Cinco mil militares participan en ejercicios a gran escala y en plena retirada de EEUU
La OTAN finalizó ayer unos ejercicios militares a gran escala en Rumanía, justo en el momento en que Estados Unidos anunció que va a reducir el número de tropas en este país, para lanzar un claro mensaje a Vladimir Putin: aunque la Administración Trump haya decidido centrar su atención en mayor medida en el Indo-Pacífico, la presencia de la Alianza en el flanco Este seguirá siendo muy importante.
Las maniobras comenzaron el pasado 20 de octubre, tuvieron una duración de tres semanas y media, y fuentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte apuntan que se enmarcan en un ejercicio anual habitual denominado Dacian Fall. Pero ni el momento, ni el lugar, ni el volumen de los efectivos empleados son corrientes: la OTAN movilizó a 5.000 militares y 1.200 vehículos –entre ellos helicópteros, drones, tanques y aviones– e involucró a un total de 10 países, incluidos España, Alemania y los propios Estados Unidos.
La nación marco, esto es, la que lideró las operaciones, fue Francia. Y el número total de campos fue igualmente de 10, con ejercicios que incluyeron fuego real. En definitiva, una demostración de fuerza por parte de la Alianza en una de las naciones que más provocaciones y violaciones de su espacio aéreo ha sufrido de Rusia.
Consultadas por el hecho de que todo esto se produzca en plena retirada de Estados Unidos, fuentes tanto de la OTAN como de Rumanía repiten los argumentos que ya hicieron públicos a finales del pasado mes. «La reducción de las fuerzas estadounidenses es un efecto de las nuevas prioridades de la Administración presidencial, anunciadas en febrero. La decisión también tuvo en cuenta que la OTAN había reforzado su presencia y sus actividades en el flanco Este, lo que permite a Estados Unidos ajustar su postura militar en la región», señalan desde el Ministerio de Defensa rumano.
«La decisión estadounidense consiste en poner fin a la rotación de una brigada en Europa que tenía elementos en varios países de la OTAN. Aproximadamente mil soldados estadounidenses permanecerán desplegados en nuestro territorio nacional, contribuirán a la disuasión de cualquier amenaza y representarán una garantía del compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional», añaden.
Pero en el ámbito diplomático esta salida preocupa. Se considera que Putin la entenderá como una oportunidad para elevar su actividad en el flanco Este, y por ello este tipo de ejercicios y demostraciones adquieren todavía más importancia. Y añaden que, ante el cambio de EEUU, es si cabe más importante acelerar el proceso de rearme de Europa.
De forma paralela a la actividad de la OTAN, la Comisión Europea también trata de avanzar en su actividad militar al tiempo que mantiene la presión económica sobre Putin. «Hay que dejar claro a Rusia que el tiempo no juega a su favor. Las guerras se pierden cuando uno se queda sin dinero o sin soldados. Por eso hay que seguir ejerciendo presión sobre Rusia con sanciones», afirmó ayer la alta representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Kaja Kallas, tras reunirse en Berlín con los ministros de Defensa del llamado Grupo de los Cinco: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Polonia.


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