
«La guerra de Ucrania dura ya tres años por no haber conseguido una superioridad aérea en el campo de batalla», afirma el JEMA, que avisa de que «no estamos en guerra, pero tampoco en paz».
«No estamos en guerra, pero tampoco estamos en paz». Con esta frase ha definido el statu quo actual el teniente general Francisco Braco Carbó, jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), que este martes ha hecho hincapié en la necesidad de contar con «un poder aéreo capaz y preparado» para hacer frente a las nuevas amenazas. «En la OTAN hemos llegado a la conclusión de que la guerra de Ucrania dura ya tres años por no haber conseguido una superioridad aérea en el campo de batalla», ha señalado en un encuentro con la prensa en el cuartel general del Ejército del Aire, en Madrid.
En referencia a esa guerra, ha adelantado que la Alianza Atlántica va a seguir reforzando su flanco este y que España contribuirá aumentando su destacamento en Lituania, con el despliegue de once cazas de combate, en lugar de ocho, además de un avión permanente de reabastecimiento en vuelo.
Sin responsabilizar directamente a Rusia, Braco Carbó también ha subrayado que «el espacio aéreo de soberanía de la OTAN ha sido violado y se está viendo amenazado por drones», en referencia a las incursiones de vehículo aéreos no tripulados, que han puesto en jaque en los últimos meses a la navegación aérea en países como Polonia, Dinamarca o Bélgica. «Es necesario disponer de una defensa aérea y espacial que sea robusta y eficaz para hacer frente a todos los tipos de amenazas existentes en la actualidad. Sin ella es imposible asegurar no solo la seguridad, sino también nuestro modo de vida, nuestra actividad económica y nuestro bienestar», ha dicho.
Al respecto, ha destacado la necesidad de «actualizar nuestros sistemas de guerra electrónica y de alerta temprana, así como los sistemas ISR, de vigilancia y reconocimiento». «En el espacio también tenemos nuevos proyectos, como el desarrollo del futuro satélite de policía espacial, que hemos bautizado con el nombre de Neo», ha explicado.
Braco Carbó ha aludido, además, a la importancia de formar al personal militar en las nuevas tecnologías: «En el Ejército del Aire ya hemos creado la especialidad de pilotos de aeronaves tripuladas remotamente y estamos adiestrando a personal para hacer frente a drones mediante el manejo de sistemas y equipos contradrones. También estamos formando a especialistas en el dominio del ciberespacio». En ese sentido, ha detallado que en el próximo cuatrienio se van a incorporar más de 1.500 militares al Ejército del Aire, a razón de unos 450 por año.
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