Como apasionada que soy de la Historia, ayer me acerqué al Museo de las Navas de Tolosa. Qué vergüenza sentí. Qué despropósito. Qué burda manipulación ideológica de la Historia. Una peliculilla cuenta en siete minutos la batalla de Alarcos, en la que los cristianos sufrieron una derrota frente al islam. De la batalla de las Navas de Tolosa, ni rastro, solo una pantalla táctil (inaccesible para los invidentes), con una pésima información acerca de la misma. La batalla de las Navas de Tolosa no solo ha tenido importancia para España, sino para toda Europa. Lamentable que no se reconozca la historia de aquellos que dieron su vida para asegurar la libertad de la que hoy disfrutamos en Occidente. Y todo esto pagado con fondos públicos. Más que Museo de las Navas de Tolosa debería titularse Museo de la Derrota de la Batalla de Alarcos (mal contado, pero sí), y para colmo en el relato, hasta ridiculizan al Rey Alfonso VIII, que luchó frente a sus tropas, no como los politiquillos sentados en sus poltronas que habrán realizado este lamentable museo (si es que se le puede dar este nombre) con el dinero de todos.

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Fachada del Museo de las Navas de Tolosa

Me uno a la carta que ayer publicaron de Juan Ángel López Díaz sobre el soldado Manuel Lois García. Todo esto es un intento de borrar la Historia y de rescribirla sin rigor alguno, y atendiendo solo a ideologías sectarias y totalitarias.