El mismo año que las tropas de Colón partieron de Sevilla con rumbo a encontrar nuevas rutas que les permitieran llegar a las Indias, en 1492, un sevillano Antonio de Nebrija, natural de Lebrija, creaba la que iba a convertirse en la primera Gramática Castellana, la primera elaborada sobre una lengua europea moderna.
Esto supuso un hito fundamental en la historia cultural y lingüística de España y Europa, ya que hasta entonces solo el latín y el griego contaban con gramáticas escritas. Nebrija elevó, de esta manera, el castellano al rango de lengua digna de estudio, con normas y reglas, al nivel de las lenguas clásica y así la presentaría ante los Reyes Católicos, como un “instrumento del Imperio”: la lengua serviría para cohesionar los nuevos territorios conquistados y facilitar la administración de los mismos.
Antonio de Nebrija, el primer humanista hispánico
Antonio Martínez de Cala y Xarana, más conocido como Elio Antonio de Nebrija o Antonio de Nebrija, nació en la ciudad de Lebrija en 1444 en el seno de una familia acaudalada. Su infancia la pasó en su tierra natal y del pasado romano de esta fue de donde sacó la idea para hacerse con su nombre artístico. Por aquel entonces Lebrija era conocida como Nabrissa Veneria y en esto se basaría para fraguar su nombre y apellido con la estructura del nomen romano: Aelius Antonius Nebrissensis.
Fue en este municipio sevillano del Bajo Guadalquivir donde realizaría sus primeros estudios sobre gramática latina y lógica, dando comienzo a su andadura académica e intelectual. Movido por su anhelo de conocimiento acudió a la Universidad de Salamanca con la intención de estudiar Teología. Sin embargo, una vez allí comenzó a interesarse por la rama humanística y los estudios del latín e incluso de la lengua hebrea.
Tras empezar a despertar su deseo por restituir los valores del latín y por renovar los principios intelectuales de su entorno, este comenzaría a dar clases de Poesía en la universidad y a acercarse a círculos intelectuales y de poder que lo llevaron a formar parte de la Corte de los Reyes Católicos como cronista. Fue desde esa posición desde donde pudo presentar su proyecto de La Gramática sobre la Lengua Castellana a la reina Isabel la Católica, que contó con su beneplácito.
A comienzos del siglo XVI fue acusado de herejía y procesado por la Inquisición en su tribunal de Salamanca en 1506. Se salvó de esa acusación gracias al cardenal Cisneros, lo que propició su traslado de Salamanca a Alcalá de Henares, ya que este se encontraba allí formando la universidad además de un equipo de sabios con el fin de realizar estudios en torno a la Biblia, llamado la Biblia Políglota Complutense.
Un pensamiento avanzado
En la transición del siglo XV al XVI, Nebrija valoraba objetivamente el conocimiento independientemente de su procedencia, lengua o cualquier otro condicionante cultural, étnico, nacional, religioso o sexual. Por este motivo cuando su salud le impidió seguir dando clases en la Universidad, pidió a su hija Francisca que lo sustituyera en la Cátedra de Retórica de la Universidad de Alcalá, convirtiéndola en una de las primeras mujeres del mundo en ser una docente universitaria, pese a que Nebrija tenía hijos varones que podían hacer esta labor.
Nebrija fue el segundo escritor del mundo (y el primero en España) en reclamar derechos de autor para sus obras, más de dos siglos antes de que se inventase el copyright anglosajón (Estatuto de la Reina Ana, 1709).
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