El 8 de septiembre de 1925 daba comienzo el Desembarco de Alhucemas, la operación militar con la que la Dictadura de Miguel Primo de Rivera iba a terminar con la Guerra del Rif. Fue, además, la primera operación de la historia con la colaboración del Ejército Francés en la que participarían de forma conjunta unidades del Ejército de Tierra, la Armada y aviación: el primer desembarco aeronaval de la historia. La Guerra del Rif, se había convertido en una tragedia humana y económica para el reinado de Alfonso XIII. Los soldados españoles luchaban con heroísmo en un campo de batalla duro y enfrentados a un enemigo irreductible. Esta guerra estaba acarreando dramáticas consecuencias que afectaban a la clase política, a la sociedad española y a la unidad del Ejército. En plena expansión imperialista, los intereses españoles no eran diferentes a los del resto de potencias europeas que trataban de administrar sus territorios. Pero episodios como los del “Barranco del Lobo” o “Annual” empañaban aquella presencia militar. Tras más de dos décadas de conflictos, el Ejército pudo cumplir exitosamente la misión que se le había encomendado: pacificar Marruecos. Esta victoria militar posibilitó el nacimiento de una nación marroquí tal como hoy la conocemos y a la que España concedió su independencia en 1956.