España en primera línea de fuego del Sahel

Soldados galos y malienses en una patrulla conjunta de la misión Barkhane en 2021

 

► «Hemos visto misiles lanzados de Yemen a Israel y mañana podríamos ver algo similar desde África Occidental», alerta una fuente militar

 

Soldados galos y malienses en una patrulla conjunta de la misión Barkhane en 2021

Entre el desierto del Sáhara y la sabana sudanesa hay una franja que recorre África desde el Océano Atlántico al Mar Rojo que en los últimos años se ha convertido en uno de los puntos más calientes del planeta. Esta zona, conocida como Sahel, lleva de cabeza a estrategas militares, diplomáticos y expertos en cooperación porque en ella se concentran todos los males de nuestro siglo: yihadismo, tráfico de personas, droga y armas, pobreza extrema, migraciones masivas, estragos del cambio climático… España es la primera frontera de la UE con una región en la que Europa parece haberse rendido mientras otros actores como Rusia, China o Irán toman la delantera.

El nuevo Plan de Acción Exterior presentado el uno de abril por el jefe de la Diplomacia, José Manuel Albares, deja bien clara la preocupación de nuestro país por lo que ocurre en el Sahel. Se menciona dos veces (China o el IndoPacífico, por ejemplo, no aparecen en el documento) como un punto donde se producen «buena parte de los desafíos que afectan directamente a la seguridad y prosperidad de España».

Una fuente militar que conoce muy bien la zona asegura a LA RAZÓN que la alarma está justificada: «Todo lo que ocurre allí nos afecta de forma muy directa. España es el país europeo más próximo al Sahel. Tenemos territorios en el norte de África y las Islas Canarias están justo en ese flanco. Cualquier crisis allí nos repercute: migración irregular, terrorismo, presencia de potencias hostiles como Rusia. Hemos visto misiles lanzados desde Yemen hacia Israel. Mañana podríamos ver algo similar desde África Occidental, amenazando los suministros europeos. Lo que antes era impensable, ahora es factible».

El fin de las misiones europeas que se plantearon como una solución ha terminado siendo parte del problema. «Tras la retirada francesa de la operación Barkhane, París bloqueó en Bruselas la continuidad de la misión. España quería seguir, pero el bloqueo lo impidió. No fue una retirada voluntaria, sino forzada por el contexto europeo».

¿España podría haber hecho más por estabilizar la región? Responde la misma fuente: «España no está contaminada por el pasado colonial de Francia. Tenemos mejor

«Cualquier crisis nos repercute: migración irregular, terrorismo o la presencia de potencias hostiles»

«Ha empeorado mucho en los últimos años, con juntas militares sin control de su territorio»

imagen en la región. Deberíamos apostar más por la diplomacia blanda: educación, inversiones, apoyo social, escuchar a los africanos en lugar de imponer modelos europeos».

El próximo mes de julio se cumple un año desde que Javier Colomina fue nombrado representante especial de la OTAN para la Vecindad Sur. Este cargo de nueva creación en la figura de un diplomático español fue un éxito para el flanco considerado el «hermano pobre» de la Alianza Atlántica. Colomina lo explica en conversación telefónica con este periódico: « Es normal. La OTAN se creó tras la Segunda Guerra Mundial para mirar al este. Cambiar esa inercia no es fácil. Pero se ha avanzado mucho. Tras la cumbre de Washington se aprobó un plan de acción, y mi nombramiento es parte de eso. Ahora hay dirección, estrategia. Antes, simplemente se hablaba del sur. Hoy ya está en la agenda».

Colomina considera que el Sahel es un polvorín que merece toda la atención y los recursos posibles. «Lo digo siempre, hoy en día no hay una región más inestable y frágil en el mundo que el Sahel. Ha empeorado en los últimos años, con varios países gobernados por juntas militares que no controlan sus territorios. Además, hay mucha presencia de actores geoestra