España en los bolsillos. Jose Manuel Adan

 

 

España en los bolsillos.

 

Con motivo de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, el tipo que nos gobierna ha tenido la condescendencia de recibir al Monarca con las manos en los bolsillos, no fuera a ser que se le saliera el dinero que atesora, que  nadie sabe por ahora de dónde ni de qué, aun cuando todo  el mundo lo supone. El saludo entre el felón  y el Rey Felipe VI se convirtió en el foco de atención, mientras los allí presentes esperaban el inicio del evento en honor al galardonado, el escritor Luis Mateo Díez, Pedro Sánchez recibía duras críticas por su aparente falta de etiqueta al saludar al monarca con las manos en los bolsillos, un gesto considerado como una falta de respeto, según los protocolos establecidos y los no establecidos desde que en Occidente se dejó de comer con las manos. “Sácate las manos de los bolsillos, sinvergüenza”, se escuchaba entre los presentes durante el recibimiento. Esta falta de educación demuestra en pocas palabras lo que  este indigno presidente atesora, le importa una higa la democracia de la monarquía parlamentaria y lo que ello representa y se chulea cual golfo tabernario. Este no es el primer incidente en el que Pedro Sánchez se ve envuelto en cuestiones de protocolo, mejor dicho de educación elemental. Durante la solemne apertura de las Cortes Generales, su comportamiento informal volvió a generar atención mediática cuando se le vio ajustándose los pantalones y la camisa de manera poco discreta frente a autoridades como el Rey Felipe VI y la presidente del Congreso, Francisca Armengol, por no hablar de otros incidentes en los que el Rey ha tenido que esperar a semejante personaje, porque la diarrea mental no perdona. Estos incidentes contribuyen a alimentar la polémica en torno a la conducta del presidente del Gobierno en eventos oficiales de gran relevancia.

Al día siguiente del  acto cervantino , la presión social y la de los medios no afines al “sanchísmo”  para que se aclarase de una vez por todas los negocios de Begoña, iba en aumento y al  muchacho de las manos en los bolsillos, estimulado por el acné juvenil, se le ocurrió que estaría bien no responder y reírse de sus gobernados simulado una farsa, por lo que ni corto ni perezoso escribió en  una  epístola de amor a los “begoñíntios”,   el  pesar que le corroía ante la disyuntiva sideral de no irse o no irse y se tomaba cinco días para no pensarlo. El argumento, la brutal oposición que le instaba por las calles, ¡Begoña ya está bien!, sin licenciatura convertida en “cátedra”, para vergüenza de la Universidad Complutense, sin oficio ni beneficio, con favores a manos llenas. Esa afrenta a su pecunio  el muchacho con las manos en los bolsillos, no lo podía consentir, le iba la vida, en palabras de una tal Calvo, por lo que ni corto ni perezoso dejó la máquina de gobernar desasistida durante cinco “begoños”  días, para decir que se lo iba a pensar. En  esos  cinco días de cerrado por inventario,  la pareja, creo yo se juntó para contabilizar sus ganancias, y una vez a buen recaudo continuar la siega, ya que  este nunca piensa, solo actúa.” Que Sánchez se ausente una semana, sin gobernar, para reflexionar sobre un asunto personal es algo impensable en cualquier otro país europeo como Francia o Alemania”, ha dicho Weber, el Presidente del Partido Popular Europeo, a lo que ha añadido que esa actuación “sólo evidencia que Sánchez se preocupa por él y no por el país”. “España necesita un hombre de Estado como presidente, no un showman”. No ha tenido que pensar mucho porque esa lógica de la razón pura  nunca se pensó para mentes psicopáticas, con lo que ha sido Europa, y ahora un pobre melón, lo echa, con su manera de ser y con una Constitución sin defensa, todo para atrás. El caso es que el falsario convenció a los suyos de que se iba y era tal el sufrimiento de los suyos que  lloraban en las esquinas y los del cinematógrafo, incluso en las paredes. En esos días en que el mundo estaba en vilo, los camaradas del partido vinieron  de todo el orbe conocido, Plasencia incluida, autobús y bocata incluido, para ofrecerle lo que hiciera falta  con tal de que les siguiese pagando la coyunda. La tal Montero se pegaba verdaderos golpes en el pecho como acto de contrición al considerar que había traicionado a su Pedro pensando que se iría y ella heredaría, el director de cine más subvencionado del planeta, decía que pasaría una noche llorando, o lo que hiciera falta. Previamente, el farsante  había reunido al servicio en Moncloa y ya les adelantó que continuasen dando brillo a la plata, que segaran bien el jardín monclovita y que el fotógrafo estuviera permanentemente en su sitio para que le hicieran otra foto haciendo “footing”, ya que el poder desgasta mucho y hay que reponerse. Después de la reunión con el servicio fuese a la Zarzuela, naturalmente con las manos en los bolsillos a comunicarle al Rey que no tenía nada que comunicarle, que todo había sido una farsa. A lo que el Rey, tan bueno él, quizás no tuvo más remedio que ponerse serio, y quizás le dijera  eso de “que sea la última vez que me da usted esos sustos”. A lo que el farsante respondería “Es que Begoña me ha dicho que me quede”. Mientras en los alrededores de la calle Ferraz, una muchedumbre , la misma de los autobuses, lanzaba hipidos de dolor y la tristeza se reflejaba en las caras, previendo la próxima desgracia, el líder había ido a ver la Rey y se disponía a leer una carta, esta vez no a la ciudadanía sino  a los paisanos allí presentes. La tragedia estaba en su punto más álgido, todo iba a estallar. Si ha ido a ver al Rey es para decirle que se va, al, Rey no le va a engañar, decían sus camaradas .

