Hecho o conjunto de hechos memorables. Así define la Real Academia la palabra «gesta». Un término que no es exagerado utilizar para definir la compleja misión Pacific Skies, que ha concluido con éxito el Ejército del Aire y del Espacio. «Plus Ultra» es el evocador nombre de la Agrupación Aérea Expedicionaria que ha logrado la proeza de demostrar que España puede operar una potente fuerza en cualquier rincón del mundo. El despliegue ha contado con 4 cazas Eurofighters (2 del ala 14 y 2 del Ala 11 de Morón), 2 gigantescos A400M y un A330, y unos 240 aviadores. La hazaña ha tenido lugar principalmente en la zona del Indo-Pacífico y, en el caso del despliegue de España y Alemania, tuvo como punto de salida la base aérea alemana de Nörvenich (Colonia), finalizando todos en la India, en la base de Sulur. Durante el despliegue, la agrupación Plus Ultra ha participado en los ejercicios Artic Defender (Alaska), Pitch Black (Australia), y Tarang Shakti (India), además de haber realizado paradas logísticas en algunos de los países de la zona, como Japón, Filipinas o Malasia, entre otros.
En total se han invertido más de 660 horas sobrevolando el espacio aéreo de 24 países en cuatro continentes, lo que supone unos 400.000 kilómetros. La circunferencia de la Tierra (la distancia que recorre el ecuador) es de 24.901 millas (40.075 kilómetros). Por lo tanto, haciendo una equivalencia simplemente para evidenciar la magnitud de la empresa, podría decirse que correspondería a diez vueltas al mundo.
Con este despliegue, las tres naciones involucradas en el futuro sistema de combate aéreo (FCAS por sus siglas en inglés) han incrementado su capacidad operativa y han efectuado una demostración de poderío aéreo.
Este tema es clave, ya que FCAS es uno de los proyectos estratégicos claves para la futura defensa europea. Se trata de un sistema de combate aéreo que integra el avión de combate de nueva generación, NGF. Estará conectado a drones de acompañamiento (remote carriers) y utilizará una nube de combate para coordinar las capacidades aéreas, navales, terrestres o espaciales. El jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), general Francisco Braco, resume así la importancia de Pacific Skies: «Sin pecar de falsa modestia puedo decir que jugamos en primera división. España está al mismo nivel que las fuerzas aéreas de países punteros».
El nuevo JEMA puso el acento en la compleja y destacada labor logística y de mantenimiento que ha implicado este despliegue. Como ejemplo de la capacidad de reacción, en Alaska, se registró la avería del motor de un caza Eurofighter y, dado que el repuesto español se encontraba ya en Australia, se utilizó un motor prestado por el equipo alemán, ejemplo también de colaboración y camaradería.
Otro hito logrado en este ejercicio es la utilización de una impresora 3D para fabricar cualquier componente aeronáutico en cualquier lugar del mundo. Este método consiste en el escaneo de la pieza dañada, la impresión 3D, y la aplicación de un tratamiento térmico y mecanizado. Todo de manera remotamente controlada. Estos son los ingredientes de la innovadora fórmula de fabricación aditiva que ya utiliza el Ejército del Aire y del Espacio. Las Fuerzas Armadas españolas son pioneras a la hora de utilizar esta técnica para reponer componentes aeronáuticos en cualquier tipo de despliegues.
De esta manera se puede obtener en un tiempo reducido las piezas necesarias para sustituir componentes dañados de una aeronave.
Por otra parte, es reseñable el enfrentamiento de los Eurofighter contra los Sukhoi Su-30 indios de fabricación rusa, en combates uno contra uno y uno contra dos. De hecho, el JEMA tuvo ocasión de volar en uno de esos cazas rusos junto a un piloto de la fuerza aérea india.
¿Habrá un Pacific Skies 25? La respuesta en principio es negativa, debido al alto grado de complejidad que supone organizar un evento como este. Pero si algo ha quedado sobradamente demostrado es la integración de capacidades tecnológicamente avanzadas e interoperables de varios países aliados. Reto superado.
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