Este pasado verano la Policía Naval de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid recibió sus nuevos vehículos híbridos enchufables de la marca Cupra. En concreto, la Agrumad (siglas de la agrupación) ha reforzado su flota de automóviles con un lote del modelo Formentor que servirán para labores de escolta, seguridad y actos militares.

Ningún ámbito escapa a las transformaciones que se están dando en la industria del motor. Hace una década, y quizá un poco más, los coches eléctricos eran vehículos llamativos y extravagantes. Ahora, y tras un proceso en el los combustibles fósiles están de capa caída (o al menos esa es la sensación), los coches eléctricos llevan la delantera. Tanto en Europa como en especial en China y Estados Unidos, el motor eléctrico parece ganar posiciones y no solo en el mercado civil, también en el militar.

En esta sección de LA RAZÓN nos adentramos cada semana en temas de lo más variados, pero todos tienen en común una cosa: la modernización de las Fuerzas Armadas. A veces se ha tratado el armamento ofensivo y, otros, la actualización de vehículos como los camiones Iveco, que ahora tendrán las cabinas blindadas para mayor seguridad de los tripulantes. En esta ocasión hay que fijarse en otro fenómeno, que es la llegada de la potencia eléctrica a la esfera militar.

Hasta hoy, la energía eléctrica había alimentado sistemas concretos de las fuerzas armadas. No obstante, nunca se había invertido en vehículos eléctricos. De forma tradicional toda la potencia ofensiva y tractora de los ejércitos estaba sustentada sobre el motor de combustión, pero parece que eso está cambiando gradualmente.

Dentro del Ejército Español tenemos el mejor ejemplo en la reciente noticia de que la Agrumad ha recibido un lote de coches híbridos enchufables Cupra modelo Formentor. Así lo hemos podido gracias a los compañeros de Defensa, que se han acercado a ver los nuevos automóviles.

En un mundo de enormes transformaciones en todos los sentidos y que tienen como fondo reducir la dependencia de los combustibles fósiles, las Fuerzas Armadas de España dan un paso al integrar en sus servicios vehículos que sugieren un nuevo camino. De ahí que los Cupra Formentor de la Policía Naval de la Infantería de Marina radicada en Madrid sean tan importantes.

Los Cupra Formentor serán utilizados por los agentes para misiones de escolta, vigilancia y actos militares.

Su carrocería, según se ha podido ver en las imágenes compartidas, no tiene ningún tipo de añaque

Los Cupra Formentor serán usados por los agentes para misiones de escolta y actos militares

El paradigma de la guerra y de las Fuerzas Armadas se halla en un momento de cambio clave

dido militar extra. Es decir, son vehículos corrientes que han sido adaptados al servicio de marina al haberse pintado en color azul oscuro e impreso las insignias de la agrupación entre ellas una PN en mayúscula en el capó, así como una franja con los colores de la enseña nacional visible en la parte trasera.

Dentro de la página web oficial de Cupra se puede ver que el Formentor tiene un precio de partida de 29.990 euros (sujeto a financiación). Tiene una gran variedad de configuraciones y versiones, pero en cuanto al motor, tiene una potencia de 272 CV (200 kW) que le brindan una autonomía eléctrica de hasta 123 kilómetros. Por otro lado, es compatible con la modalidad de carga eléctrica. Así el tiempo de carga parte desde los 26 minutos con una potencia de carga de hasta 50 kW. Esto se traduce en que puede alcanzar de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos y puede llegar a una velocidad máxima de 220 km/h. Lo que muestra que, para ser un coche de servicio, es rápido y con una potencia más que adecuada.

Tras haber hecho lo que suponemos que es un estudio de mercado, los Cupra Formentor han pasado a ser un activo interesante dentro de la Policía Naval de esta agrupación. Su llegada significa el adiós paulatino a los venerables Seat León que hasta ahora disponía esta unidad.

No conocemos más detalles de próximas entregas, pero es de esperar que a lo largo de 2026 obtengamos datos de que más vehículos híbridos lleguen a la Agrumad. Eso sí, queda preguntarse si otras unidades de las fuerzas armadas españolas darán este paso y adquirirán híbridos enchufables.

Para terminar y al hilo de la última pregunta que lanzamos, podemos ver que el planeta se encamina hacia un futuro en el que hasta las fuerzas militares quieren adaptarse a los estándares tecnológicos «verdes». Es todavía pronto para decir si es una tendencia que se mantendrá o que finalmente será desechada.

Por el momento se observa que se están poniendo las primeras piedras. Veremos cómo evoluciona, no solo en cuanto a incluir baterías eléctricas en vehículos militares, sino también otros combustibles alternativos como hidrógeno. El paradigma de la guerra y las Fuerzas Armadas se halla en un momento clave.