Finalmente , todo volvería a su desgraciada anormalidad, ya que las turbas separatistas y comunistas, también asustadas habían caído en la trampa y le habían  llamado  al orden diciéndole  “¿ Pero tú muchacho dónde vas , dónde vas a estar mejor que dónde estás?, ahí quieto hasta que abones todos los plazos que nos debes y no  hagas más tonterías, tonterías las justas”,   así es que el muchacho de las manos en los bolsillos tuvo que decir después de una larga parrafada  llena de aire, que no se iba, que se quedaba para arreglar la democracia y que a partir de ahora esto no iba a ser un punto y seguido si no un punto y aparte, lo que significaba que iba a  perseguir a los medios no afines, a los jueces desobedientes y a cualquier ciudadano que no comulgase con sus edictos porque solo él era el demócrata perfecto, el líder magno y nadie ni en la  política ni   fuera de ella podría discutirle un solo capricho. Votar a él era votar democracia. Mayor majadería era difícilmente asumible. Ya pueden guardar los pañuelos los cuatro gatos venidos de todos los rincones de España y el director de cine, más subvencionado del planeta tierra. Ya tenemos de nuevo al salva patrias personal, el que va a ir contra jueces que cumplan con su obligación de investigar por qué la mujer del presidente logra fondos que concede su marido, directa o indirectamente, para empresas que después financian la labor de esta señora incurriendo la pareja, presumiblemente, ella en tráfico de influencias  y él en malversación de caudales y conflicto de intereses  ya que de acuerdo con la ley 3/2015 de Altos Cargos , “ Se entiende que un alto cargo está incurso en conflicto de intereses cuando la decisión que vaya a adoptar, de acuerdo con lo previsto en el artículo 15, pueda afectar a sus intereses personales, de naturaleza económica o profesional, por suponer un beneficio o un perjuicio a los mismos” “.Se consideran intereses personales: Los intereses familiares, incluyendo los de su cónyuge o persona con quien conviva en análoga relación de afectividad y parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo grado de afinidad”.

Todo volvió a su ser, la tal Begoña   a su cátedra sin aptitudes para ello, la oposición a mirarse sin comprender nada y consecuentemente a no hacer absolutamente nada y el presidente doliente resultó que no tenía ni unas amígdalas para operar. El gobierno seguiría igual, y  él nunca se iría porque tiene  que ultrajar muchas veces más a sus ciudadanos, Rey incluido que quizás  no pueda frenar a un presidente amoral e indigno pero no me diga Majestad que no puede impedir que le tomen el pelo, porque tomándoselo a Usted, nos lo toman a todos los ciudadanos del Reino y  ha de encontrar la fórmula que le libre de parecer una  figura ornamental idónea exclusivamente para pasar revista a las tropas, ir de viaje con su mujer, elegantísima ella y poco más.

