BASE MILITAR LOGÍSTICA DE CÓRDOBA: ERROR O ¿DESCONOCIMIENTO CULPABLE? 

La mini prevista base cordobesa

 

La centralización excesiva tiene muchos riesgos, que pueden superar el pretendido ahorro económico. Ya lo escribió el general Aranda Mata en su obra “El arte militar” (1957, 341): sigue imponiéndose la descentralización de unidades y recursos, para evitar que un solo golpe pueda dejar la nación fuera de combate. No digamos nada ahora, con el aumento exponencial de alcance y potencia de destrucción de los nuevos ingenios militares, sobre todo cuando tanto la OTAN como Rusia han rebajado los niveles de empleo del armamento nuclear evolucionado.

La centralización y la concentración no siempre suponen una mejora en la gestión y un ahorro de recursos. Porque el principio de la concentración de esfuerzos, se consigue mediante la unidad de mando, la centralización del planeamiento y la descentralización de la ejecución. Y aunque se pueda centralizar fácilmente, ello no debe conducir a soluciones contraproducentes; por ejemplo, los modernos procedimientos de las telecomunicaciones permiten la centralización de las acciones tácticas a muy alto nivel, pudiendo producir resultados esperpénticos al usarlos indebidamente (como que un ministro civil dirija las operaciones de un golpe de mano).

Si bien, como hemos citado, la centralización favorece el principio de la economía de medios, va en contra del principio de flexibilidad y, sobre todo, atenta gravemente contra el de seguridad. Cuando el cuerpo doctrinal táctico habla de centralización, en los casos de escasez de recursos, lo hace en el sentido excepcional y, siempre, en la gestión y no en el despliegue.

La mano que apoya

Centro Técnico de Intendencia en preguerra: hoy solo son el 30%

Los Ejércitos, para prevenirse de todo tipo de ataques o catástrofes, recurren a los principios de seguridad y flexibilidad. Para ello, los órganos de mando, las unidades de combate y de apoyo, y los recursos logísticos se escalonan en profundidad, se dispersan, enmascaran y protegen sobre el terreno.

Es una oportunidad y tentación imperdonables no aprovechar, si nuestro presunto enemigo cometiera el error de concentrar todas sus funciones de abastecimiento y mantenimiento en su solo lugar, haciéndolo un objetivo decisivo, contra cualquier acción directa de fuego (aviación, cohetes, misiles, drones, etc.). Sobre todo, si tenemos en cuenta que la falta de una sola pieza de repuesto y sistema de mantenimiento, pueden dejar fuera de combate cualquier sistema de armas, comunicaciones, transporte, etc.

Es suficiente que se rompa un solo eslabón para que el flujo logístico se corte, con consecuencias fatales. Especialmente, cuando imprudentemente se han puesto todos los huevos en el mismo cesto,    convirtiendo un objetivo táctico en un goloso objetivo estratégico. No es arte, es oficio.

Unificado Centro de Abastecimiento previsto

Estamos hablando del inusual proyecto que lleva adelante el Ministerio de Defensa de España para concentrar en Córdoba, en un espacio mínimo, la práctica totalidad de los Órganos Logísticos Centrales, de abastecimiento y mantenimiento de nivel 4º Escalón, del Ejército de Tierra.

Además de los razonamientos anteriores de orden táctico/estratégico, se debería haber tenido en cuenta que, aun disponiendo de un presupuesto capaz de afrontarlo, un traslado, en este caso casi una docena de “trasplantes a raíz seca”, es mucho peor que varios incendios y puede suponer una pérdida de eficacia abismal. Y, en el caso de España, con decenas de años con un mísero 1% del PIB, las deficiencias acumuladas son insalvables incluso el 2% nominal y fullero impuesto por Usa. Estamos hablando de un desastre peor que varios bombardeos de alfombra, por la pérdida de equipos humanos de muy difícil/larga/costosa formación e integración, la redefinición de las relaciones habituales con los centros universitarios y fabriles, las pérdidas de maquinarias no desmontables instaladas en infraestructuras, la necesidad de nuevas infraestructuras de orden social (vivienda, escolarización, sanidad, servicios), etc, etc. La experiencia dicta, sin la menor posibilidad de equivocación, que se tendrán que formar e integrar nuevos equipos humanos, militares y civiles, prácticamente de la nada, pues ni con órdenes taxativas de traslado y/o remuneraciones extraordinarias de todo tipo, cosas que hoy por hoy son imposibles, se conseguirá trasladar más allá de una mínima parte de las plantillas y equipamientos actuales. Es decir, se perderá la mayor parte de la base logística militar del Ejército de Tierra durante varios lustros. ¿Es que eso ya nadie lo sabe o no se ha atrevido nadie a ponerlo en claro?

 Volviendo a los planteamientos de orden estratégico, la distancia, en línea recta, de Córdoba a Tánger o Tetuán, por poner un ejemplo, es de unos 250 km aproximadamente. Naturalmente, la ciudad de los califas está al alcance de muchos de los sistemas de armas (terrestres/navales/aéreos) que actualmente existe en el mercado con un rango de alcance eficaz igual o superior a 400 km.

