A lo largo de los años Israel ha realizado numerosos experimentos con todos los sistemas, para ir mejorando. Pero nada como el momento de la verdad, que no es simulacro
«Es como un cerebro superior que capta, ve y registra todo y decide qué manos activar para funcionar mejor». Así describe a «El Debate» Hila Haddad Chmelnik, que años atrás fue parte del equipo que desarrolló el sistema anti misiles «Cúpula de Hierro», la esencia misma del singular sistema de defensa anti aérea de Israel, compuesto por varias capas que coordinan entre sí. La famosa y muy exitosa «Cúpula» es una de ellas, la más conocida por todas las veces que ha tenido que actuar para lidiar con disparos de miles de cohetes especialmente desde la Franja de Gaza.
En el momento de escribir estas líneas, Israel ya tiene claro que habrá un nuevo ataque de Irán contra su territorio, como venganza por la reciente eliminación en Teherán del jefe de Hamas Ismail Haniyeh, que si bien Israel no reivindicó, se le atribuyó automáticamente. Israel, por otra parte, no hizo ningún esfuerzo por desmentirlo.
Lo que Israel no puede aún decir con certeza es cuándo llegará el ataque ni su envergadura. Se estima que será una ofensiva mayor que la del 14 de abril cuando Irán lanzó 185 drones explosivos, 36 misiles crucero y 110 misiles balísticos. Ahora Israel considera que Irán-y también su brazo en Líbano, Hezbolá– querrán algo más grande. Irán, para vengarse por la humillación que le significó la explosión que mató en Teherán a Haniyeh, que no solamente fue en territorio iraní sino en una instalación nada menos que de las Guardias Revolucionarias de Irán. Y Hezbolá, por la eliminación- que Israel sí reivindicó oficialmente- de Fuad Shukur, el jefe militar máximo de la organización, mano derecha de su jefe Hassan Nasrallah.
Tampoco hay seguridad acerca de si Irán será el único en atacar o activará, como siempre, a sus diversos tentáculos armados en la región, si en este caso todos dispararán a Israel en forma simultánea o si cada uno lo hará por separado.
Lo que sí es indudable ya ahora, es que Israel está alerta, preparado y consciente de que tiene en sus manos los mejores sistemas del mundo para interceptar misiles, pero al mismo tiempo, que no son herméticos ni infalibles. Se espera contar, como el 14 de abril, con la ayuda de Estados Unidos y otros aliados, para interceptar el ataque antes de que cruce a territorio israelí, con la esperanza de impedir impactos en tierra. Estados Unidos ya lo ha prometido.
Si bien hay aún numerosos desafíos por resolver en términos de cómo lidiar con las amenazas llegadas de alrededor, ningún país del mundo ha desarrollado sistemas tan avanzados de defensa anti-aérea como Israel. No ha tenido más remedio que hacerlo.
Israel tiene un sistema por capas, cada una de las cuales está diseñada y concebida para frenar a tiempo y destruir en el aire distintos tipos de amenazas. Cada una tiene su propio «cerebro» para decidir cuándo y dónde activar el disparo del proyectil con el que se aspira a interceptar la amenaza, pero por sobre todas ellas está el cerebro superior que decide cuál de los sistemas debe ser puesto en funcionamiento.
«Se pone en funcionamiento el sistema más apropiado para cada caso, según la distancia, la altura y la rapidez en las que viene un misil en camino», explica Hila Haddad, que trabajaba dentro del programa de la Cúpula de Hierro también aquel histórico 7 de abril del 2011 cuando por primera vez una de sus baterías logró interceptar y destruir en el aire un misil Grad disparado desde Gaza hacia la ciudad de Ashkelon.
«El sistema general es capaz de identificar las amenazas, elabora esa identificación en su cerebro, en sus ojos, en su sistema de control y supervisión y luego manda interceptar. O sea que primero se necesita los ojos que capten en el cerebro superior que decide qué sistema poner en funcionamiento y las manos que actúen».
«Cada sistema debe saber ´hablar´con los otros y captar lo que sus ojos ven», explica.” Esa capacidad de maniobra es lo que permite crear una dinámica especial entre todas sus capas y llegar a un porcentaje muy alto de interceptación de las amenazas, determinar que si tal batería no intercepta, se activa otra que pueda hacerlo, si no intercepta una, la hará la otra”.
Las distintas capas
1) Hasta hace muy poco se usaban las baterías anti misiles Patriot, en su nombre hebreo Yahalom, misiles tierra-aire destinados a interceptar aviones y drones grandes hasta 160 kms de distancia. Ya no están operativos, pero participaron en abril en la defensa anti aérea cuando el ataque masivo de Irán.
2) La Cúpula de Hierro es usada para interceptar grandes cantidades de cohetes disparados al mismo tiempo, también en algunos casos para morteros, cohetes y proyectiles , además de drones relativamente pequeños , que vienen de una distancia corta.
3) «Kéla David», o sea «La Honda de David» (originalmente llamada Sharvít Ksamím, que significa Varita Mágica) que intercepta amenazas como misiles crucero y drones más grandes . Según el portavoz del ejército israelí, tiene un alcance de aproximadamente 250 kms o sea que lidia con amenazas llegadas desde más lejos, pero también de mayor peso.
4) «Flecha 2» (Jetz en hebreo, Arrow en inglés) que es para distancias mayores y para amenazas como los misiles Scud, los Shihab, misiles que lanzan desde Irán e Irak y ahora también los hutíes desde Yemen.
El Flecha 3 intercepta más alto, fuera de la atmósfera, o sea que es cuestión de distancia pero también de altura y de un punto muy especial para la interceptación de la amenaza.
El momento de la verdad
A lo largo de los años Israel ha realizado numerosos experimentos con todos los sistemas, para ir mejorando. Pero nada como el momento de la verdad, que no es simulacro.