El presidente de la Audiencia, Jose Ramon Navarro Miranda, filtraba secretos a Sánchez

El diario EL MUNDO, publica lo siguiente:

 

Dos meses antes de que se notificara el fallo, Pedro Sánchez ya sabía que la Audiencia Nacional iba a absolver al mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, por su papel en el procés independentista de Cataluña. El presidente del Gobierno lo sabía porque se lo filtró nada menos que el entonces presidente de la Audiencia, José Ramón Navarro, mediante un mensaje a José Luis Ábalos. Y no sólo eso: después les fue avisando de que la prensa ya se lo olía, para que estuvieran preparados. Y les hizo saber el día exacto de la notificación del fallo. Así lo atestiguan los whatsapps en poder de la UCO a los que ha accedido en exclusiva EL MUNDO.

El primer mensaje lo envió Navarro el 15 de agosto de 2020. Y fue el siguiente: «¡¡Buenas tardes, José Luis!! A los efectos que procedan, ¡en la segunda quincena de septiembre se notificará la sentencia absolviendo a Trapero! Mientras tanto, ¡no puede ser público! Fuerte abrazo y ¡descansa!».

Ábalos se lo reenvió al presidente especificando que el chivatazo era del «presidente de la Audiencia». Sánchez le contestó «ok». Un mes y medio después, el 30 de septiembre de 2020, Navarro volvió a informar al Ejecutivo: «Buenas tardes, José Luis; la prensa ya tiene el olfato de la sentencia de Trapero, y publicarán en cualquier momento la absolución, para que lo manejéis».

José Ramón Navarro fue presidente de la Audiencia desde enero de 2014 a marzo de 2025. Desde que el PSOE llegó a La Moncloa en 2018, éstas no fueron las únicas veces que comunicó al Gobierno el sentido de decisiones futuras, según fuentes de aquella cúpula del PSOE conocedoras de estos contactos.

EL MUNDO se ha puesto en contacto con Navarro, quien admite que envió los mensajes a Ábalos. «No lo puedo negar», asegura, aunque no quiere entrar en detalles porque sostiene que «ha pasado mucho tiempo» y «no recuerda» los detalles de aquellas comunicaciones.

El caso de Trapero estaba en el primerísimo plano de la actualidad en 2020. Un año antes, en octubre de 2019, el Tribunal Supremo había condenado por sedición a los líderes del procés, pero en el verano siguiente el PSOE comenzó a preparar los Presupuestos y a hablar con los socios, entre ellos ERC y el PDeCAT. Para el futuro de Sánchez, era mejor que Trapero un símbolo para los soberanistas quedara libre. El Consejo de Ministros aprobó las Cuentas una semana después de la sentencia.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional acusaba al mayor de los Mossos de sedición. Y, si no se probaba este delito, proponía una condena por desobediencia con inhabilitación de un año y ocho meses y multa de 60.000 euros, que habría supuesto la expulsión de Trapero de los Mossos. Al final, la Audiencia, dividida, concluyó que en el juicio no se presentó prueba suficiente para esos dos delitos.

Estos mensajes se conocen justo en un momento en el que las relaciones entre el PSOE y buena parte de la judicatura no pasan por su mejor momento, tras la huelga de jueces que terminó ayer. Y tras acusaciones de «cacería» o «acoso y derribo» judicial, por algunos de los casos que interpelan al presidente.

Por aquel entonces, en 2020, el contexto era otro, y resulta clave para medir el alcance de la revelación que hizo Navarro de un fallo secreto. En aquel momento, comenzaban las tensiones de Sánchez con sus barones autonómicos, molestos por las cesiones al independentismo a cambio de los Presupuestos. Ya en agosto, el presidente le pide a Ábalos «hablar con nuestros presidentes para ir todos en línea».

José Ramón Navarro sustituyó en 2014 al frente de la Audiencia Nacional a Ángel Juanes tras haber sido presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias y de la Audiencia Provincial de Tenerife. Dejó su cargo este mismo año al ser relevado por el magistrado Juan Manuel Fernández Martínez, que fue uno de los vocales del denominado bloque conservador en el anterior CGPJ.

No es la primera vez que afloran en causas judiciales instruidas por la Audiencia Nacional mensajes entre Navarro y algunos de los principales investigados. En el sumario de la denominada Operación Kitchen, el volcado del móvil del ex número dos del Ministerio del Interior durante el Gobierno de Mariano Rajoy, Francisco Martínez, contenía comunicaciones entre ambos.

Martínez pidió asesoramiento e información sobre la causa que ha investigado la operación de espionaje al ex tesorero popular Luis Bárcenas a Navarro. Le solicitó un auto que le vendría bien «para preparar su defensa» o le consultó si haber dejado las listas del PP le dejaría «en las fauces de los fiscales».

Aquellos mensajes se cruzaron entre febrero de 2019 y enero de 2020, y Navarro aseguró que se limitó a dar «largas» a una persona a la que conocía y que estaba preocupada por su situación.

«Como siempre, cualquier consejo que me sirva para estar preparado para lo que se avecine te lo agradeceré infinito», le escribió el ex número dos de Interior del PP. A lo que Navarro le emplazó a cenar para hablar «tranquilamente» al tiempo que se comprometió a informarle, «en cuanto sepa algo», de la declaración del comisario Enrique García Castaño, alias El Gordo, que fue decisiva en su imputación.

Martínez agradeció la ayuda que le dispensaba el magistrado, al que dijo que debería «mucho más que una cena» y el entonces presidente de la Audiencia Nacional le indicó que él en su lugar estaría «tranquilo». Años después la Fiscalía Anticorrupción formularía un escrito de acusación contra Martínez por el que solicita una pena de 15 años de cárcel por su implicación en Kitchen.

La comisión permanente del CGPJ analizó estas comunicaciones y acabó dando carpetazo a este asunto tras concluir que era un asunto jurisdiccional y no disciplinario.

Navarro (ya cesado) adelantó dos meses antes la absolución de Trapero, vía Ábalos

 

Fuente:

https://quiosco.elmundo.orbyt.es/epaper/viewer.aspx?publication=El%20Mundo&date=04_07_2025&tpuid=10174&dummy=Madrid#page/14