El Gobierno entrega el cuartel de Loyola, símbolo del Ejército en San Sebastián

 Aprueba el traspaso al consistorio, acordado con el PNV en 2020, en plena negociación para la investidura

 

// LUIS MICHELENA
Fachada del cuartel de Loyola en San Sebastián

El Gobierno dio el visto bueno ayer al traspaso del cuartel de Loyola al Ayuntamiento de San Sebastián, un acuerdo que selló con el PNV hace tres años a cambio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y que, tras un largo camino administrativo y judicial, se concreta ahora en plenas negociaciones de Pedro Sánchez para la investidura. El pacto consiste en la enajenación de los terrenos por parte del Ministerio de Defensa al consistorio para la construcción de viviendas y equipamientos urbanos, algo que tanto el PNV como Bildu venden como un éxito tras años de reclamaciones. «En el día de hoy se ha dado este importante paso para el futuro de Donostia, que pone de relieve la política real que el PNV practica en materia de vivienda», sacó pecho ayer su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, tras la aprobación del acuerdo.

La cesión del cuartel de Loyola es una vieja reivindicación en el País Vasco y el Gobierno la aceptó en noviembre de 2020 a cambio del apoyo del PNV a los Presupuestos. Según ese acuerdo, el traspaso debía materializarse antes de que finalizara el año 2021, pero lo paralizó un recurso de Vox ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco alegando que los edificios debían estar recogidos en los planes de protección del patrimonio. Superado ese freno, el Consejo de Ministros autorizó ayer al Organismo Autónomo Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) a enajenar la propiedad al ayuntamiento por el procedimiento de adjudicación directa. A cambio, el consistorio pagará 74,4 millones de euros (73,3 millones en metálico y el resto en especie mediante la cesión de 50 plazas de garaje).

En cualquier caso, el Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, subraya que el Ejército no perderá presencia en San Sebastián y los aproximadamente 500 efectivos que acoge actualmente el cuartel de Loyola serán trasladados a escasos metros, a las dependencias de la antigua Hípica, donde deberán acometerse reformas que serán sufragadas con lo pagado por el consistorio.

En el cuartel de Loyola se ubica actualmente el Regimiento de Infantería Tercio Viejo de Sicilia 67 y la unidad de servicios que le presta apoyo. Las nuevas instalaciones son más pequeñas, por lo que Defensa tendrá que concretar si puede albergar en ellas a todos los efectivos o es necesario trasladar a alguno a las provincias limítrofes. En total, en el País Vasco hay alrededor de 1.500 militares del Ejército de Tierra. Al medio centenar de Loyola se suman otros 600 efectivos del Regimiento de Infantería Garellano 45 en Munguía (Vizcaya) y otros 360 alojados en el cuartel de Araca, cercano a Vitoria.

El ayuntamiento pagará 74,4 millones de euros por la cesión para la construcción de equipamientos urbanos y viviendas

Enclave histórico

El cuartel de Loyola es un enclave histórico del Ejército en el País Vasco y el Ministerio de Defensa siempre se había negado a su traspaso alegando que las alternativas no cumplían con los requisitos de seguridad operativos necesarios para las Fuerzas Armadas. Así lo verbalizó en el Senado la entonces secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, solo dos semanas antes de que el Gobierno cambiara de parecer y anunciase el acuerdo para ganarse el apoyo del PNV. El traspaso aprobado ayer impedirá que el cuartel celebre su centenario en 2026 como sede de unidades militares.

Los terrenos fueron comprados por el entonces Ministerio de la Guerra en 1920 y a partir de ahí empezó a confeccionarse el proyecto de unas obras que no finalizaron hasta 1926 con un solemne acto de inauguración presidido por el Rey Alfonso XIII. En su interior hay dos edificios prácticamente simétricos separados por una calle central, Princesa María de las Mercedes y Princesa María Teresa, en honor a las dos hermanas del Rey.

Durante estos casi cien años han pasado por sus instalaciones diferentes unidades militares, testigos de muchos momentos de la historia de España. El cuartel y sus militares han sido además objeto de varios atentados de la organización terrorista ETA. Además de ataques con heridos y daños materiales, la banda asesinó en 1995 de un tiro en la cabeza al brigada Mariano de Juan Santamaría cuando salía de Loyola. Y en 2001 acabó con la vida del cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián, Ramón Díaz García, cuando una bomba lapa explotó en los bajos de su coche cuando iba desde su domicilio, en las inmediaciones del cuartel, a su lugar de trabajo.

Negociaciones

La autorización del Gobierno para el traspaso del cuartel de Loyola llega ahora en plenas negociaciones de Pedro Sánchez para lograr los votos necesarios para la investidura en el Congreso de los Diputados. Además de las conversaciones abiertas con Junts, el PSOE aún debe cerrar el acuerdo con el PNV, según recordó este mismo lunes el lendakari, Iñigo Urkullu.

Fuentes nacionalistas niegan a ABC que el traspaso de Loyola tenga nada que ver con la elección del futuro presidente del Gobierno y recuerdan que es un asunto pendiente desde hace tres años, por lo que solo supone la «materialización» de un compromiso pendiente. Sobre su apoyo a Sánchez, avisan de que quedan muchos temas pendientes y aún no hay acuerdo. Además, desvinculan totalmente su negociación de lo que pueda pasar con las conversaciones con Carles Puigdemont en Bruselas, tanto en tiempos como en contenido.

ABC   P. DE LA CUESTA / M. VILLAMEDIANA MADRID / BILBAO