Las tropas ucranianas se muestran incapaces de detener los avances de las rusas
Las recientes declaraciones a TASS del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, sobre su disposición a reunirse con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, para hablar sobre Ucrania no son banales. Con ellas, Lavrov trata de recomponer su propia figura, que quedó internamente dañada tras la suspensión de la cumbre Trump-Putin, que iba a celebrarse en Budapest. Asimismo, intenta ganar tiempo para, por un lado, consolidar las posiciones rusas en el frente y, por el otro, hurgar en la ‘fatiga’ que el alargamiento de la guerra está produciendo en los apoyos occidentales a Kiev.
Tal mantón político no puede ocultar que las tropas rusas conservan la iniciativa en el teatro ucraniano. Por el aire, están acelerando su campaña de destrucción de las infraestructuras eléctrica, energética y ferroviaria, así como del complejo industrial militar ucraniano. Kiev, Zaporiyia, Dnipropetrovsk, Poltava, Pavlohrad, Járkov y
Sumy son las zonas más castigadas por masivas oleadas de drones artillados Geran y otros de señuelo, así como por una amplia selección de misiles de los nutridos arsenales rusos: de crucero Iskander y Kalibr (lanzados desde el mar Negro); balísticos Iskander; o hipersónicos Kinzhal (lanzados desde aviones). Aunque Kiev publicite como derribados la mayoría de ellos, sus efectos destructivos son inocultables e indicarían la intención de Moscú de paralizar Ucrania al este del Dniéper.
En el frente, los combates más cruentos se están desarrollando en las zonas, de norte a sur, de Kupiansk, Limán, Siversk, Kostiantinivska, Prokovsk-Myrnohrad y los óblast de Dnipropetrovsk y Zaporiyia. Los tres últimos son los campos de batalla más críticos y relevantes. En todo caso, las tropas ucranianas, aun luchando bravamente, se muestran incapaces de detener los avances de las rusas.
En el bastión defensivo constituido por Prokovsk-Myrnohrad, la primera de estas dos poblaciones está ya prácticamente ocupada por las tropas rusas. Y, desde esta posición favorable, presionan hacia el este apoyadas por el lanzamiento de las bombas aéreas rusas de alto explosivo (FAB-3000). Tratan de completar el cerco de Myrnohrad, donde despliegan alrededor de 10.000 efectivos ucranianos, y que todavía presenta una abertura de alrededor de 1,5 km. Por tanto, parece inminente que el mando ucraniano tenga que optar bien por intentar extraer sus tropas ya prácticamente cercadas y con apoyo logístico muy comprometido hacia, probablemente, Guliaipole, o bien aguantar hasta el último esfuerzo de los defensores.
El bastión Prokovsk-Myrnohrad, fuertemente organizado y defendido sin idea de retroceso, ha concitado hasta ahora los mayores esfuerzos ucranianos. Consecuentemente, su caída en manos rusas tendrá una colosal repercusión en todo el teatro. A su obvio impacto material añadirá un enorme efecto desmoralizador en las tropas ucranianas. Eso, probablemente, podría provocar un derrumbe del frente ucraniano, al menos en el Donbás. Además, podría concluirse que el mando ruso estaría ya asumiendo la alta probabilidad de una inmediata neutralización del bastión que, hasta ahora, aparecía como un obstáculo insalvable para la progresión de sus tropas hacia el oeste. Algo que parece superado tras el inicio del avance de las tropas rusas en el óblast de Dnipropetrovk en dirección a Pokrovske, importante nudo de comunicaciones terrestres (incluyendo estación ferroviaria), que se configura como el siguiente objetivo táctico relevante al este del Dniéper en la zona.
Si la alcanzaran, el mando ruso tendría que decidir si continuar avanzando bien hacia Zaporiyi, o bien hacia Dnipropetrovsk. La primera opción ofrece sobre la segunda un terreno más accesible a la progresión, un objetivo más rentable ya que es capital de un óblast (Zaporiyia) integrado por Putin en la Federación Rusa (por tanto «terreno propio») y, además, facilitaría el enlace y la continuidad territorial con las fuerzas rusas más al sur (al norte de Vasilivka).
En definitiva, tanto por terreno como por objetivo y por finalidad, el avance de las tropas rusas a partir de Pokrovske sería más probable hacia Zaporiyia. Ciudad que, al igual que Dnipropetrovsk, estaba incluida en el objetivo de la Operación Militar Especial con la que Putin inició la invasión de Ucrania hace ya casi cuatro años.
El bastión ProkovskMyrnohradha, muy bien organizado, ha concitado hasta ahora los mayores esfuerzos ucranianos