Abismo

«Entre unos y otros lo llevasteis a la cima, a la cresta de la ola, y cuando la ola rompa, no lo hará contra su cuerpo, sino contra España»
«España, sin saberlo, es tan grande que a pesar de estar gobernada por traidores no aceptará más humillaciones ni agresiones a su unidad»

Todavía no descolgados por el abismo, pero sí al borde del precipicio. Sánchez ha ofrecido a los separatistas catalanes reconocer a Cataluña como nación a cambio del voto positivo a los presupuestos. Todo menos perder el Falcon, el helicóptero, los viajes sin motivo, los gastos fuera de control y el sueldo de Begoña en una empresa privada que no pisa ni por casualidad. España a cambio de su prepotencia psicopática y obsesiva. De ofrecer la destrucción de España a cambio de seguir habitando La Moncloa, igual que Iglesias está sobradamente capacitado para alterar el orden público y exigir la respuesta violenta a los resultados de unas elecciones desde sus salones millonarios de La Navata. Pero me pregunto si esa promesa de Sánchez a Torra es de seguro cumplimiento. La Constitución, de momento, impide el regalo. El Congreso y el Senado algo tendrán que decir, debatir, opinar y votar. Nadie puede inventarse una nación y traicionar a la suya por sostener a un gorrón en la presidencia del Gobierno. Ay Rajoy, ay Rajoy, qué gran responsabilidad tienes, por tu cobardía e indolencia, por tu confianza en la chincheta que trabajaba lo que tú abandonabas, para que se haya llegado a esta casi suicida situación. Te desprecio, Rajoy, a quien tantas veces voté convencido de tu honorabilidad y tu decencia política. Has arruinado a la clase media con tus impuestos devastadores y aceptando que Montoro premiara con comisiones a los inspectores de Hacienda en consonancia con los bienes que hurtabais a los contribuyentes. Tengo la lista de los principales beneficiados por esas comisiones putrefactas. Has aceptado que tu vicepresidenta, la peligrosa chincheta, llevara a cabo la implantación mediática del más perverso de sus inventos, Podemos. Has afligido tu resistencia en beneficio del caos. No cumpliste con tu promesa de erradicar la corrupción del Partido Popular, y cuando ya cansado, no tuviste el valor de convocar elecciones, te viste desbancado del poder democráticamente logrado, por un golfo que pactó con todos los enemigos de España para gobernar una España en ofrecimiento de puzle despiezado. Entre tu miedo y la osadía psicopática de tu sustituto, habéis llevado a España al borde del abismo. Lo del separatismo catalán era perfectamente reconducible, pero aplicaste un 155 capado, un 155 nebuloso, un 155 que mantenía todo el poder propagandístico de los traidores. No proteste tampoco Aznar, que fue el padrino de tu ascenso con el dedo. Él también es responsable de la casi desaparición del PP en Cataluña –quedan unos valientes que no se han rendido-, de la transferencia total de la educación a la Generalidad y de la urgente suspensión del Servicio Militar, entretejido de todos los jóvenes españoles, por un puñadito de votos parlamentarios ofrecidos a cambio de tanto, por Pujol, el gran sinvergüenza que robó lo que quiso a Cataluña, que corrompió a las cobardes, interesadas y calladas alta y media burguesías catalanas, y con el dinero de todos los españoles puso los cimientos del Proceso independentista. Y está libre y tranquilo en su casa. Entre uno y otro habéis dejado una herencia envenenada a un político honesto y de gran futuro, Pablo Casado, que os adelanta a los dos por la izquierda y por la derecha.

BARRIO

Porque Sánchez viene del Podemos de Soraya, Montoro y Arriola. Sin esos tres elementos infectados, Iglesias sería un episodio cómico. Porque Sánchez viene de vosotros, directamente, con menor legitimidad que la vuestra, pero con más audacia y valentía. Porque Sánchez es también fruto y consecuencia de la inadmisible cobardía del aparato socialista y de una mayoría abrumadora de sus callados barones, que prefieren el pienso a la dignidad. Sánchez, él sólo, no es nada. Pero entre unos y otros lo llevasteis a la cima, a la cresta de la ola, y cuando la ola rompa, no lo hará contra su cuerpo, sino contra España.

Si Sánchez, con sus consabidas trampas, cumple con su promesa de fraccionar España creando una nación que jamás ha existido a cambio de su permanencia en La Moncloa, todos los mencionados anteriormente pueden brindar por su éxito. España, sin saberlo, es tan grande, que a pesar de estar gobernada por traidores no aceptará más humillaciones ni agresiones a su unidad. Si Sánchez atendiera los resultados de las encuestas del CIS del payaso de Tezanos, ya habría convocado elecciones. Sabe que son falsas y mal cocinadas. Para sobrevivir en La Moncloa necesita entregar Cataluña a los separatistas. Y a un paso está de llevar a cabo la monumental traición. Y Begoña será premiada con un aumento de sueldo.

10 dic. 2018    La Razón    EL ARTÍCULO DE USSÍA