segunda-guerra-mundial_265032.html