Defensa intenta colar como español el avión turco para evitar el veto de Europa

 

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Bruselas exige que los proyectos de esta envergadura se desarrollen plenamente por empresas europeas Robles maquilla el concurso a dedo con una participación testimonial de Airbus España como coordinador

El Ministeri o de Defensa ha tratado de «españolizar» el avión turco que ha adquirido al r é gimen de Recep Tayyip Erdogan por tres mil millones de euros para intentar evitar el veto que la Unión Europea puede poner al proyecto por su falta de desarrollo en territorio comunitario.

Pese a que el proyecto es netamente turco, el ministerio que dirige Margarita Robles ha tratado de disfrazar el desarrollo del avión con una aparente cooperación entre España y Turquía. La Unión Europea exige que un proyecto de la envergadura del Hürjet sea desarrollado plenamente en Europa y entre empresas europeas con el fin de proteger el mercado comunitario. Como en el caso del avión de combate turco esta condición no se cumple, Defensa ha articulado una presunta colaboración con el consorcio de Airbus por el que éste participará en el avión supuestamente como un proyecto conjunto hispano-turco.

Sin embargo y tal como ha podido saber ABC de fuentes de la industria militar, la participación real de Airbus en el proyecto no irá más allá de la producción de algunas partes secundarias de la estructura del avión y, quizá ahora, con cuarenta y cinco aviones encargados, se hable de una línea secundaria de montaje final articulada por el consorcio español. Esta participación podría suponer también la integración de armamento en la aeronave cuando se desarrolle la versión armada, cosa que de momento no está ni prevista, y algunos «elementos secundarios de i dentificación» puntuales de la nave.

Para disfrazar de español el proyecto turco, se ha obligado a la formación de una Unión Temporal de Empresas entre Airbus en España y la industria turca TAI para hacer pasar el proyecto como un programa de desarrollo nacional cuando en realidad es de desarrollo turco. Se trata, en definitiva, de hacer creer a las autoridades comunitarias que España no se sitúa al margen de la iniciativa europea «made in Europa» que exige que los proyectos de tanta envergadura se desarrollen por empresas europeas.

En septiembre de 2024, la recientemente creada Dirección General de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa del Ministerio envió una carta a Airbus España invitándoles a participar como «coordinadores nacionales» de la iniciativa turca sin especificar en qué consistía esa «coordinación». Simplemente, se invitó a Airbus a empezar una negociación con la industria turca y consecuentemente a romper el preacuerdo que ya tenía firmado con Leonardo, fabricante italiano.

«Codesarrollo»

La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, en una comparecencia en el Senado donde informó del proyecto, aseguró textualmente que «la base del proyecto es el avión turco», para, a continuación, asegurar que «queremos codesarrollar un avión entrenador avanzado basado en esta aeronave». Este supuesto «codesarrollo» se basaría en tres aspectos fundamentales, según la ministra: «Actividades del tipo ‘ build to print’, dentro de la producción global del Hürjet, maxi

La participación real del consorcio español en el proyecto es para aportar elementos secundarios a la aeronave

mizándose el retorno industrial del programa para España; la españolización del avión (sic) y el desarrollo del que antes tantas veces he citado de un GBTS nacional (Ground Based Training Systems) los asistentes de apoyo al entrenamiento en tierra que complementan la formación en el avión».

Fuentes militares consultadas por ABC siguen sin entender por qué Moncloa, y en concreto el Ministerio de Defensa, «ha elegido un atajo para la adjudicación del avión turco y no ha seguido el proceso de adquisición normal y considerar la competición de distintas opciones disponibles en el mercado con el fin de seguir las distintas fases del proceso normal, como son: la petición de información, la petición de propuestas y el contrato definitivo del proyecto.

«Lo que es verdaderamente sospechoso –dicen las mencionadas fuentes– es que se seleccione políticamente el Hürjet, sin seguir los procesos de competición porque quizá otros com

petidores en el mercado pueden ofrecer un sistema con menos riesgo y mayor capacidad para el Ejército del Aire y del Espacio». También «se podrían haber ofrecido colaboraciones industriales mejores o, quizá, también a través de un sistema de competición que no se ha producido, se podrían haber reducido los costes del Hürjet con el consiguiente beneficio para el contribuyente español»,

El propio senador del PP, José Antonio Monago, dijo en una de sus intervenciones en la Cámara Alta sobre el proyecto que «se nos ha querido vender que es un programa de desarrollo nacional, cuando es un programa turco en fase inicial con participación secundaria de España» . «Se pretende financiar este programa con los nuevos programas especiales de modernización, violando el principio de ejecución en el entorno europeo, porque una gran parte del presupuesto se irá fuera de la Unión Europea, en contradicción con lo que su propio Plan Industrial dice: que el 90 por ciento debe ejecutarse en territorio europeo», aseveró.

En documentos extraoficiales elaborados por expertos militares a los que ha tenido acceso este periódico, se establecen al menos seis puntos críticos y «riesgos estructurales» en los que cae el proyecto del Hürjet. Son, básicamente: una «excesiva dependencia de un único proveedor extranjero; un uso de procedimientos sin competencia que genera críticas políticas y mediáticas; presiones presupuestarias, con desajustes entre el ciclo político y financiero del programa; retrasos tecnológicos, con problemas de integración o certificación que son comunes en aeronáutica; la escasa participación de la industria nacional o pymes y posibles cambios en la prioridad estratégica a raíz de la creación de un nuevo Gobierno o un nuevo contexto geopolítico».

En definitiva, con el proyecto del avión, que aún no ha empezado a desarrollarse, y del que solo se han entregado dos prototipos de los cuatro que eran preceptivos, «se ha tratado de disfrazar como un programa de desarrollo español, un programa real de desarrollo turco».