Momentos de sentimiento, pero también de rabia y determinación. Madrid recordó ayer a los doce guardias civiles asesinados hace 39 años por el «comando Madrid» de ETA en la plaza de la República Dominicana, en el distrito de Chamartín, con vivas espontáneas de la ciudadanía al Cuerpo y a la UCO.
La alcaldesa en funciones y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, y el delegado del Gobierno, Francisco Martín, han asistido al homenaje, en el que la directora de la Guardia Civil, Mercedes González, de verde riguroso, ha recordado a todos los agentes asesinados en el atentado perpetrado por ETA en 1986 y su lugar de procedencia.
Los guardias civiles se dirigían en un convoy compuesto por un autobús, un microbús y un todoterreno al Parque Automovilístico de la Guardia Civil, situado a apenas 700 metros de la plaza de la República Dominicana, en la calle Príncipe de Vergara. En él viajaban más de 70 agentes con destino al campo de aprendizaje y maniobras de tráfico.
«Pero el 14 de julio de 1986 esa caravana no llegó a su destino. El ‘‘comando Madrid’’ de la banda terrorista ETA había colocado en la Plaza de la República Dominicana una furgoneta bomba cargada con 35 kilos de goma 2, que accionó a distancia haciéndola estallar al paso de los vehículos a las 7:45 horas. Doce guardias civiles fueron asesinados, 43 resultaron heridos y 17 personas, hombres y mujeres que en ese momento transitaban por la plaza, bien dentro de sus coches, caminando o esperando en la parada del autobús, resultaron heridos o heridas de diferente consideración», ha descrito González.
No ha olvidado la juventud de los agentes fallecidos: el mayor tenía 24 años y el más joven solo 19. «Muchos de ellos habían ingresado en el Cuerpo hacía tan solo tres meses», ha rememorado la directora de la Guardia Civil junto a algunos de los familiares de los asesinados y heridos. Fue el atentado «que más vidas de la Guardia Civil arrebató» y, por eso, el 14 de julio es el día de la memoria y el recuerdo de las víctimas del terrorismo en la Guardia Civil.