El desembarco militar en seguridad provoca tensión en la Guardia Civil

En el Instituto Armado denuncian que las Fuerzas Armadas están «funcionando por libre»

Hasta ahora, las parcelas de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas iban por caminos paralelos. Cada uno fijaba sus líneas de actuación y los choques o desajustes eran mínimos. Pero desde el pasado martes han comenzado a fundirse y eso ya ha provocado importantes tensiones. Las discrepancias entre los ministerios del Interior y de Defensa para abordar las labores de patrullaje conjunto entre militares y guardias civiles han llevado a situaciones de tensión en varias delegaciones de Gobierno.

Desde la Guardia Civil interpretan que los militares están actuando de manera unilateral y que, pese a que el mando de la seguridad ciudadana está en manos del Ministerio del Interior, que es quien debería dirigir los equipos, «funcionan por libre» y han dado pasos aún no pactados. Desde Defensa se insiste en que no hay ningún problema y que poco a poco se están poniendo en marcha estas actuaciones conjuntas en coordinación con el Ministerio del Interior. Lo cierto es que ninguno de los dos departamentos está aportando datos precisos sobre estas actuaciones.

Sin embargo, existe tensión. «Mucha tensión», inciden fuentes de la Guardia Civil, que aseguran que los militares se han echado a andar en solitario. «Que los militares son muy suyos». El pasado martes, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya, dijo que se habían puesto en marcha estos patrullajes conjuntos con la Guardia Civil en 87 localidades españolas de 13 provincias. Ayer por la mañana, ante las preguntas sobre estas nuevas labores de los militares, apenas dio dos brochazos y habló de actuaciones en Baleares, en la frontera con Portugal y en la zona sur, en Melilla. Lo más cercano hasta ahora a la Guardia Civil ha sido la sustitución de los agentes de este Cuerpo en al menos tres centrales nucleares.

La confusión ha estado presente en este asunto desde el primer momento. Ya el mismo martes, pocas horas después de que el Jemad anunciara las patrullas conjuntas, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, matizaba que aún se estaba estudiando el reparto y no se habían puesto en marcha. Al día siguiente, la información sobre estas patrullas pasó al mutismo. Ni Defensa ni Interior aportaron datos.

Desde la Guardia Civil oficialmente se optó por el silencio. Pero ya surgieron voces apuntando a la desconexión del operativo. Fuentes del Instituto Amado no ocultaron su malestar con el despliegue de los militares del Ejército de Tierra.

«¿Que por qué no se han empezado las patrullas conjuntas?». En teoría, esas patrullas están orientadas a atender las peticiones de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Y éstas han hecho un listado de necesidades. Y ese listado se iba a aplicar ya el martes, apuntan fuentes de la Guardia Civil. ¿Y entonces? «A lo mejor es que hay objetivos que a los militares no les gustan, que prefieren hacer su trabajo por libre y no estar junto a guardias civiles al lado».

«Que sí, que están patrullando, pero ellos solos. Lo justifican como reconocimientos de zona y como itinerarios estratégicos», añaden. Estas fuentes se preguntan: «¿Si el Gobierno transmite que todo está tranquilo y que los incidentes son mínimos, para qué manda a militares a patrullar por las calles?», se preguntan.

Creen estas fuentes que se ha producido también una lucha de poder entre ministerios de la que claramente ha salido victoriosa la ministra de Defensa, Margarita Robles. Apuntan que ha habido mucha tensión con algunas delegaciones del Gobierno y que se han producido «problemas» en sitios como Melilla o Almería. Estas fuentes consideran que no se han cuidado las formas y han salido a patrullar en solitario, antes de que los responsables acordaran un plan conjunto.

El Jemad insistió en que la participación militar se hará a requerimiento de las Fuerzas de Seguridad. Pero desde la Guardia Civil se critica que hayan iniciado sus andadura en estas labores «por su cuenta». De momento, sólo están autorizados a realizar labores de seguridad en instalaciones de infraestructuras críticas y en fronteras.

Fuente: EL MUNDO 02/04/2020