“FALTA DE RESPONSABILIDAD ‘DEMOCRÁTICA'”

Defensa cambia el desfile del Doce de Octubre a una zona con menos abucheos para Sánchez

El departamento que dirige Margarita Robles ha puesto como pretexto las obras del Santiago Bernabéu

Defensa cambia el desfile del Doce de Octubre a una zona con menos abucheos para Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y desfile militar en el Día de la Hispanidad, a 12 de octubre de 2022. | Eduardo Parra (Europa Press)

En los últimos meses y hasta años han sido habituales las escenas en las que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha sido abucheado por los ciudadanos en ocasiones en las que participaba de algún acto público. Sin ir más lejos, el secretario general del PSOE fue recibido este viernes en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid al grito de «¡fuera, fuera!» y «¡traidor!».

Pues bien, tal y como publica el diario ABC, Moncloa se ha propuesto prevenir en lo posible una imagen parecida en el próximo desfile militar del Doce de Octubre, fiesta nacional. De esta forma, según lo publicado por el periódico de Vocento, el Ministerio de Defensa va a mover la tribuna de autoridades, habitualmente ubicada en la plaza de Lima, para minimizar en lo posible las muestras de desafección hacia el jefe del Ejecutivo en funciones.

El palco desde el que Su Majestad el Rey, el presidente del Gobierno y el resto de líderes políticos ve la parada militar suele situarse justo frente al Santiago Bernabéu. Precisamente son las obras en el estadio del Real Madrid la explicación que el departamento que dirige Margarita Robles va a dar para justificar el cambio.

Así, en la edición de 2023, las autoridades seguirán el desfile de las Fuerzas Armadas desde una tribuna instalada en Neptuno, con los asistentes más alejados, un enclave que ya se utilizó en 2011, en el momento de menor popularidad del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Los abucheos a Sánchez han sido la tónica general de la parada militar del Doce de Octubre. El año pasado, el presidente del Gobierno trató de evitarse el momento llegando más tarde que el Rey al desfile, lo que no le sirvió para dejar de escuchar pitos y gritos de «dimisión».