Involucra Marco Rubio a Italia, Francia, Reino Unido, México y Canadá para el despliegue en el Caribe contra el cártel de los Soles Washington deja fuera a Moncloa por la tensa relación que mantienen por el acercamiento a China y por el vínculo de Zapatero.
El secretario de Estado Marco Rubio busca nuevos socios para el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe contra el cártel de los Soles, organización criminal que tiene su base en Venezuela y que, según Washington, tendría en Nicolás Maduro a uno de sus máximos responsables.
Fuentes diplomáticas han señalado a ABC que Rubio, jefe de la diplomacia estadounidense, se encuentra en conversaciones tanto con sus aliados de América del Norte –México y Canadá–, como con los Gobiernos europeos de Italia, Reino Unido y Francia. La idea del Departamento de Estado es sumar esfuerzos militares de aquellos países que padecen las operaciones internacionales del narcotráfico. España, de momento, se queda fuera de las conversaciones.
La relación entre el Gobierno español y Washington se ha visto salpicada en las últimas semanas por diversas tensiones, especialmente a partir de los acuerdos del Ejecutivo de Pedro Sánchez con China, el gran rival geopolítico de la Administración de Donald Trump.
Huawei y Zapatero
ABC informó la semana pasada de que dos congresistas de EE.UU. emitieron una carta donde expresaron su preocupación por los vínculos del Gobierno español con la empresa china Huawei y señalaron que esos acuerdos son un riesgo para la seguridad norteamericana. La principal inquietud se debe a la decisión del Gobierno español de contratar a la china Huawei para gestionar y almacenar datos sensibles relacionados con las escuchas policiales.
Otro elemento de fricción es la relación del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, principal asesor de Sánchez, con el régimen de Maduro. Zapatero, gran animador del Grupo de Puebla que reúne a figuras destacadas de la izquierda latinoamericana, guardó un silencio absoluto cuando el año pasado el líder chavista se aferró al poder y no reconoció el triunfo opositor en las elecciones presidenciales.
Las conversaciones de Rubio para la operación militar en el Caribe transcurren además bajo el argumento de que los cárteles de las drogas son organizaciones terroristas, un cambio de estatus que Trump hizo oficial el pasado febrero, un mes después de llegar a la Casa Blanca.
Respecto a Maduro, Washington ha elevado la recompensa por su captura a 50 millones de dólares, una cifra histórica que dobla a la ofrecida por Osama Bin Laden en su día.
La contratación de Huawei por parte del Gobierno de Sánchez para gestionar datos sensibles ha elevado la tensión con la Administración Trump
El despliegue militar estadounidense en el Caribe, que actualmente involucra a más de 4.500 soldados, entre ellos 2.200 infantes de Marina, tiene por objetivo, según se desprende de las conversaciones diplomáticas, anular toda la capacidad operativa del narcotráfico en Venezuela: destruir pistas de aterrizaje, puentes, centros logísticos, puertos y depósitos de armas y combustible.
En la óptica de las partes involucradas, no se trata solo de abatir al cártel de los Soles, sino que también se pretende dejar a Maduro sin el presunto respaldo económico de este grupo criminal, que, según señala Washington, aportaría a las arcas del Estado venezolano 500 millones de dólares por mes.
La semana que viene llegarán al sur del Caribe dos buques de guerra que se sumarán a los tres que ya se encuentran en posición. Se trata, según la agencia Reuters, del USS Lake Erie, un crucero de misiles guiados, y el USS Newport News, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear.
Envío de barcos franceses
El Gobierno de Francia ya ha confirmado su apoyo a la iniciativa de Estados Unidos y enviará buques de guerra a su territorio tropical de Guadalupe. Así lo ha confirmado el ministro de Territorios de Ultramar, Manuel Valls, quien ha señalado que el Caribe es un punto neurálgico para el envío de drogas a Europa.
Por su parte, Trinidad y Tobago expresó la semana pasada su respaldo a la operación naval estadounidense, señalando que el crimen organizado y el tráfico de drogas representan una amenaza directa para la seguridad de todo el Caribe. Incluso llegó a afirmar que prestará sus aguas y su territorio para las operaciones de EE.UU. contra Maduro. «Por primera vez en la era moderna estamos verdaderamente a la ofensiva contra los cárteles organizados que están inundando nuestras ciudades con veneno» , dijo Rubio a Trump durante una larga reunión de gabinete en la Casa Blanca, en la que fue el último funcionario en tomar la palabra.
El régimen de Maduro, entre tanto, informó este martes de un patrullaje con drones y buques de la Armada en sus aguas territoriales. Así mismo, Venezuela anunció la movilización de 15.000 efectivos de sus cuerpos de seguridad. Sería la respuesta de Maduro a la «escalada de acciones hostiles» de EE.UU. en el Caribe.
Por su parte, el ministro venezolano de Defensa, Vladímir Padrino, anunció en un vídeo en redes sociales el «despliegue importante de drones con distintas misiones, puntos de atención ciudadana, puntos de exploración y vigilancia, puntos o recorridos fluviales con infantería de Marina» en la zona noroeste de Venezuela.
«Patrullas navales en el lago de Maracaibo, patrullas navales en el golfo de Venezuela y buques de mayor porte más arriba al norte en nuestras aguas territoriales», añadió.
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