 

Algunos ejemplos de misiles basados en tierra pueden ser:

  • Misil chino WS2D con una cabeza de guerra de 200 kg y un alcance de 400 km, en servicio en China y Marruecos.
  • Misiles Himars-Atacams, con una ojiva de 230 kg y un alcance eficaz superior a los 300 km, en servicio en los EEUU, Marruecos y Ucrania.
  • Sistema israelí Puls-Linx, capaz de lanzar misiles de crucero/merodeardores Delilah (190 kg y 250 km; misil que usa también la aviación marroquí) y balísticos Predator Hawk (800 kg y 300 km). Está en servicio en Israel, Dinamarca, Holanda, Marruecos y, próximamente (antes que se fabrique aquí) en Alemania.
  • Los Iskander argelinos superan los 500 km que separan esa nación de Córdoba.

Actual y sentenciado PCMASA 1, Segovia

Es decir, un objetivo estratégico a esas distancias sería muy vulnerable a las acciones de fuego desde algunos de nuestros países vecinos y desde plataformas aeronavales situadas en el Mediterráneo occidental o frente a las costas atlánticas meridionales de la Península Ibérica.

Una superbase logística a nivel nacional, con las funciones logísticas principales concentradas, debería tener un excelente, redundante, masivo y carísimo sistema de defensa antiaérea, contra todo tipo de vectores aéreos, tripulados o no, y con velocidades supersónicas e hipersónicas. Y es cosa casi imposible con los pocos y limitadísimos medios, en número y calidad, hoy disponibles, los cuales, por cierto, incluidos los de Canarias y El Estrecho de Gibraltar los tenemos hipotecados en Turquía y las fronteras con Rusia. Aun así, no habría seguridad de interceptación, máxime, cuando no somos capaces de hacerlo con drones, o con narcolanchas que apenas superan los 120 km/h, navegan en superficie y no tienen contramedidas electrónicas.

Lo dramáticamente curioso es que el procedimiento de planeamiento para elegir la ubicación de la esta gran base logística, el cual dependió exclusivamente de la procedencia manchega o andaluza de la persona que ocupara el ministerio de defensa. También el que un JEME en activo diera su nombre a la gran base, como si en la historia militar de España no hubiera más militares con más méritos para ser recordado: “vanitas vanitatis”.

Además del despilfarro de construir una base logística de nueva planta y desplazar geográficamente las correspondientes unidades logística, en una época de grandes estrecheces económicas, donde no se tiene ni siquiera una brigada operativa.

Y, por si fuera poco, la reiterada experiencia demuestra la descapitalización humana de las unidades militares cuando las cambian de guarnición, máxime cuando se trata de especialistas críticos, que requieren muchos años de formación y experiencia.

No obstante, los “grandes estrategas” defienden este engendro con os siguientes argumentos: “Marruecos no va a tacar” y “Más cerca tienen la base aeronaval de Rota”.

 Marruecos nos está amenazando continuamente con recuperar las Plazas del Norte de África, y nos ha atacado unilateralmente en los años 1957, 1975 y 2002 (Perejil pasó de ser española a ser neutral) y siempre ha ganado. Además, siempre ha contado en esos ataques con el apenas encubierto apoyo norteamericano, francés e israelí.

Además, ¿para qué se está armando tanto? ¿Qué otra amenaza tenemos que esté más cerca y sea tan evidente?

El problema no es que no disuadamos, es que estamos provocando a que nos ataquen, como un caramelo en la puerta de un colegio. Y, mutas mutandis, si no es Marruecos puede ser Rusia, a la que tanto provocamos; sus Oresnik “convencionales” lo mismo llegan a Gibraltar y Rota que a Córdoba.

Como nunca aprendemos, al militar que afirme eso hay que recordarle un ejemplo clarificador de nuestra contumaz imprevisión. Segismundo Moret (masón, Ministro de Ultramar en el 98 e incombustible en la política posterior), durante la discusión sobre los presupuestos de guerra en el año 1907, dijo que “España no tenía un ejército ni lo tendría porque no respondía a los fines perseguidos por la nación”. Aunque, en premio de su irresponsabilidad le pusieron un paseo en Madrid y varias estatuas fuera, es posible que alguno querrá que también se la pongan a él.

Y tan tontos no son para atacar Rota. Pero, como siempre lo harían con el visto bueno de los EEUU.

Además, no les hace falta. Le bastará con un ataque quirúrgico por sorpresa sobre las plazas africanas. Para que, a continuación, ni seamos capaces de reaccionar, en tiempo y forma, y no nos dejarán sus amigos yanquis.

Pero es más cómodo, como el avestruz, meter la cabeza debajo del ala. Otros pagarán cruelmente las consecuencias. Pero, el nombre de la base señalará indiscutiblemente a uno de los militares culpables, por acción u omisión.

 

José María Manrique García

Es Coronel de Artillería diplomado en Estado Mayor, en situación de retirado por edad. Ha publicado los siguientes libros, entre otros de temas histórico-militares: Gibraltar Español: Tres siglos de oprobio y traiciones El Magnicidio de Carrero Blanco Sáhara Español: Una historia de Traiciones El Valle de los Caídos. Crónica de una persecución salvaje El Espolio del Museo del Ejército (varios autores) Madrid 11-M. Una revolución sangrienta (en edición) Y diversos trabajos, de actualidad, religión, historia e índole militar, en revistas y medios digitales.

 

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