De esta forma este personaje saldrá gozoso al balcón de Ferraz y supongo que también al de Génova, ya que el tal Feijóo, tan débil él, querrá  seguir en la cómoda y  leal Oposición. Así complace a todos y sobre todo se complace a él mismo. Mientras, cual dislate venezolano, ya ha comenzado a lanzar la jauría s social comunista contra el Juez que ha tenido la osadía de investigar la querella presentada por Manos Limpias contra la tal Begoña Gómez, porque entre otras hazañas,  ha enviado cartas con su firma para favorecer empresas a las que seguidamente su marido  gratificó con millones de euros, y a su vez ella, tampoco quedó huérfana de dádivas lo que podría traducirse en graves penas para los enamorados. Al juez ya le están buscando tres pies e indagando sobre la vida de su hija, social comunismo puro. Mientras el tal Zapatero, el que mece la cuna del chulo, dice “No lo vamos a consentir, no lo vamos a consentir”. Qué país de necios políticos.

El caso es que hasta los medios más de derechas, están alucinados por la “hazaña” de Sánchez, lo que indica es que son tan necios como los líderes de la oposición. Grandes titulares, a modo de lástima, como si este indigno alguna vez dijera una verdad, ya que es capaz de engañar a los medios que siempre han creído un día y otro día que era un traidor y un felón  y ahora parece que les diera pena de que se fuera.

Pero hombre Pedro, como puedes decir que votarte a ti es votar democracia, si eres por naturaleza comunista, es decir fascista, autócrata, y ambicioso  detentador del poder sin tener nunca en cuenta que un jefe de gobierno debe gobernar para todos los ciudadanos, incluso para los que no le votamos. Por ello, su proceso de reflexión personal se ha convertido  en un lamentable espectáculo, para atemorizar a los  dirigentes del  PSOE, que  aterrados ante la posibilidad de quedarse sin el puesto de trabajo y el pan no ganado con el sudor de sus frentes, tocaron a rebato para que el rebaño de la militancia, en un acto de vasallaje más propio de súbditos que de ciudadanos, se dirigiera a él como a su líder mesiánico y le suplicara que no les abandonara, además  con ayuda de un sector de la prensa y de los voceros de la izquierda radical, encendió la llama de la polarización, para que dieran por buena la premisa de que nuestro Estado de derecho está secuestrado por los intereses  torcidos de la derecha.

Cuestionando la libertad individual y la seguridad jurídica se ponen las bases de la confrontación y la polarización, que nos conducirá al guerra civilismo. Es evidente que tenemos lo que merecemos, pues nosotros hemos elegido libremente a nuestros representantes. Hagámonos pues a la idea de que estas aventuras autocráticas tendrán un precio que pagaremos entre todos. Nadie nos ha obligado a avanzar por la senda del autoritarismo, no vale pues sorprenderse luego de las consecuencias políticas,  y económicas y sobre todo las concernientes a la libertad  y a la  igualdad que sufriremos  al menos hasta dentro de cuatro años, a no ser que los servicios de inteligencia  israelíes   nos ayuden y  más pronto, que tarde saquen a la luz, todos los tejemanejes que este trujamán, el muchacho de las manos en los bolsillos, ha realizado para salvar a “su” patria, como la razón para  cambiar la política sobre Israel en relación a Gaza o sobre nuestro antiguo Sahara en favor  de otro gobernante, esta vez rey, inmensamente rico con ciudadanos inmensamente pobres, que como él, también tiene a España en los bolsillos. Mientras, un problema personal, el de los negocios de su mujer, lo quiere transformar en problema de Estado, esta vez España en sus bolsillos.

 

 

José Manuel Adán                                                                           

Economista e Inspector de Finanzas del Estado

 

Fuente:

https://elfarodeceuta.es/autor/jose-manuel-adan/

 

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